Meditaciones 25 de enero

 

 

25 de enero, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Una de las características principales del amar demasiado es una tremenda dependencia, a menudo oculta tras una aparente fortaleza.

 


Integridad y dignidad

La idea de integración está estrechamente ligada al principio espiritual de la integridad. Integridad es unidad con uno mismo. Somos la misma persona estemos donde estemos. El compromiso con nuestros valores, tal como los concebimos, no se basa en la conveniencia ni en la circunstancia. No hace falta que finjamos ser quienes no somos o mostrar un lado y ocultar el resto para funcionar o que nos acepten. Sentirse cómodo consigo mismo resulta atractivo. Cuando practicamos la integridad, podemos conducirnos con dignidad encontremos o no aprobación fuera de nosotros. Sabemos quiénes somos.

Vivir limpios, el viaje continúa

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Dejarlo estar

Cuando estoy demasiado preocupada con algo, siempre me detengo y me pregunto a mí misma en qué afectará el asunto de que se trate a la evolución de la especie humana en los próximos diez millones de años, y esta pregunta siempre me ayuda a recobrar la perspectiva.

Anne Wilson Schaef

“Las pequeñas cosas importan mucho”, especialmente cuando concentramos nuestra atención en ellas, nos obsesionamos y las rumiamos, sin ser capaces de dejarlas estar. A veces, en nuestra enfermedad, continuamos dando vueltas a pensamientos perturbadores en nuestra mente, creyendo que seguramente descubriremos alguna solución si pensamos suficientemente y comprobamos todos los puntos de la cuestión.

Cuando tenemos esta actitud, es seguro que hemos empezado el proceso adictivo y de que pensaremos hasta morir. Yo he descubierto que siempre que estoy en medio de mi proceso de adicción he perdido perspectiva.

De repente me he convertido en el centro del universo y mis problemas son los únicos del mundo.

Siempre me ayuda ir hacia atrás y darme cuenta de que, sea cual sea el problema que tenga, probablemente no tiene proporciones universales. Esta toma de perspectiva me ayuda a ver que soy impotente sobre mi pensamiento de locura, y de que éste está haciendo que mi vida esté enajenada. En este punto puedo volver a tomar contacto con mi conocimiento de que un poder más grande que yo puede restablecer mi cordura, y puedo plantear el problema a este poder superior.

Una de las cosas que perdemos en el proceso de la enfermedad de la adicción es la perspectiva.

25 de enero, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

El Paso Uno

Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

Paso Uno de Al-Anón

Para los codependientes en recuperación, hay muchas versiones diferentes del Paso Uno. Algunos de nosotros admitimos la impotencia ante el alcohol o ante el alcoholismo de otra persona. Otros admitimos la impotencia ante la gente; otros más ante el impacto de haber crecido dentro de una familia de alcohólicos.

Una de las palabras más significativas del Primer Paso es la palabra admitimos, así, en plural. Nos hemos reunido porque tenemos un problema en común, y al reunirnos, encontramos una solución común.

Al ser miembros de algún programa de Doce Pasos, muchos de nosotros descubrimos que, aunque nos hayamos sentido solos en nuestro dolor, otros han experimentado un sufrimiento similar. Y ahora muchos se están uniendo en una recuperación similar. Admitimos, ¿quiénes? nosotros. Una parte importante de la recuperación. Una experiencia compartida. Una fuerza que se comparte, que es más fuerte porque se comparte. Una esperanza compartida, de una vida y relaciones mejores.

Hoy estaré agradecido por toda esa gente alrededor del mundo que se llama así misma “codependiente en recuperación”. Me ayuda saber que cada vez que uno de nosotros da un paso hacia adelante, empuja al grupo entero hacia adelante.

25 de enero, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Ha comenzado el tiempo de la disciplina, Cada una de nosotras es alumna de quien pueda enseñarle que necesita aprender.

María Isabel Barreno

“Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro”. Con frecuencia las lecciones de la vida surgen inesperada e ineludiblemente y se presentan según un esquema de tiempo que es divino. A medida que crecemos emocional y espiritualmente, nos preparamos para recibir nuevas lecciones cuyos maestros aparecerán en su momento. Quizás el maestro sea una relación amorosa, una pérdida difícil o un hijo haragán. El aprendizaje casi nunca está libre de dolor y de cuestionamiento. Pero esas experiencias y sus enseñanzas nos preparan para aprender. Cuando estamos listas, las experiencias se presentan.

Todas disfrutamos los momentos tranquilos en los que navegamos apaciblemente, cuando todo está bien, no cuando sentimos dolor. Y esos períodos sirven a un propósito. Nos preparan para recibir las lecciones que nos conducirán a una recuperación más sólida, que nos darán un sentido más fuerte de nosotras mismas. Entender que todo va bien es la lección básica que debemos aprender. Todo va bien. El maestro es la guía hacia próximo peldaño de la escalera.

Hoy agradeceré las lecciones que he recibido y sabré que todo está bien.

 

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