Meditaciones 3 de febrero


╚╔

3 de febrero, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Cuando te enfrentas a alguien de quien esperas una respuesta determinada, no te estás enfrentando en absoluto: estas rogando, tal vez con enfado.

Cuanto más requieras una reacción concreta de parte de algún individuo, tanto más depende tu bienestar de ese individuo, y más probabilidades tienes de chocar contra su defensa y su resistencia.


 

Integridad

Nuestro espíritu se fortaleció gracias a nuestra naciente integridad. La formación de valores, esencial para nuestro carácter, fue sólo uno de los resultados positivos que encontramos en el Cuarto Paso.

Funciona como y porque (Décimo Paso)

3 de febrero

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Tiempo de soledad

Irme a la cama sola, cuando la habitación está todavía absolutamente en calma y oscura, se ha convertido en otra perversión secreta.

Norma Jean Harris(Sheila Ballantyne)

Una cosa tan simple como ésta: “Irse a la cama sola, cuando la habitación está todavía absolutamente en calma...”. Con frecuencia hemos sentido que, si tomábamos tiempo para nosotras mismas, se lo estábamos quitando a nuestros hijos, a nuestros maridos, o a nuestro trabajo y que, por lo tanto, tenía que ser una perversión.

Hay tan pocos momentos en el día que sean tan preciosos para nosotras. Esos pocos momentos después de haber despedido a todo el mundo ese día en los que podemos respirar... esos momentos solas en el coche, en el autobús, o en el metro, cuando nadie alrededor nos conoce ni puede molestarnos... esos momentos anhelados en el cuarto de baño cuando no hay nadie allí... incluso esos momentos robados en que estamos solas fregando los platos, son preciosos para nosotras.

Está bien. Los momentos para estar solas y la necesidad que tenemos de ellos no son una perversión, son una fuerza que da vida.

 3 de febrero, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Cuando dejamos de tomar tan en serio nuestros errores, dejamos de temerlos. Es inmensamente importante que aprendamos a reinos de nosotras mismas.

Catherine Mansfield

El perfeccionismo y su control sobre nuestra vida obstruyen seriamente el camino de nuestro crecimiento y de nuestro bienestar emocional, espiritual e incluso físico. Probablemente, las lecciones de la vida surgen más de los errores que del éxito. Nuestros fallos nos enseñan a ser humildes, pues con ellos aprendemos a buscar la ayuda y la orientación de los demás. También aprendemos a no desesperarnos con los fracasos de los otros. Fallamos porque somos humanos.  

Cuando dejamos de temer al fracaso, nos liberamos para intentar mayores proezas. Nos atrevemos a aprender más, y con ello la vida se vuelve más completa, no sólo la nuestra, sino también la de quienes están en contacto con nosotras.

Al reírnos de nuestros errores, nos resulta más fácil arraigarnos a intentarlo otra vez. La risa nos conserva jóvenes y nos ayuda a descubrir la felicidad de cada día.

Hoy fracasaré en alguna de las cosas que me propongo hacer. Y, sin embargo, puedo reírme de ello.

Mi risa me abrirá el camino para otro intento.

3 de febrero, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Rechazo a la vergüenza

La vergüenza puede ser una fuerza poderosa en nuestra vida. Es la marca de fábrica de las familias disfuncionales.

El legítimo, auténtico sentimiento de culpa es sentir o pensar que lo que hicimos no estuvo bien. Nos indica que necesitamos cambiar o alterar nuestra conducta, o que necesitamos reparar un daño.

La vergüenza es la agobiante sensación negativa de que no está bien ser lo que somos. La vergüenza es una situación en la que no hay forma de ganar. Podemos cambiar nuestros comportamientos, pero no podemos cambiar lo que somos. La vergüenza nos puede hundir en conductas contraproducentes y, a veces, autodestructivas. ¿Cuáles son las cosas que nos hacen sentir vergüenza? Podemos sentirnos avergonzados cuando tenemos un problema o cuando el que lo tiene es alguien a quien amamos. Podemos sentir vergüenza por haber cometido errores o por haber tenido éxito. Podemos sentirnos avergonzados por ciertos sentimientos o pensamientos. Podemos sentirnos avergonzados cuando nos divertimos, cuando nos sentimos bien, o cuando somos suficientemente vulnerables para mostrarnos a los demás. Algunos de nosotros nos sentimos avergonzados por el simple hecho de ser.

La vergüenza es un hechizo que otros nos echan encima para controlarnos, para que sigamos desempeñando nuestro papel en sus sistemas disfuncionales. Es un hechizo que muchos de nosotros hemos aprendido a echarnos encima solos.

Aprender a rechazar la vergüenza puede cambiar tu calidad de vida. Está bien que seamos lo que somos. Somos suficientemente buenos.

Nuestros sentimientos están bien. Está bien nuestro pasado. Está bien tener problemas, cometer errores y batallar para encontrar nuestro camino. Está bien ser humanos y apreciar nuestra humanidad.

Aceptarnos a nosotros mismos es el primer paso hacia la recuperación. Dejar ir la vergüenza acerca de quienes somos es el siguiente paso importante.

Hoy vigilaré las señales que me indican que he caído en la trampa de la vergüenza. Si me hundo en la vergüenza, saldré aceptándome a mí mismo y afirmando que está bien ser como soy.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre