Meditaciones 15 de febrero
15 de febrero, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Tu alma ha diseñado para ti esta vida que tienes para que aprendas sus lecciones. Da las gracias a todas las personas que fueron tus maestros.
Confianza
Vivir
espiritualmente tiene que ver con reconocer que podemos seguir creciendo. «No
es un momento de rayos y centellas, sino que consiste en entender con
tranquilidad que no estoy haciendo todas esas cosas malas que solía hacer. Me
siento en sintonía con mi mundo.» Empezamos a tomar conciencia de los demás y a
tener empatía hacia ellos. Recuperamos nuestra confianza y fortaleza. Nos vemos
como parte de algo más grande y tratamos de vivir en armonía con ello.
Vivir
limpios, el viaje continúa
15
de febrero, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Control
A
veces, el día gris nos da miedo. Esos son los días en que regresan los viejos
sentimientos. Podemos sentirnos necesitados, asustados, avergonzados, incapaces
de cuidar de nosotros mismos.
Cuando
esto sucede, es difícil confiar en nosotros mismos, en los demás, en la bondad
de la vida y en las buenas intenciones de nuestro Poder Superior. Los problemas
nos parecen agobiantes. El pasado parece carecer de sentido; el futuro,
desierto. Nos sentimos seguros de que las cosas que queremos en la vida nunca
sucederán.
En
esos momentos, quizá nos convenzamos de que las cosas y las personas de fuera
tienen la llave de nuestra felicidad. Ahí es cuando quizá tratemos de controlar
a la gente y a las situaciones para enmascarar nuestro dolor. Cuando te vengan
estas “loqueras codependientes”, los otros a menudo empiecen a reaccionar
negativamente a nuestro afán de controlar.
Cuando
estemos en un estado frenético, buscando la felicidad fuera de nosotros mismos
y buscando que los demás nos den paz y estabilidad, recordemos esto: Aunque
pudiéramos controlar a las personas y a las cosas, aunque obtuviéramos lo que
queríamos, seguiríamos siendo nosotros mismos. Nuestro estado emocional
seguiría siendo un torbellino.
La
gente y las cosas no nos quitan el dolor ni nos curan. En la recuperación
aprendemos que ésa es labor nuestra y que podemos llevarla a cabo usando
nuestros recursos, nosotros mismos, nuestro
Poder
Superior, nuestros sistemas de apoyo y nuestro programa de recuperación.
Con
frecuencia cuando ya estamos en paz, confiados, y hemos aceptado las cosas, nos
vienen lo que queríamos, con naturalidad y soltura.
El
sol empieza a brillar de nuevo. ¿No es divertido, y no es verdad, cómo en
realidad todo cambio comienza con nosotros?
Hoy
puedo dejar ir las cosas, las personas y mi necesidad de control. Puedo manejar
mis sentimientos. Puedo llegar a sentirme en paz. Puedo alcanzar la calma.
Puedo volver al camino y encontrar la verdadera llave de la felicidad: yo
mismo. Recordaré que un día gris es simplemente eso, un día gris.
15
de febrero
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Sentirse
loca
Mi
marido pensó que yo debía hablar a alguien sobre... mis problemas. Él piensa
que estoy dando señales de no poder llevar las cosas como lo hacía antes.
Norma
Jean Harris (Sheila Ballantyne)
¿Por
qué siempre sucede que somos nosotras las que parecemos necesitar ayuda? Es
cierto que a veces nos sentimos enloquecer, y que los sentimientos de estar
abrumadas no nos son desconocidos. Pero ¿por qué siempre recae sobre nosotras
la etiqueta de estar locas (¡si es que alguien tiene que estar loco!)?
A
veces es un alivio admitir que nos sentimos locas.
Necesitamos
a alguien con quien hablar cuando nos sentimos aisladas. Otras personas parecen
que lo llevan bien. ¿Por qué no podemos nosotras llevarlo bien? Al menos,
hablar con alguien o ir a un grupo en donde hay otras mujeres nos ayuda a
reconocer que no somos las únicas en tener este tipo de sentimientos. Buscar
ayuda y apoyo puede ser un punto de inflexión. A fin y al cabo, los grupos de
personas adictas al trabajo son gratuitos.
Quizá
mi incapacidad para enfrentarme a una situación de locura “como lo hacía antes”
es un signo de mi paso hacia la salud.
15
de febrero, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Las
circunstancias fortuitas son los moldes que dan forma a la mayoría de las vidas
humanas.
Augusta
Evans.
Generalmente
explicamos nuestra buena fortuna o la de algún amigo como el hecho de estar en
el lugar adecuado en el momento preciso. Pero es bueno que nos demos cuenta del
esfuerzo necesario para estar en el lugar correcto precisamente en el momento
justo.
Probablemente
hemos oído muchas veces en las reuniones que el horario de Dios no coincide
necesariamente con el nuestro, y que los hechos sucederán como a Dios
programado para encajar en un esquema mayor que el limitado por nuestro ego. Y,
con frecuencia, nuestra paciencia se agota porque no conocemos los designios de
Dios. Pero podemos estar seguras de que las puertas se nos abrirán a tiempo.
Las oportunidades se presentan cuando estamos listas para ellas. No hay un solo
momento que no nos invite a dar y recibir un mensaje especial, una lección
particular. Siempre estamos bajo el cuidado de Dios, y cualquier circunstancia
de nuestra vida nos ayuda a dar forma a la mujer que estamos llamadas a ser.
Contemplaré
el lugar en el que me encuentro hoy daré gracias por él, pues es adecuado para
mí en este momento y me prepara para las aventuras por venir.
Comentarios
Publicar un comentario