Meditaciones 24 de junio
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24 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Sexta promesa de recuperación de una relación adictiva
Nos permitiremos ser abiertas y dignas de confianza con las personas apropiadas. No temeremos ser conocidas a un nivel profundamente personal, pero no nos expondremos a la explotación de aquellos que no se interesan por nuestro bienestar.
Buena voluntad
A lo mejor nuestra deshonestidad no
hace daño a nadie, ni nunca se descubre, pero a partir de entonces fermentará
en nuestro espíritu. Aunque no seamos conscientes de ello, aunque no nos quite
el sueño, el resultado de dejarse llevar por un defecto de carácter cuando
tenemos la capacidad de no hacerlo es un impedimento para nuestro crecimiento
espiritual. Si seguimos sin estar dispuestos, con el tiempo nuestro crecimiento
espiritual quedará paralizado.
Guías
para trabajar los Pasos
24
de junio
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Valor
Éste es el arte del valor: ver las cosas
como son y creer aún que la victoria no se halla en los que evitan lo malo,
sino en los que saborean cada gota de lo bueno con una conciencia viva.
Victoria
Linch
¡Qué exactitud en las palabras! El valor no
consiste simplemente en ver las cosas tal como son —lo cual es enormemente
importante, sino que estriba en aceptar la realidad con la ingenuidad de
continuar viendo y experimentando las muchas cosas buenas que nos suceden. Recuerdo
que cuando estaba estudiando el bachillerato me pusieron el apodo de
«Pollyanna», porque siempre podía ver algo interesante y emocionante en todo lo
que nos sucedía. No siempre me gustaban aquellos informes aburridos y aquella
especie de exámenes sádicos, pero, si he de ser honesta conmigo misma, he de
reconocer que siempre había aprendido algo cuando habían acabado. A causa del
apodo y del sutil juicio que comportaba, empecé a cuestionarme a mí misma. Después
de reflexionar un poco, me di cuenta de que Pollyanna era alguien que rechazaba
lo negativo y sólo veía lo positivo. Yo no lo hacía. Yo veía y aceptaba lo
negativo y me deleitaba en lo que era positivo. Como resultado, acabar el
bachillerato no fue difícil para mí. Tampoco lo ha sido nunca trabajar.
Una
sonrisa, un saludo en el ascensor, unos pocos minutos de tranquilidad...
significan saborear cada gota de lo bueno.
24
de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Si te apegas a una persona, terminas por
establecer una relación enfermiza.
Shirley
MacLaine
El hecho de necesitar a las personas que
forman parte de nuestra vida es algo sano, humano y natural. Necesitar a una
sola persona para amarla en un nivel muy profundo es también algo muy grato
para el bienestar del alma. Sin embargo, amor y apego no son sinónimos y están
muy cerca de ser opuestos. Si nos “apegamos” a los demás, nuestros movimientos
como individuos independientes se ven obstaculizados. El apego significa
dependencia, significa dejar que nuestros movimientos sean controlados por la
persona a la que nos “enganchamos”. Depender de las sustancias químicas que
alteran el estado anímico, de la comida o de la gente, significa que nuestra
vida es ingobernable. Si bien nos mantenemos en la abstinencia, muchas de
quienes seguimos este programa continuamos luchando contra nuestra dependencia
de cierta persona o de cierta amistad. Las herramientas que estamos aprendiendo
a utilizar sirven para todo tipo de dependencia. Lo que tratamos de alcanzar es
la sana independencia asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, tomar
decisiones apropiadas para nuestro yo personal. Amar a los demás significa
permitirles tomar sus propias decisiones sin que nuestro “apego” se lo impida.
¿Mis
relaciones son apegos o se basan en el amor? Hoy haré un inventario de ellas.
24
de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Desapego
El desapego no se da de manera natural para
muchos de nosotros. Pero en recuperación, comprendemos cuán vital es el
desapego. La siguiente historia ilustra cómo una mujer llegó a comprender el
desapego. "La primera vez que practiqué el desapego fue cuando solté a mi
marido alcohólico. Había estado bebiendo desde hacía siete años, desde que me
casé con él. Durante todo ese largo tiempo, estuve negando su alcoholismo y
tratando de que dejara de beber. Hice cosas indignantes para que dejara de
beber, para hacerlo ver la luz, para que se diera cuenta de cuánto me estaba
lastimando. Realmente pensaba que estaba haciendo lo correcto al tratar de
controlarlo. Una noche vi las cosas claramente. Me di cuenta de que mis
intentos por controlarlo nunca resolverán el problema. También vi que mi vida
era ingobernable. No podría obligarlo a hacer nada que él no quisiera. Su
alcoholismo me estaba controlando, aunque yo no bebía. Lo dejé en libertad para
que hiciera lo que quisiera. La verdad es que de todas maneras él hacía lo que
quería. Las cosas cambiaron la noche en que me desapegue. Él lo percibió, y yo
también. Cuando lo dejé en libertad, me liberé yo misma para vivir mi propia
vida. Desde entonces he tenido que practicar muchas veces el principio del
desapego. He tenido que desapegarme de gente enferma y de gente sana. Nunca me
ha fallado. El desapego funciona". El desapego es un regalo. Se nos dará
cuando estemos listos para ello. Cuando dejemos a la otra persona en libertad,
nos liberamos nosotros.
Hoy,
cuando sea posible, me desapegaré con amor.
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