Meditaciones 16 de marzo

 

 

16 de marzo, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Muy pocas entre nosotras, las mujeres que amamos demasiado, tenemos en lo profundo de nuestro ser la convicción de que merecemos amar y ser amadas sencillamente porque existimos, en cambio, creemos que ocultamos terribles culpas y defectos, y que debemos realizar buenas acciones para repararlos. Vivimos con la culpa de cargar con estas faltas, y con terror de ser descubiertas. Nos esmeramos con gran esfuerzo en demostrar que somos buenas porque no creemos que lo seamos.

 


Aceptación

Cabría pensar que, tras haber encontrado su propio territorio psíquico, las mujeres tendrían que sentirse desbordantemente felices. Pero no es así. Durante algún tiempo por lo menos, se sienten terriblemente desconfiadas. ¿De veras me aprecia esta gente? ¿De veras me encuentro a salvo aquí? ¿Me perseguirán? ¿Podré dormir ahora de verdad con los dos ojos cerrados? ¿Está bien que me comporte como… un cisne? Al cabo de algún tiempo los recelos desaparecen y se inicia la siguiente fase del regreso a la propia persona que consiste en la aceptación de la singular belleza del propio ser, es decir, del alma, salvaje de la que estamos hechas.

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés

16 de marzo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Sólo podrás experimentar la intimidad con otro ser humano si has encontrado la paz en tu interior.

Angela L. Wozniak

Intimidad significa revelación, nuestra expresión total ante otra persona. Nada que ocultar. Todo al descubierto. Tiene sus riesgos, por supuesto: rechazo, crítica, tal vez el ridículo. Pero el consuelo que sentimos en nuestro interior es directamente proporcional a la paz que dicho acto nos hace conocer. Cada día que nos comprometemos con la recuperación, hallamos un poco más de paz. Cada conversación que sostenemos con nuestro poder superior nos da un poco más de seguridad. Cada vez que dedicamos toda nuestra atención a las necesidades de otra persona, sentimos que nuestras cargas se aligeran. La paz viene en etapas. Mientras más nos convencemos de nuestra debilidad, más paz alcanzamos. Cuanto mayor sea la frecuencia con que recurrimos a un poder superior a nosotras, más disminuirán nuestras resistencias. Al perdonarnos a nosotras mismas y a los demás, se incrementa nuestro aprecio por la vida y nuestra humildad se perfecciona. Ahí es donde se encuentra la paz. Cada una de nosotras es una parte indispensable del espíritu creativo del mundo. Todos los aspectos de nuestra vida están bajo control. Podemos estar en paz. Somos quienes necesitamos ser. La intimidad me permite ayudar a que otra persona viva también una vida plena y llena de paz.

Hoy tenderé la mano a alguien.

16 de marzo, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Energía positiva

Es fácil observar a nuestro alrededor y darnos cuenta de lo que está mal.Observar qué está bien lleva su práctica. Muchos de nosotros hemos vivido rodeados de negatividad durante años. Nos hemos vuelto expertos en señalar qué está mal en los demás, en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestro día, en nuestras relaciones, con nosotros mismos, con nuestra conducta, con nuestra recuperación. Queremos ser realistas, y nuestra meta es identificar la realidad y aceptarla. Sin embargo, a menudo no podemos evitar practicar la negatividad. El propósito de la negatividad suele ser la aniquilación. El pensamiento negativo acrecienta el problema. Nos aleja de la armonía. La energía negativa sabotea y destruye. Tiene una poderosa vida propia. Y también la tiene la energía positiva. Cada día, podemos preguntarnos qué está bien, qué es bueno, acerca de otras personas, de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestro día, de nuestras relaciones, de nosotros mismos, de nuestra conducta, de nuestra recuperación. La energía positiva cura, es conducto del amor y transforma. Escoge la energía positiva.

Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir la negatividad. Transforma mis creencias y mi pensamiento, desde su núcleo, de negativo a positivo. Ponme en armonía con el bien.

16 de marzo

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Lágrimas

Se me ha dicho que llorar me hace suave y, por lo tanto, insignificante. Es como si nuestra suavidad fuera el precio que hay que pagar por el poder, en lugar de ser el precio que se paga sencillamente con más facilidad y frecuencia.

Audre Lorde

Nuestras lágrimas y nuestra suavidad no se valoran demasiado en esta sociedad, especialmente en el lugar de trabajo. En el pasado, las mujeres fueron inducidas a creer que podían ganar poder indirecto y manipulador a través de las lágrimas y su amable disposición para cuidar de los demás. Muchas mujeres de hoy día nos hemos negado a utilizar nuestras lágrimas y nuestra amabilidad para conseguir lo que queremos. Desgraciadamente, este rechazo de nuestra parte más amable ha tenido como consecuencia que resultemos más rudas y agresivas, y que hayamos perdido nuestra totalidad. Nosotras no somos sólo suaves ni sólo rudas. Simplemente somos.

Compartir mis lágrimas y mi suavidad es un acto de amor. Compartir mi fuerza y mi seguridad es también un acto de amor. Cuando me comparto a mí misma, estoy amando.

 

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