Meditaciones 9 de enero
9 de enero
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Si queremos dejar de amar demasiado, primero debemos cambiar nuestra forma de actuar, luego la de pensar, y finalmente la de sentir. Si esperamos hasta sentirnos diferentes antes de conducirnos de forma diferente, jamás cambiaremos, jamás nos recuperaremos.
Tolerancia
A
medida que practicamos este paso, somos más tolerantes con los defectos de los
que nos rodean. Cuando vemos a alguien con un defecto que nosotros también hemos
tenido, sentimos compasión en vez de juzgar, pues sabemos con precisión cuánto
dolor causa esa conducta. En vez de condenar el comportamiento de otro, nos
examinamos a nosotros mismos. Como tenemos experiencia en aceptarnos, podemos
extender la compasión y tolerancia a los demás.
Funciona como y porque (Sexto Paso)
9 de enero
Meditaciones para mujeres que hacen
demasiado, Anne Wilson Schaef
Enfado
El enfado se muere en cuanto se alimenta.
Dejarlo morir lo engorda.
Emily Dickinson
El enfado no ha sido una emoción fácil para
nosotras.
Nos enfadamos cuando no se cuenta con
nosotras para una promoción. Nos enfadamos cuando nadie escucha.
Nos enfadamos cuando no se escuchan
nuestras ideas, y mucho más cuando esas mismas ideas son declaradas
“fantásticas” cuando las presenta uno de nuestros colegas masculinos. Nos
enfadamos cuando estamos tan agotadas y tensas que nos vemos de repente gritando
a las personas que más queremos. Entonces nos enfadamos por habernos enfadado,
e intentamos “controlarnos”.
Es importante recordar que los sentimientos
no son más que eso... sentimientos. Es normal que tengamos sentimientos, y es
normal que nos enfademos. El enfado sólo es dañino cuando se reprime dentro y
“muere”, como dice Emily Dickinson. Cuando lo mantenemos dentro, crece y lo
hacemos explotar sobre personas inocentes en las circunstancias más
sorprendentes. Entonces, acabamos sintiéndonos mal con nosotras mismas y
consiguiendo ser el blanco del enfado de otras personas.
Tenemos que encontrar situaciones seguras
en las que podamos dejar salir nuestro enfado. Podemos respetarlo.
Es nuestro amigo. Nos permite conocer
cuándo algo no va bien.
El enfado no es el problema. Es lo que hago
con él.
9 de enero
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada
día un nuevo comienzo:
Los chinos creen que el agua es el elemento
más poderoso porque no opone ninguna resistencia. Puede desgastar la roca y
borrar todo lo que se le ponga enfrente.
Florence Scovel Shinn
Es posible que estemos luchando contra la
no-resistencia. No resistirnos significa rendir absolutamente nuestro ego.
Este, disfrazado como falso orgullo, nos incita a emprender una lucha tras
otra. ¿Acaso no se dan cuenta de que tengo razón?, nos quejamos, y nuestra
resistencia no hace sino reproducirse a sí misma. Por el contrario, al fluir
con la vida navegamos en sus ondas y renunciando a nuestro ego liberamos una
energía que alivia la situación y calma las vibraciones negativas de nuestro
entorno. La paz viene a nosotras. Cada vez que nos humillamos voluntariamente
encontramos la serenidad.
La resistencia me resulta más conocida,
pero la no-resistencia significa crecimiento y paz.
Hoy trataré de alcanzar la serenidad.
9 de enero
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Responsables de nosotros mismos
Hemos estado haciendo cosas equivocadas por
razones correctas.
Ya no seas codependiente.
Ser cuidador consiste en asumir las
responsabilidades de los demás, al tiempo que descuidamos la responsabilidad
que tenemos para con nosotros mismos. Cuando de manera instintiva nos sentimos
responsables de los sentimientos, de los pensamientos, de las elecciones, de
los problemas, de la comodidad y del destino de los demás, somos cuidadores.
Quizá creamos, a nivel inconsciente, que
los otros son responsables de nuestra felicidad, tal y como nosotros somos
responsables de la suya.
Ser una persona considerada, amorosa y
cariñosa es una meta meritoria. Pero ser una persona cuidadora significa
descuidarnos a nosotros mismos hasta el punto de sentirnos victimados. Ser
cuidador implica cuidar a los demás de tal forma que les impida aprender a ser
responsables de sí mismos.
Ser cuidador no funciona. Lástima a los
demás y también nos hiere.
La gente se enoja, se siente lastimada,
usada y victimada, y nosotros también.
La conducta más amable y generosa que
podemos elegir es la de asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros
mismos, por lo que pensamos, sentimos, queremos y necesitamos. Lo más
beneficioso que podemos hacer es ser fieles a nosotros mismos y dejar que los
demás asuman su propia responsabilidad.
Hoy le pondré atención a mis propias
responsabilidades. Dejaré que los demás hagan lo mismo. Si tengo dudas acerca
de cuáles son mis responsabilidades reales, haré un inventario.
Comentarios
Publicar un comentario