Meditaciones 13 de mayo
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13 de mayo, La meditación para las
Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Nuestros
intentos por importarle a este hombre, por hacernos tan necesitadas para su
bienestar como lo es él para el nuestro, nos pueden transformar en mujeres
cargantes, asfixiantes y manipuladoras, e incluso pueden hacer que nos
rebajemos frente a él.
Cuando
amamos demasiado, habitualmente somos despreciadas por nuestros esfuerzos:
nuestra pareja nos desprecia, y nos despreciamos a nosotras mismas.
Receptividad
La receptividad nos permite escuchar en profundidad cosas
que pueden salvarnos la vida. Nos permite ver puntos de vista opuestos y llegar
a conclusiones por nuestra cuenta. Gracias a la receptividad comprendemos en
profundidad cosas que se nos habían escapado durante toda la vida. Es el
principio que nos permite participar en una discusión sin saltar directamente a
las conclusiones ni prejuzgar lo que está bien y lo que está mal. Ya no es
necesario que nos pongamos en ridículo defendiendo virtudes inexistentes. Hemos
aprendido que no tenemos por qué saber todas las respuestas, ya que así nos
pueden ensenar y podemos aprender a vivir una nueva vida con éxito.
Texto básico
13 de mayo
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Maternidad/Paternidad
Nada durante los años en
que vivía sola me preparó para ellos, para la vida que traen. Antes de que
llegasen, soñando en ellos, imaginaba que serían tranquilos/as como muñecas y
que nunca me pedirían más de lo que yo podía dar.
Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)
¡Vaya choque! Nuestros
hijos/as no siempre se ajustan a nuestras fantasías. No siempre nos
proporcionan la «pequeña familia feliz». No siempre se ajustan a nuestros
esquemas y planes. Y lo peor es que no pueden ser moldeados/as de la manera en
que querríamos y esperar que permanezcan así. Cuando damos a luz a un/a hijo/a,
damos a luz un proceso que continúa de una u otra manera por el resto de
nuestras vidas. De alguna manera, parece que hemos perdido el concepto de que
la maternidad/paternidad es un proceso íntimo e interactivo que continúa.
Cuando dejamos de intentar que nuestros/as hijos/ as se ajusten a
nuestras fantasías sobre lo que deberían ser, ¡empezamos a ver quiénes son en
realidad!
13 de mayo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un
nuevo comienzo:
Quizás los moralistas
tengan razón y la felicidad no se encuentre en el placer ni en la comodidad
Joanna Field
Pensamos que sabemos lo que
nos hará felices. Casi nunca aceptamos de buena gana que los momentos dolorosos
son con frecuencia el precio que pagamos por los tranquilos y felices, ni
comprendemos que la felicidad está en nuestro interior y que no es propiedad de
los acontecimientos que vivimos. Al buscar la felicidad “fuera” y al esperarla
envuelta en papel de regalo en una forma especial, nos perdemos la alegría de
estar vivas en este momento. ¡Que distorsionado estaba nuestro sentido de la
felicidad antes de encontrar nuestro camino hacia este programa! ¡Y qué inútil
fue nuestra búsqueda! El camino no ha dejado de ser difícil en cada Paso que
damos. Pero encontraremos la felicidad en esos momentos fugaces en los que
podemos salir de nosotras el tiempo suficiente para dedicar toda nuestra
atención a las personas que forman parte de nuestra vida. Y la encontraremos
porque estuvo allí todo el tiempo. La felicidad fluye entre nosotras cuando
abrimos nuestro corazón para dar y recibir compasión. Estar al lado de quien
nos necesita es la llave que abre la puerta a la felicidad.
Hoy ayudaré a alguien y sentiré el torrente de la felicidad.
13 de mayo, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Quién es el propietario
Una herramienta útil en
nuestra recuperación, especialmente en la conducta que llamamos desapego, es
aprender a identificar quién es propietario de qué. Luego dejamos que cada
persona posea la propiedad que legítimamente le corresponde. Si otra persona tiene
una adicción, un problema, un sentimiento, o una conducta contraproducente, ésa
es su propiedad, no la nuestra. Si alguien es un mártir, está inmerso en la
negatividad, es controlador o manipulador, ése es asunto suyo, no nuestro. Si
alguien ha actuado de cierta manera y ha experimentado una consecuencia
particular, tanto la conducta como la consecuencia le pertenecen a esa persona.
Si alguien está en negación o no puede pensar claramente acerca de un asunto en
particular, esa confusión le pertenece a él o a ella. Si alguien tiene una
capacidad limitada para amar y ser solícito, o está impedido para ello, ésa es
su propiedad, no la nuestra. Si alguien no tiene aprobación o cariño para dar,
eso es propiedad de esa persona. Las mentiras de la gente, sus engaños, trucos,
manipulaciones, conductas abusivas, conductas inadecuadas y conductas
tramposas, le pertenecen a ella también. No a nosotros. Las esperanzas y sueños
de la gente son propiedad suya. Sus sentimientos de culpa le pertenecen
también. Su felicidad o su desdicha es también suya. Y lo mismo sus creencias y
mensajes. Si algunas personas no se gustan a sí mismas, ésa es su elección. Las
elecciones de los demás son de su propiedad, no de la nuestra. Lo que la gente
opta por decir y hacer es asunto suyo. ¿Qué es propiedad nuestra? Nuestra
propiedad incluye nuestras conductas, problemas, sentimientos, felicidad,
desdicha, alternativas y mensajes; nuestra capacidad para amar, para ser
solícitos y cariñosos; nuestros pensamientos, nuestra negación, nuestras
esperanzas y nuestros sueños. Si permitimos que nos controlen, nos manipulen,
nos engañen, o nos maltraten, eso es asunto nuestro. En recuperación aprendemos
a tener un sentido adecuado de la propiedad. Si algo no es nuestro, no lo
tomamos. Si lo tomamos, aprendemos a devolverlo. Dejemos que los demás tengan
sus propiedades y aprendamos a poseer y a cuidar bien de las nuestras.
Hoy trabajaré por desarrollar un sentido claro de lo que me
pertenece y de lo que no. Si es mío me quedaré con él. Yo lidiaré conmigo
mismo, con mis asuntos y mis responsabilidades. Quitaré las manos de lo que no
es mío.
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