Meditaciones 17 de abril
☼•☼
17 de abril, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Cuando creemos tener la respuesta a los problemas de los demás, y pensamos que ellos están equivocamos y nosotras tenemos razón, estamos siendo soberbias, y ese estado no puede coexistir con humildad y acatamiento necesarios para nuestra recuperación. Ser soberbias, creyendo que poseemos exactamente la verdad en lo referente a lo que está bien y lo que está mal, puede tener el desgraciado efecto de actuar como una de las más impenetrables defensas contra el asumir nuestra verdadera condición.
Buena
voluntad
¿Para
qué pedir algo sin estar preparados? Seria buscarnos complicaciones. Los
adictos aspiramos muchas veces a la recompensa de un trabajo duro sin haberlo
hecho. En el Sexto Paso procuramos buena voluntad. La sinceridad que aportemos
al trabajar este paso será proporcional a nuestro deseo de cambiar.
Texto
básico
17 de abril, Meditación Diaria para Mujeres,
libro: Cada día un nuevo comienzo:
Puedo manejar lo que sé. Lo que no sé es lo que
me aterroriza.
Frances Newton
A todas nos atrapa de vez en cuando el miedo a
lo desconocido. Pero no tienen por qué ser así. El programa pone a nuestro
alcance la fuerza que necesitamos en cada momento y la fe desvanece cualquier
miedo. Donde hay fe no puede haber temor. Muchos días nos sentimos fuertes, en
contacto con nuestro poder superior y capaz de afrontar cualquier situación. En
esas ocasiones solemos olvidar que es nuestra fe la que nos guía. Pero en los
momentos de temor sí somos conscientes de nuestra falta de fe. La solución es
muy fácil: tendamos la mano a una amiga. Al atender sus necesidades, la
conexión con Dios se restablecerá automáticamente. Dejar de concentrarnos en
nuestros miedos egoístas y dirigir nuestra atención a las necesidades de otra
persona nos da una perspectiva de nuestra propia vida y también la oportunidad
de permitir que Dios obre a través de nosotras. Nuestra fe se fortalece cada
vez que ofrecemos nuestros servicios a Dios y a alguna amiga que los necesite.
Cuanto más cerca estemos de las personas que nos rodean, menos nos preocupará
aquello que antes nos atemorizaba.
Cuando
ayudo a alguien. Dios me ayuda.
17 de abril, El lenguaje del adiós de Melody
Beattie
Cuidemos de nosotros mismos
Con frecuencia nos referimos a la recuperación
de la codependencia y de ser hijos adultos de alcohólicos con el término
"autocuidado". El cuidado de uno mismo no es, como algunos pudieran
pensar, una moda de la "generación yo". No es autoindulgencia. No es
egoísmo, en la interpretación negativa de esa palabra. Estamos aprendiendo a
cuidar de nosotros mismos, en vez de concentrarnos obsesivamente en otra
persona. Estamos aprendiendo la autorresponsabilidad, en vez de sentirnos
excesivamente responsables de los demás. Cuidarse a uno mismo significa también
cumplir con nuestras verdaderas responsabilidades hacia los otros; y esto lo
hacemos mejor cuando no nos sentimos demasiado responsables. Cuidarse a uno
mismo a veces significa "yo primero”, pero por lo general, significa
"yo también". Significa que somos responsables de nosotros mismos y
que podemos escoger ya no seguir siendo víctimas. Cuidarse a uno mismo
significa aprender a amar a la persona de la que somos responsables: nosotros
mismos. No lo hacemos para invernar dentro de un capullo de aislamiento y
autoindulgencia; lo hacemos para poder amar mejor a los demás y para aprender a
dejar que ellos nos amen. Cuidarse a uno mismo no es egoísmo, es autoestima.
Hoy, Dios mío, ayúdame a amarme a mí mismo.
Ayúdame a dejar ir la sensación de que soy excesivamente responsable de los que
me rodean. Enséñame qué necesito hacer para cuidarme a mí mismo y para ser
adecuadamente responsable con los demás.
17 de abril
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado,
Anne Wilson Schaef
Curación
El nuevo espacio... tiene una especie de
invisibilidad para las personas que no han entrado en él.
Mary Daly
Es especialmente difícil para las mujeres que
hacemos demasiado considerar la posibilidad de entrar voluntariamente en lo
desconocido. Como a cualquier persona adicta, nos gusta mantener todo bajo
control, y no queremos siquiera empezar un viaje sin un buen mapa de
carreteras. Desgraciadamente, la recuperación no funciona de esta manera. La
recuperación es un salto de fe.
La mayoría de nosotras, por el hecho de haber
crecido en familias disfuncionales, trabajar conforme a modelos de adicción y
vivir en una sociedad adicta, no tenemos un conocimiento vivencial de lo que
significa vivir nuestro proceso, vivir con la sobriedad o vivir conforme a
nuestra propia claridad. Pero muchas personas están dando este salto de fe y
dando el primer paso en el camino de la recuperación. Sabemos que tiene que
haber algo mejor. Tenemos un vago recuerdo de algo. Casi podemos recordar que
está ahí. Uno de los verdaderos milagros de hoy día es que muchas mujeres
estamos empezando a recuperarnos, aunque realmente no tenemos una clara idea de
lo que es la recuperación.
He deseado un milagro, y yo puedo serlo.
Comentarios
Publicar un comentario