Meditaciones 12 de abril
♡
12 de abril, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Cuando ya estamos en recuperación, ya no llamamos a un hombre para decirle que no volveremos a dirigirle la palabra.
Compromiso
Si tuviéramos que nombrar sólo una de las cosas que
convierten a la Mujer Salvaje en lo que es, sería su sensibilidad, su capacidad
de respuesta. La palabra
Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés
12 de abril
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado,
Anne Wilson Schaef
Fines de semana/Tiempo no estructurado
Los domingos son terribles porque es claro que
no hay nadie a cargo del mundo. Y saber esto te deja deambulando, luchando a
brazo partido con las expectativas no cumplidas y vagos anhelos.
Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)
Los fines de semana son horribles para las
mujeres que hacemos demasiado. Echamos en falta la estructura de la semana
laboral. No nos gusta la ausencia de horario y nos sentimos perdidas sin el
trabajo. Para evitar experimentar estos sentimientos, hemos desarrollado
ciertas estrategias de seguridad. Nos traemos trabajo a casa. Nos organizamos
los proyectos y actividades de fin de semana de tal manera que tenemos el
sentimiento de seguridad de estar en el trabajo.
¿De qué tenemos miedo?... ¿de nosotras mismas?
12 de abril, Meditación Diaria para Mujeres,
libro: Cada día un nuevo comienzo:
Conviértete en una bendición para los demás. Tu
sonrisa amable o tu palmada en la espalda pueden rescatar a alguien del abismo.
Carmelia Elliot
Si el día de hoy eres amable, ayudarás a quienes
te rodean. Nuestra atención compasiva hacia los demás les hace ver que son
importantes, y de vez en cuando, todos necesitamos esa seguridad. El programa
nos ha dado el vehículo para dar y buscar la ayuda que necesitamos.
Sin embargo, no todas las personas con quienes
convivimos comparten nuestro programa; por lo tanto, lo que nosotras
disfrutamos no es una realidad en sus vidas. Nuestras palabras de aliento o
nuestros oídos dispuestos pueden ser para ellas un regalo inesperado que será
profundamente agradecido. Sin embargo, el verdadero regalo es para nosotras. El
hecho de ayudar a alguien que lo necesita beneficia más a quien ayuda. Cada vez
que hacemos lo que nos indica nuestro corazón y cada vez que hacemos la
voluntad de Dios, nos acercamos más a Él, Y al mismo tiempo reafirmamos nuestro
ser. Al sanar a otros nos sanamos a nosotras mismas. Dios nos habla a través de
las palabras de los demás. Nuestro propio bienestar se enriquece cada vez que
ponemos en primer término el bienestar de otra persona.
Viajamos hacia el mismo destino, aunque sigamos caminos distintos. Hoy estaré lista para tender mi mano a algún viajero que tenga dificultades. Esto dará un nuevo impulso a mi propio viaje
12 de abril, El lenguaje del adiós de Melody
Beattie
Deja ir el miedo
Imagínate nadando –flotando- plácidamente en un
suave arroyo. Lo único que necesitas hacer es respirar, relajarte y dejarte ir
con la corriente.
Súbitamente, te vuelves consciente de tu
situación. Asustado, abrumado con los "¿qué tal si...?", tu cuerpo se
tensa. Empieza a chapotear, buscando frenéticamente algo de dónde asirte.
Te da tanto pánico que empiezas a hundirte. Y
luego te acuerdas, estás trabajando muy duro en esto. No necesitas llenarte de
pánico. Lo único que necesitas es respirar, relajarte y dejarte ir con la
corriente. No te ahogarás. El pánico es nuestro gran enemigo. No es necesario
que nos sintamos desesperados. Si aparecen en nuestra vida problemas
abrumadores, necesitamos dejar de luchar. Podemos chapotear un poco hasta que
vuelva nuestro equilibrio. Luego podemos seguir flotando plácidamente en el
suave arroyo. Es nuestro arroyo. Es un arroyo seguro. Nuestro rumbo ha sido
trazado. Todo está bien.
Hoy me relajaré, respiraré y me dejare ir con la
corriente.
Comentarios
Publicar un comentario