Meditaciones 4 de mayo
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4 de mayo, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
No importa qué clase de padres, qué clase de infancia, qué clase de traumas hayamos conocido: podemos cambiar nuestra herencia, y convertir una herencia de enfermedad en otra de recuperación, si elegimos perdonar y sanar.
Desapego
Primero,
aclaremos lo que no es desapego. El desapego no es un alejamiento frío, hostil;
no es una
Ya no seas codependiente, Melody Beattie
4
de mayo
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Vivir
el presente
El
ayer es un cheque cancelado, el mañana, una promesa de pago, el hoy es pago al
contado: gástalo con sabiduría.
Anónimo
¡Qué
desafío vivir en el presente! Solemos estar tan ocupadas matando el momento
actual con preocupaciones acerca del mañana o lamentos acerca del ayer que
matamos cada día de hoy. Curiosamente, todo lo que podemos tener está en el
presente. Vivir en el presente significa darse cuenta: darse cuenta de cuándo
se está cansada, darse cuenta de que necesitamos ir al cuarto de baño, darse
cuenta de que tenemos que descansar. Vivir el presente significa dar un paseo
por el paseo en sí mismo, y no para ir a algún sitio. Vivir el presente
significa darse cuenta de nuestro ahora y apreciarlo. Vivir el presente
significa hacer nuestra vida, y no sólo pensar en ella.
Si
hago mi vida no estaré perdida.
4
de mayo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Las
raras y hermosas experiencias de la revelación divina son dones especiales. Sin
embargo, todos recibimos cada día dones singulares, y la vida es el proceso de
descubrir y desarrollar esos dones divinos que están en nuestro interior.
Jeanne
Dixon
¿Hemos
descubierto ya cuáles son nuestros dones? Ahora tenemos la oportunidad de
compartirlos. Hacer partícipes a los demás de los dones que nos ha concedidos
Dios nos llenará de alegría y aumentará nuestro aprecio por nosotras mismas.
Debemos darnos cuenta de lo importantes que somos para los demás.
Cuando
nos incorporamos al programa, muchas de nosotras lo hicimos casi con un pie en
la tumba. La mayoría estábamos rebosando ira, pena y dolor. La vida se había
ensañado con nosotras y apenas logramos sobrevivir. En aquel momento no
sabíamos que teníamos algo que ofrecer a la humanidad. Este conocimiento es
algo que quizás siga escapándosenos de vez en cuando, pero podemos aprender a
reconocerlo. La razón de existir de nuestros abundantes talentos es su utilidad
para los demás. Quizás nos expresemos con gran destreza, quizás escribamos
particularmente bien. Quizás escuchar a algún amigo que lo necesite sea nuestro
mejor talento el día de hoy. Tal vez estemos especialmente dotadas para la
música o para la administración. Nuestro yo interno conoce nuestras
posibilidades. Escuchemos su voz.
Dios
trata de llamar mi atención para que aproveche al máximo mis talentos. Estaré
atenta para ponerlos al servicio de los demás.
4
de mayo, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Libérate
de los trastornos compulsivos.
Gracias
por haberme mantenido sobrio ayer. Por favor ayúdame a permanecer sobrio hoy.
Paráfrasis
de Alcohólicos Anónimos
Cuando
empecé a recuperarme de la codependencia, estaba furiosa por tener que empezar
otro programa de recuperación. Siete años antes había empezado a recuperarme de
la dependencia química. No me parecía justo que una persona tuviera que tratar
dos cuestiones importantes en una sola vida. He superado mi ira. He aprendido
que mis recuperaciones no están aisladas una de la otra. Muchos de nosotros nos
estamos recuperando de la codependencia y de cuestiones relativas al hecho de
ser hijos adultos de alcohólicos y también de adicciones: al alcoholismo, a
otra dependencia a las drogas, al juego, a la comida, al trabajo o a la
adicción sexual. Algunos de nosotros estamos tratando de liberarnos de otros
trastornos compulsivos, que van desde cuidar obsesivamente a los demás a
sentirnos compulsivamente desgraciados, culpables o avergonzados. Una parte
importante de nuestra recuperación de la codependencia es permanecer sobrios y
libres de nuestras conductas compulsivas o adictivas. La recuperación es un
gran salón al que hemos entrado y que se llama vivir sanamente. Podemos hacer
ondear la bandera blanca o someternos a todas nuestras adicciones. Podemos
volvernos a un Poder Superior a nosotros mismos para que nos libere de nuestra
conducta compulsiva. Eso lo sabremos ahora. Una vez que empecemos a trabajar
activamente un programa de recuperación, Dios nos liberará de nuestras
adicciones. Todas las mañanas pídele a Dios que te ayude a permanecer libre de
tus adicciones y compulsiones. Dale gracias por haberte ayudado el día
anterior.
Hoy,
Dios mío, ayúdame a poner atención a todas las cuestiones de mi recuperación.
Ayúdame a saber que antes que pueda trabajar en los puntos más sutiles de mi
recuperación, tales como mis relaciones, debo estar libre de conductas
adictivas.
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