Meditaciones 1 de febrero

 

 

1 de febrero, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
La mejor preparación para tu futuro consiste en desarrollar mayor comprensión y tolerancia hacia ti misma y hacia todas aquellas personas que han pasado por tu vida.


 

    Una frase clave en tu carta es, a mi entender, “Supongo que sólo necesito moderar mis sentimientos”. ¡Ojalá fuera así de fácil! Dado que estamos hablando de la adicción a las relaciones, esa frase tiene una ingenuidad tan optimista como un alcohólico que dijera: “Creo que sólo necesito moderarme en la bebida.” Para no practicar una adicción se necesita algo más que conminarse a cambiar. De hecho, si eso diera resultado, no existiría la adicción. Las personas simplemente “moderarían” su conducta en el instante en que pareciera empezar a escapar a su control y allí terminaría todo.

Cartas de las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood 


1 de febrero, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Paso Dos

Llegamos al convencimiento de que un Poder Superior podría devolvernos al sano juicio.

Paso Dos de Al-Anón

Llegamos a crecer en una vida mejor a través del enorme regalo de otras personas de escucharlas, de observarlas, de ver cómo funciona en sus vidas el regalo de la recuperación.

Hay un Poder Superior a nosotros mismos. Hay una verdadera esperanza de que ahora las cosas serán diferentes y mejores para nosotros y para nuestra vida.

No estamos dentro de un programa de “hágalo usted mismo”. No tenemos que hacer uso de nuestra fuerza de voluntad para cambiar. No tenemos que forzar a que ocurra nuestra recuperación. No tenemos que obligarnos a salir del estado en que nos encontramos, ya que creemos que hay un Poder que es Superior a nosotros mismos y que este poder es el que obrará en nuestra vida. Este poder hará por nosotros lo que nuestros mayores y más diligentes esfuerzos no pueden conseguir.

Nuestro Poder Superior nos restaurará a una vida sana y beneficiosa. Lo único que hacemos nosotros es creer en él. Mira. Observa. Ve a la gente que te rodea. Ve cómo se ha curado. Y luego, descubre tu propia fe. Tu propia creencia, tu propia curación.

Hoy, a pesar de mis circunstancias, creeré hasta donde soy capaz que un Poder Superior a mí mismo puede restaurarme a una forma sana de vivir en paz, y que así lo hará. Luego, me relajaré y permitiré que Él lo haga.

1 de febrero

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Libertad

¿Cómo sirve el trabajo de mi propia vida para acabar con estas tiranías, con las corrosiones de la posibilidad sagrada?

June Jordán

A veces, cuando nos paramos a reflexionar, necesitamos creer que el trabajo que estamos haciendo tiene un significado más allá del tedio de cada día. De hecho, si no podemos ver una conexión más amplia en lo que estamos haciendo, tenemos un sentimiento de extravío o de vacío.

Sabemos, en alguna parte muy dentro de nosotras, que incluso si lo que estamos haciendo no tiene exactamente un gran significado cósmico, la manera en que lo hacemos y las interacciones que tenemos con las demás personas pueden proporcionar un sentido que va más allá de lo que hagamos. Sea la que sea nuestra actividad, siempre tenemos la oportunidad de convertirla en un trabajo sagrado.

Siempre tengo la libertad de aprovechar una oportunidad sagrada.

 

1 de febrero, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Cuando os necesité estuvisteis a mi lado. Vuestra fortaleza os hizo destacar por encima de las demás y me guiasteis. A cada una de vosotras os ofrezco mi ser, mi amor y todo lo que soy.

Deidra Sarault

Cada una de nosotras es guiada y, al mismo tiempo, somos guías de otros durante toda nuestra vida. Somos interdependientes. Donde quiera que miremos, alguien aprende de nosotras, y nosotras aprenderemos de esa persona. Generalmente no sabemos qué es lo que damos ni cuándo lo hacemos. Y pocas veces nos damos cuenta del valor de lo que recibimos en el momento en que se nos da.

Quizás nuestra reacción natural sea resistirnos a lo que nos ofrece la otra persona. Pero el paso del tiempo realzará el valor de dicha experiencia. Podemos buscar a las personas que nos dan consuelo, que nos confieren fortaleza y esperanza, que nos ayudan a vencer cualquier dificultad.

Necesitamos tanto los momentos difíciles como el suave apoyo de un amigo. Ambos elementos contribuyen al diseño que nuestra vida está formando. Los tiempos difíciles nos hacen orar y buscar descanso en los demás. Y nuestro dolor da a los demás la oportunidad de sanar nuestras heridas. Todas somos sanadoras. Y todas necesitamos la sanación.

Uno de los mayores dones de mi recuperación consiste en dar fuerza y en recibirla

 

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