Meditaciones 19 de abril
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19 de abril, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Si nuestras relaciones con los hombres han sido peligrosas y dramáticas, y comenzamos a recuperarnos, a tomar distancia, nuestras parejas pueden llegar a intentar con todo su ahínco mantenernos enganchadas a la batalla. Y parte de nosotras que aún quiere ganar puede querer dar marcha atrás y darle otra oportunidad, efectuando todos los movimientos familiares que tan bien conocemos. Pero nosotras, las adictas a relaciones afectivas, debemos preguntarnos seriamente cuáles son nuestros motivos para volver a engancharnos con personas peligrosas que han constituido nuestra DROGA.
Cuando pretendemos mostrarnos buenas personas, lo logramos
solo en apariencia. Detrás, en el interior, pueden estar funcionando otro tipo
de motivaciones o agendas ocultas. El problema es que tarde o temprano se acaba
notando, al igual que el actor de teatro no podría pasarse las veinticuatro
horas del día fingiendo ser quien no es. En un momento u otro, el papel se le
irá de las manos. Para evitarlo, es necesario sostenerse a través de un intento
continuado por mantener la coherencia personal.
Y eso implica tres cosas de las que ya
hemos hablado:
1. Mantener el eje a través de la brújula interior
2. Actuar con autenticidad, es decir, pensar, decir, sentir y obrar de
forma decidida e íntegra
3. Actualizarse, comprender que en cada situación que vivimos se nos da la
oportunidad de renovar todo lo que ya es pasado, lo que antes pensábamos, lo
que antes sentíamos y lo que antes hacíamos
Funcionar así es funcionar bien como persona y no como una «buena persona».
Cuando funcionamos bien, tendemos a hacer el bien, al contrario de hacer lo que
toca, lo que se espera o lo que es mero deber. Hacer el bien no es hacer lo que
los demás esperan, sino lo que uno cree honestamente que es lo mejor para sí
misma y para los demás. Esa integridad con los valores escogidos y practicados
nos dota de mayor fuerza de carácter.
El problema de ser demasiado bueno, Xavier Guix
19 de abril
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Precipitarse y apresurarse
A veces, me gustaría tener parches que me mantuvieran entera.
Pam
En ocasiones, realmente nos sentimos impotentes respecto a nuestra
necesidad de precipitarnos y de mantenernos ocupadas, y nos gustaría
sencillamente que existiera una manera de podernos detener. Nuestra vida parece
verdaderamente abrumadora e ingobernable. Nos asombramos de hasta qué punto nos
sentimos aliviadas cuando podemos realmente admitir que somos impotentes
respecto a esta conducta insana y que nuestra vida no va como nos gustaría que
fuese. Somos mujeres poderosas, y al mismo tiempo somos impotentes respecto a
nuestras vidas alocadas. ¡Qué consuelo supone saber que un poder más grande que
nosotras puede restaurar nuestra cordura! ¡Qué alivio saber que nuestro
reconocimiento de que nuestra vida es enfermiza en este momento abre la puerta
a la salud! ¡Qué alivio ver y saber que tenemos el camino abierto ante nosotras
para renovar la cordura, cuando dirigimos nuestras vidas y nuestras voluntades
hacia ese poder más grande que nosotras!
Poner parches no serviría de mucho de todas maneras, pero cambiar nuestras
vidas suena a una opción con posibilidades reales.
19 de abril, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo
comienzo:
Al definirse a mí misma, tengo tendencia a establecer reglas y límites y a
olvidar que las reglas se hicieron para transgredirse y que los límites fueron
creados para ser traspasados.
Kathleen Casey Theisen
La recuperación nos ha dado la libertad de enfocar la vida con sinceridad,
con prudencia y con certeza sobre lo adecuado de nuestros actos. Debemos
recordar que lo que es correcto hoy pude no serlo mañana o en un futuro
próximo. A medida que vivimos nuestras experiencias, cambiamos y vemos las
antiguas circunstancias desde una nueva perspectiva, la cual, a su vez,
modifica y perfecciona nuestro sistema de valores. De esta manera, las reglas y
los límites de ayer dejan de encajar en las situaciones de hoy. Nuestro
crecimiento como mujeres es un proceso interminable. La seguridad con la que
hoy enfrentamos ciertos problemas es consecuencia de nuestra preparación en
tiempos pasados. Y la forma en que actuemos en el día de hoy nos hará ser
mejores el día de mañana. El programa nos ha dado el don de la claridad,
claridad acerca de nosotras mismas, de los demás y de la manera de continuar
creciendo.
Mi sistema de valores espera ser definido con mayor precisión, y toda
experiencia me presenta una oportunidad de lograrlo.
19 de abril, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Acepta el cambio
Los vientos de cambios soplan en nuestra vida, a veces suavemente, a veces
como una tormenta tropical. Sí, tenemos lugares de descanso, tiempo para
ajustarnos a otro nivel de vida, tiempo para lograr nuestro equilibrio, tiempo
para disfrutar las recompensas. Tenemos tiempo para tomar un respiro. Sin
embargo, el cambio es inevitable y deseable. A veces, cuando empiezan a
susurrar los vientos del cambio, no estamos seguros si el cambio es para
mejorar. Podremos llamarlo estrés o un estado temporal, seguros de que
volveremos a la normalidad. A veces nos resistimos, agachamos la cabeza y damos
de topes al viento, con la esperanza de que las cosas pronto se calmen y
vuelvan a ser como eran. ¿Será posible que se nos esté preparando para una
nueva "normalidad"? El cambio barrerá nuestra vida, como sea
necesario, para llevarnos a donde estamos yendo. Podemos confiar en que nuestro
Poder Superior tiene en mente un plan, aun cuando no sepamos a dónde nos
conducen los cambios. Podemos confiar en que el cambio que está teniendo lugar
es bueno. Los vientos nos llevarán a donde necesitemos ir.
Hoy ayúdame, Dios mío, a dejar ir mi resistencia al cambio. Ayúdame a estar
abierto al proceso. Ayúdame a creer que el lugar en el que me dejará será mejor
que el lugar en donde me levantó. Ayúdame a someterme, a confiar y a aceptar,
aunque no lo comprenda.
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