Meditaciones 2 de mayo

 

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2 de mayo, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Cualquier clase de adicción, sea está a una persona, una sustancia o una conducta, no es inmoral, sino simplemente amoral, como cualquier otra enfermedad.

 

Confianza

Sí queremos hacerlo con éxito es esencial practicar el principio espiritual de la confianza. Como ya se ha mencionado, es posible que tengamos cierta experiencia con nuestro padrino que nos permita tenerle la suficiente confianza para seguir adelante con este paso. ¿Pero qué pasa con las cuestiones más profundas que surgen cuando nos preguntamos si trabajar este paso nos servirá de algo? Debemos confiar en el proceso tanto como en otra persona.

Guías para trabajar los Pasos (Quinto Paso)

2 de mayo

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Valor

Recuerda, Ginger Rogers hizo todo lo que hacía Fred Astaire, pero además lo hacía de espaldas y con tacones.

Eaith Whittlesey

¡Es verdad! Ginger Rogers era increíblemente buena en lo que hacía, y también lo somos nosotras. Las mujeres tenemos que tener valor para reconocer qué buenas somos en lo que hacemos. Estamos atrapadas en una extraña expectativa cultural de tener que ser al mismo tiempo competentes y pasivas. Con frecuencia esto produce una clase de humildad que es realmente una negación de nuestra cualificación. Las mujeres que hacemos demasiado también parecemos vacilar entre exagerar nuestra competencia y sentir que no tenemos valor y que somos totalmente incompetentes. Este vacilar entre los dos extremos forma parte de la enfermedad de adicción. La prueba real del valor es ser realista y dejarnos saber que realmente somos competentes en muchas cosas. Ser buenas en lo que hacemos no es una maldición.

Es un regalo que procede de nosotras mismas y de un poder mayor que nosotras.

2 de mayo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Desconfiemos de las palabras, pues éstas se convierten en prisiones.

Viola Spolin

Al etiquetarnos nos derrotamos, nos encerramos, reducimos nuestra visión, interrumpimos las oportunidades que están en proceso e influimos en la forma en que los demás piensan acerca de nosotras. Cierto sabio dijo que nosotras enseñamos a los demás cómo tratarnos. ¿Estamos enseñándoles a no esperar nada grande de nosotras porque siempre tenemos miedo? ¿Echamos por tierra su visión de nuestro potencial no pensando jamás que podemos manejar lo que venga? Nos convertimos en las personas que nos hemos programado para ser, pero podemos revertir esa programación en cualquier momento. Y este es un buen momento para empezar, Estamos rodeadas de personas que han hecho precisamente eso. Es hora de cantar alabanzas. Todas somos lo que necesitamos ser y más. Recibiremos ayuda para hacer todo lo que se nos pida. Poseemos una belleza interna que sólo necesita aliento para brillar. Si sonreímos hoy desde dentro, nos liberaremos de nuestras prisiones negativas. Una nueva vida nos espera.

Sorprenderme a mí misma cada vez que me insulto será todo un reto, pero vale la pena. ¡Y es un reto en el que puedo triunfar!

2 de mayo, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Nuestro Poder Superior

Para las próximas veinticuatro horas....

En la recuperación vivimos sólo por el día de hoy, lo cual es una idea que requiere de una enorme cantidad de fe. Nos rehusamos a mirar atrás a menos que curarnos del pasado sea parte de la labor de hoy. Vemos hacia delante sólo para hacer planes. Nos concentramos en la actividad de este día viviendo al máximo de nuestra capacidad. Si hacemos esto durante un tiempo razonable, tendremos suficientes días al hilo de haber vivido sanamente para haber hecho algo valioso de nuestras vidas. Nos sometemos a la voluntad de Dios. Dejamos de tratar de controlar y nos conformamos con una vida gobernable. Confiamos en la voluntad de nuestro Poder Superior para nosotros, en que está es buena, generosa y con una dirección. Estamos aprendiendo, por medio del ensayo y error, a separar nuestra voluntad de la voluntad de Dios. Estamos aprendiendo que su voluntad no es perjudicial. Hemos aprendido que a veces hay una diferencia entre lo que otros quieren que hagamos y la voluntad de Dios. También estamos aprendiendo que Dios no ha tenido la intención de que fuéramos codependientes, de que fuéramos mártires, de que controláramos o de que cuidáramos excesivamente a los demás. Estamos aprendiendo a confiar en nosotros mismos. ......y la fuerza para cumplirla. Parte de la recuperación es aceptar la impotencia. Una parte importante de la recuperación es reclamar la fuerza para poder cuidar de nosotros mismos. A veces necesitamos hacer cosas que nos dan miedo o son dolorosas. A veces necesitamos salirnos, retractarnos o dar un paso adelante. Necesitamos pedir la ayuda de un Poder Superior a nosotros mismos para hacerlo. Nunca se nos pedirá que hagamos algo para lo que no se nos dé la fuerza para hacerlo.

Hoy pido a una fuente de Poder energizante que me ayude. Ese Poder es Dios. Le pediré lo que necesito.