Meditaciones 10 de enero


10 de enero,

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Ninguna de nosotras ha inventado una nueva clase de terrible secreto o de terrible daño. Los secretos que guardamos nos impiden la recuperación.


 

Conexión

Cuando sabemos lo que somos, también nos damos cuenta de que los demás, igual que nosotros, tratan de hacer las cosas lo mejor que pueden. Cuando comprendemos que todos estamos expuestos a las mismas inseguridades y fracasos, y que todos tenemos sueños para el futuro, sentimos una conexión auténtica con los demás.

Guía para trabajar Los Pasos de NA (Séptimo Paso)

10 de enero

Meditaciones para mujeres que hacen demasiados, Anne Wilson Schaef

Proyectos pendientes/Negatividad

No valoro lo que hago porque tengo demasiados proyectos pendientes que todavía no he realizado.

Chris

Las adictas al trabajo somos la clase de personas que vemos el vaso medio vacío en vez de verlo medio lleno.

Es mucho más fácil ver lo que no hemos hecho que lo que ya hemos realizado.

Con frecuencia, si nos detenemos simplemente a hacer el balance, nos damos cuenta de haber hecho bastante.

De hecho, probablemente estemos muy cerca de los límites del trabajo estupendamente realizado.

Por desgracia, perdemos la oportunidad de asombrarnos de nuestras maravillas porque nos hemos puesto tantas tareas por hacer que todo lo hecho parece insignificante en relación con lo que (¡siempre!) queda por hacer. Nuestro propio espectador siempre ve el lado negativo.

Hoy es el día de toma de conciencia de todo lo que he hecho. Festejarlo puede ser una buena idea.

10 de enero,

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Cuando has reído y te has divertido, tu ser físico y mental se renueve completamente.

Catherine Ponder

Norman Cousing, en su libro / Anatomía de una enfermedad, describe cómo curó su enfermedad terminal con la risa. La risa recarga todo nuestro ser y activa cada una de nuestras células. Volvemos a la vida, y la vitalidad nos restaura física y emocionalmente. Muchas de nosotras necesitamos salud física y emocional, pero quizás hemos pasado por alto ocasiones de reír por estar atrapadas en una postura negativa.

Por desgracia, para muchas de nosotras la negatividad se vuelve algo habitual. Nunca es demasiado tarde para dar un giro a nuestras vidas, para reír en lugar de quejarnos. Si elegimos ver el lado amable de la vida y decidimos reírnos de nuestros errores, disminuiremos nuestro dolor emocional y físico. La risa fomenta el bienestar y crea hábito, y lo mejor de todo es que es contagiosa. Al hacer reír a los demás podemos sanarnos también.

Todas deseamos la salud y la felicidad en nosotras mismas y en los demás, y podemos obtenerla si la creamos. Quizás una buena carcajada sea el mejor remedio para aquello que nos hace sufrir.

Hoy buscaré oportunidades de dar un poco de esta medicina.

10 de enero,

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Miedo

No seas demasiado tímido y escrupuloso acerca de tus actos. La vida entera es un experimento. Cuantos más experimentos hagas, mejor. ¿Qué importa si éstos son un tanto burdos y te empapas o te rasgas la ropa, o si fracasas y te revuelcas en la tierra una o dos veces? Te levantas de nuevo; nunca debes tenerle tanto miedo a una caída.

Ralph Waldo Emerson.

El miedo puede ser un gran obstáculo para muchos de nosotros: miedo a la fragilidad, miedo al fracaso, miedo a cometer un error, miedo al qué dirán, miedo al éxito. Quizá dudemos tanto de nuestra siguiente acción o palabra que acabemos convenciéndonos de no participar en la vida.

“¡Pero ya fracasé antes!” “¡No puedo hacerlo bien!” “¡Mira lo que me pasó la última vez!” “¿Qué pasaría si...?” Estas afirmaciones pueden ser un disfraz del miedo. A veces, el miedo es el disfraz de la vergüenza.

Después de que terminé los primeros dos capítulos de un libro que estaba escribiendo, los leí e hice una mueca. “No están bien”, pensé. “No puedo hacerlo”. Estaba lista para tirar los capítulos por la ventana y tirar también mi carrera como autora.

Una amiga escritora me llamó y le conté mi problema. Ella me escuchó y me dijo: “Esos capítulos están bien. Deja ese miedo. Deja de criticarte a ti misma y sigue escribiendo”.

Seguí su consejo. El libro que estuve a punto de tirar a la basura se convirtió en un éxito de ventas del New York Times.

Relájate. Nuestro mejor esfuerzo es suficientemente bueno. Puede ser mejor de lo que pensamos. Incluso nuestros fracasos pueden convertirse en importantes experiencias de aprendizaje que nos lleven directamente al éxito, y que sean necesarias para él.

Siente el miedo y luego déjalo ir. Decídete y hazlo, sea lo que sea. Si nuestros instintos y nuestro sendero nos han traído hasta aquí, aquí es donde debemos estar.

Hoy participare en la vida al máximo de mi capacidad, sin importarme el resultado. Eso me hace ser un ganador.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre