Meditaciones 8 de enero
☺☻
8 de enero
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Por tu propio bien es necesario que te recuperes de amar demasiado, pero cuando dejas de sufrir, tu recuperación puede ser tan atractiva para los demás, que puede así comenzar a emprender el camino de su propia recuperación.
La recuperación puede ser tan contagiosa como la adicción.
Aceptación
Para
practicar el principio de aceptación, debemos hacer algo más que limitamos a admitir
que somos adictos. Cuando aceptamos nuestra adicción, sentimos un profundo cambio
interno que se acentúa por una creciente sensación de esperanza. También empezamos
a sentir cierta paz. Hacemos las paces con nuestra adicción, con nuestra recuperación
y con el significado que esas dos realidades llegarán a tener en nuestra vida.
No nos asusta un futuro de asistencia a reuniones, contacto con un padrino y trabajo
de pasos, sino que empezamos a ver la recuperación como un don valioso, y el trabajo
relacionado con ella como algo igual de problemático que cualquier otra rutina de
la vida.
Guía
para trabajar Los Pasos de NA (Primer Paso)
8 de enero
Meditaciones para mujeres que aman
demasiado, Anne Wilson Schaef
La necesidad de alcanzar objetivos
Algunas de nosotras nos estamos
convirtiendo en los hombres con los que nos hubiera gustado casarnos.
Gloria Steimen
Conseguir una posición importante en una
buena compañía es una ardua hazaña. Muchas de nosotras hemos trabajado duro
para llegar a donde estamos y estamos orgullosas de nuestros logros.
El éxito exige sacrificios y concentración,
y hemos aprendido ambas cosas. Hemos situado el trabajo por delante de
cualquier otra cosa en nuestra vida. Hemos aprendido a competir y a transigir.
Hemos aprendido a vestirnos como los hombres y a comportarnos en los círculos
masculinos. Hemos aprendido a ser rudas y a “hacernos las fuertes” cuando es
necesario. Queríamos obtener una posición en un mundo de hombres y la hemos
conseguido. Hemos aprendido a jugar el juego.
Ya es tiempo de detenernos y considerar qué
es lo que nos ha ocurrido en este proceso.
¿Somos las mujeres que queremos ser?
¿Me pregunto si no me habré convertido
realmente en el hombre con el que me hubiera gustado casarme?
¿Le gustaría a esta mujer tan clara y tan
sana casarse conmigo?
8 de enero
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada
día un nuevo comienzo:
Para hacer cambios en cierta área de
nuestras vidas podríamos empezar modificando la forma en que hablamos del
asunto, la manera en que actuamos al respecto, la actitud que manifestamos a
las decisiones relacionadas con ella.
Jean Illsey Clarke
Actuar “como si…” tiene mucha fuerza, pues
es el primer paso que nos lleva a cambiar nuestra actitud y a renovarnos como
mujeres. Si somos tímidas y nos da miedo conocer gente nueva y, a pesar de
ello, actuamos serenamente y tendemos las manos en forma amistosa, no sólo nos
comportaremos de una manera nueva, son que también nos sentiremos bien al
hacerlo. Cada acto que emprendíamos de esta manera nos asemejará cada vez más a
la mujer cuya conducta estamos representando. Cada cambio positivo que
realicemos incrementará nuestra autoestima. El hecho de darnos cuenta de que
nuestros propios actos nos llevan a convertirnos en el tipo de mujer que
admiramos nos da valor y, de hecho, fomenta en nosotras el entusiasmo necesario
para continuar cambiando. La realización de cambios positivos en nuestra vida
es el material del que está hecha la autoestima. Cada conquista nos hace más
fácil intentar la siguiente.
Hoy aceptaré la oportunidad de actuar “como
si” Pudiese manejar una situación de la que antes solía huir.
8 de enero
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Vulnerabilidad
Algunos de nosotros hemos tomado la
decisión de que nadie nos iba a volver a lastimar. Podemos recurrir
automáticamente al “congelamiento de sentimientos” cuando encaramos dolor
emocional. O bien, podemos terminar una relación en cuanto nos sentimos heridos.
Que a veces nos hieran es parte de la vida,
de las relaciones y de la recuperación.
Es comprensible que no queramos sentir más
dolor. Muchos ya hemos tenido más que suficiente. De hecho, en alguna época de
nuestra vida quizá nos hayamos visto agobiados, extenuados o nos hayamos
detenido en nuestro camino por el profundo dolor que sentíamos. Quizá no
hayamos tenido los recursos para lidiar con nuestro dolor o cuidar de nosotros
mismos.
Pero eso fue ayer. Hoy no tenemos por qué
temerle tanto al dolor.
Este no tiene por qué agobiarnos. Nos
estamos volviendo bastante fuertes para manejar nuestros sentimientos cuando
nos sentimos lastimados. Tampoco tenemos que convertirnos en mártires, diciendo
que el sufrimiento y el dolor es lo único que existe en la vida.
Lo único que necesitamos es que cuando sea
apropiado, nos permitamos sentirnos vulnerables para sentirnos heridos y
tomemos responsabilidad de nuestros sentimientos, de nuestras conductas y de lo
que necesitemos hacer para cuidar de nosotros mismos. No tenemos que analizar
nuestros sentimientos ni justificarlos. Necesitamos sentirlos y no dejar que
controlen nuestra conducta.
Quizá nuestro dolor nos esté mostrando que
necesitamos fijar un límite, que estamos yendo en dirección equivocada o quizá
esté disparando un profundo proceso curativo.
Está bien sentirnos heridos, llorar,
curarnos, experimentar el siguiente sentimiento, pero sólo cuando sea tiempo
para ello.
Nuestra disposición y capacidad para
sentirnos lastimados con el tiempo igualarán nuestra disposición y capacidad
para sentir alegría.
Estar en recuperación no significa ser
inmune al dolor; significa aprender a cuidar amorosamente de nosotros mismos
cuando nos sintamos dolidos.
Hoy no me lanzaré en contra de los que me
causan dolor. Sentiré mis emociones y asumiré la responsabilidad de ellas.
Aceptaré el hecho de sentirme herido como parte del tener relaciones. Estoy
dispuesto a rendirme tanto al dolor como a las alegrías de la vida.
Comentarios
Publicar un comentario