Meditaciones 14 de abril

 

14 de abril, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Si queremos ser de alguna ayuda para los demás, nuestra prioridad debe ser nuestra propia recuperación. Para poder ofrecer algo, antes debemos tenerlo nosotras. 


Fe

Hemos entregado nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de un Poder superior a nosotros. Si somos minuciosos y sinceros notaremos un cambio positivo. A medida que comprendemos el significado verdadero de la entrega, nuestros temores disminuyen y la fe empieza a crecer. Ya no luchamos contra el miedo, la ira, la culpa, la autocompasión ni la depresión. Nos damos cuenta de que el Poder que nos trajo a este programa sigue estando con nosotros y continuara guiándonos si se lo permitimos. Poco a poco empezamos a perder el miedo paralizador de la desesperación. La prueba de este paso se ve en la manera en que vivimos.

Texto Básico

14 de abril

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Hacer balance/Gratitud

El cambio a largo plazo exige mirar honestamente a nuestras vidas y darnos cuenta de que es agradable ser necesitada, pero no a expensas de nuestra salud, de nuestra felicidad o de nuestra cordura.

Ellen Sue Stern

No hay ninguna dosis rápida para ninguna adicción, y la adicción al trabajo, a las prisas, a las ocupaciones y a cuidar de los demás son adicciones. Parte del «pensamiento que huele» de las personas adictas es querer una dosis rápida. No existe ninguna. Incluso querer una dosis rápida es parte de la enfermedad. Los Doce Pasos funcionan, y es posible para nosotras vivir vidas serenas, felices y productivas. Pero la recuperación toma tiempo. Existen muchas colinas y valles a lo largo del camino, y si continuamos asistiendo a encuentros, recurriendo a nuestro padrino, y practicando el programa, descubriremos que tenemos una conexión con un poder más grande que nosotras, y que nuestras vidas mejoran.

Soy muy afortunada de tener el apoyo de un programa que funciona y la compañía de otras personas para hacer esta jornada conmigo.

14 de abril, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Sólo los que se atreven viven realmente.

Ruth P. Freedman

Lo que obtenemos de la vida, de toda experiencia y de toda interacción con los demás, es proporcional a lo que damos. Cuando nos comprometemos plenamente con una vivencia, ésta nos favorece. Cuando nos entregamos sin reservas nuestra consciencia de la realidad se incremente. Cuando nos arriesgamos a conocer realmente a los demás, nos encontramos a nosotras mismas. ¡Qué común y qué desafortunado es que tantas de nosotras escapemos de la vida! Y lo hacemos escondiéndonos de nosotras mismas y de los demás. Tememos revelarnos y que otros lo hagan ante nosotras. Antes de elegir la abstinencia, nuestro escape era más fácil. Ahora, por fortuna, los Pasos lo hacen más difícil. Apoyar y ser apoyado por alguien nos ofrece muchas recompensas, al igual que asistir a las reuniones y compartir nuestras experiencias con los demás. Lo que vivimos hoy nunca lo volveremos a vivir de forma idénticas. Los demás nunca nos volverán a decir exactamente las mismas palabras. No nos perdamos lo que la vida nos ofrece. Arriesguemos a sentir, a escuchar y a verlo todo.

La riqueza de una vida plena puede ser mía. La merezco.

14 de abril, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Perfeccionismo

Recuperarse de la codependencia es un proceso individual en el que es necesario cometer errores, luchar contra problemas y encarar asuntos difíciles. Esperar que seamos perfectos retarda este proceso; nos pone en un estado de ansiedad y culpa. Esperar que los otros sean perfectos es igualmente destructivo; hace que los demás se sientan avergonzados y puede interferir con su desarrollo emocional. La gente es humana y vulnerable, y eso es maravilloso. Podemos aceptar esa idea y apreciarla. Esperar que los demás sean perfectos nos pone en ese estado codependiente de superioridad moral. Esperar que nosotros seamos perfectos nos hace sentir rígidos e inferiores. Podemos dejar ir ambas ideas. Pero no es necesario que nos vayamos al otro extremo, tolerando cualquier cosa que la gente nos aviente. Podemos seguir esperando una conducta adecuada, responsable, por parte nuestra. Pero la mayoría de nosotros podemos darnos el lujo de aflojar un poquito. Y cuando dejamos de esperar que los demás sean perfectos, quizá descubramos que están actuando bastante mejor de lo que habíamos pensado. Cuando dejamos de esperar la perfección en nosotros mismos, descubriremos la belleza en nosotros mismos.

Hoy practicaré la tolerancia, la aceptación y el amor hacia los demás tal como son, y hacia mí tal como soy. Lucharé por lograr un equilibrio entre esperar demasiado y esperar demasiado poco de los demás y de mí mismo.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre