Meditaciones 29 de marzo

 

 

29 de marzo, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

"Cuando tiene lugar un hecho emocionalmente doloroso, y nos decimos que ha sido por culpa nuestra, lo que en realidad estamos diciendo es que tenemos el control de la situación: si cambiamos, el dolor cesará. Esta mecánica está detrás de mucha culpa que nos auto adjudicamos gran cantidad de mujeres que amamos demasiado. Al culparnos a nosotras mismas, nos aferramos a la esperanza de que seremos capaces de descubrir qué estamos haciendo mal para luego corregirlo, y por lo tanto controlar la situación y eliminar el dolor.La verdadera tarea consiste en enfrentarse a la situación, aceptar que es dolorosa, abandonar la ilusión del control, y pedir ayuda y guía a una Voluntad Superior".



Autoaceptación

Una mujer no puede conseguir que la cultura adquiera más conciencia diciéndole: «Cambia». Pero puede cambiar su propia actitud hacia sí misma y hacer que las proyecciones despectivas le resbalen. Eso se consigue recuperando el propio cuerpo, conservando la alegría del cuerpo natural, rechazando la conocida quimera según la cual la felicidad sólo se otorga a quienes poseen una cierta configuración edad, actuando con decisión y de inmediato recuperando la verdadera vida y viviéndola a tope. Esta dinámica autoaceptación y autoestima son los medios con los cuales se pueden empezar a cambiar las actitudes de la cultura.

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés

29 de marzo

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Pasión

Es obligación del alma ser leal a sus propios deseos.Debe abandonarse a sí misma a su pasión principal.

Rebecca West

Muchas mujeres competentes lo pasamos mal intentando distinguir entre pasión y adicción al trabajo. Cuando oímos la preocupación que surge sobre los efectos letales del trabajo compulsivo, casi nos preguntamos a nosotras mismas (o nos justificamos): «Pero ¿cuál es el problema de estar apasionada con mi trabajo? ¿Me estás diciendo que apasionarme por mi trabajo es ser adicta al mismo?» Muchos de nuestros modelos de éxito eran personas que querían ser devoradas por su trabajo. Esto nos confunde. La verdadera pasión y hacer lo que es importante para nosotras no tiene por qué destruirnos. De hecho, lo que es destructivo es cuando la pasión se convierte en compulsividad.

Mi pasión me alimenta. Mi adicción me devora. Existe una gran diferencia entre las dos.

 

29 de marzo, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Satisface tus necesidades.

Imagínate que vas caminando por un prado. Ahí, frente a ti, se abre un sendero. Al ir caminando, sientes hambre. Ve a tu izquierda, ahí hay un árbol frutal listo para la cosecha. Coge lo que necesitas. Unos pasos después, te das cuenta de que tienes sed. A tu derecha hay un manantial de agua fresca. Cuando te sientes cansado, surge un lugar para descansar. Cuando te sientes solo, aparece un amigo para caminar junto a ti. Cuando te pierdes, aparece un maestro con un mapa. Al poco tiempo, percibes el flujo: necesidad y provisión; deseo y satisfacción. Quizá, piensas: Alguien me ha dado la necesidad porque Alguien había planeado satisfacerla. Tal vez tenía que sentir la necesidad para que pudiera darme cuenta de ella y aceptar el regalo. Quizá cerrar mis ojos al deseo cierra mis abrazos para la satisfacción del mismo. Demanda y provisión, deseo y satisfacción, un ciclo continuo, a menos que nosotros lo rompamos. Todas las provisiones necesarias ya han sido planeadas y provistas para este viaje.

Hoy se me proveerá de todo lo que necesito.

29 de Marzo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

El amor es una expresión y una afirmación de la autoestima, una respuesta a nuestros propios valores en la persona de otro.

Ayn Rand

Tal vez el esfuerzo de amarnos mutuamente sea una lucha que se presente a diario, y puede dificultarse más porque seguimos tropezando en nuestros intentos por amarnos a nosotras mismas. Muchas de nosotras hemos vivido toda nuestra vida adulta sintiéndonos inadecuadas, tontas, carentes de atractivos y temiendo lo peor en nuestras relaciones con los demás.

Pero esa fase, esa lucha, ha pasado ya. Cada mañana vemos en el espejo a una mujer que nos gusta. Ayer realizamos una tarea o hicimos un favor que ahora nos hacen sentirnos bien. Y cuando nos sentimos bien por nuestros logros, vemos amorosamente a las personas que nos rodean. El amor a nosotras mismas nos hace más fácil amar a los demás. Amarnos a nosotras mismas exige práctica, pues es una conducta nueva. Podemos empezar evaluando lo que hacemos en lugar de lo que aún no hemos hecho y elogiándonos a nosotras mismas. Al alimentar nuestro yo interno invitamos a que los valores que estamos desarrollando se manifiesten con mayor plenitud. Esos valores nos conducen hacía nuevas situaciones y nuevas oportunidades de realización, y finalmente nos llevarán a amar a la mujer que cada mañana nos mira desde el espejo.

El amor a mí misma me hace sensible y compasiva con los demás. Es el bálsamo que cura todas las heridas y que se multiplica a medida que es expresado. Comenzaré con una sonrisa.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre