Meditaciones 11 de enero

 

11 de enero

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Recurrir a anécdotas de nuestra infancia como excusa para explicar cualquiera de nuestras actuales conductas, actitudes o características poco sanas es un irresponsable acto de autoindulgencia.Las circunstancias difíciles y los desgraciados efectos de esos años de infancia nos dan pistas que conducen hacia el fin para el que estamos destinadas en nuestras vidas, hacia la experiencia, la victoria, la comprensión y el perdón.


 

Sensatez

Aprendí a orar como una forma de practicar el contacto consciente. Ahora veo que, si logro acordarme de mi Poder Superior en el aquí y ahora, mi vida se convierte en una oración, la meditación activa mi sensatez y existo en la voluntad de mi poder Superior. Soy espiritualmente libre, estoy muy lejos de la adicción activa y muy cerca de la felicidad pura de vivir el momento.

Vivir limpios, el viaje continúa

11 de enero

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Cambio/Seguridad

Las personas cambian y olvidan comunicárselo entre sí.

Lillian Hellman

¡Con qué tenacidad nos aferramos al espejismo de que nuestras vidas están en orden y seguirán estándolo!

¡Qué resistentes somos al proceso normal de cambio!

Con frecuencia nos sentimos personalmente atacadas si alguna persona cercana y querida cambia sin clarificar esos cambios antes con nosotras. De algún modo, hemos llegado a creer que la seguridad y el estancamiento son sinónimos.

El cambio es la manifestación de nuestra capacidad de crecer y de devenir. Cuando sucede en las personas más cercanas y queridas de nosotras es una oportunidad de celebración. Cuando ocurre dentro de nosotras, nos permite compartirnos a nosotras mismas en un nuevo nivel. Cuando intentamos proteger a los demás de la toma de conciencia de nuestros cambios, estamos siendo inauténticas. Nadie puede cuidar de quienes somos a menos que sepa quiénes somos.

La única constante es el cambio.

11 de enero

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Deja ir el sentimiento de culpa

“Hay un buen truco que usan las personas que tienen una relación disfuncional”, dijo una mujer en recuperación. “El otro hace algo mal o algo equivocado y luego se queda allí parado hasta que te sientes culpable y terminas ofreciendo disculpas.”

Muchas veces, las cosas por las que nos sentimos culpables no son asunto nuestro. Cuando alguna persona se comporta en forma incorrecta, de alguna manera está violando nuestros límites. Si nos oponemos a esa conducta, la persona se enoja y se pone a la defensiva. Entonces, nosotros nos sentimos culpables.

El sentimiento de culpa puede impedir que fijemos los límites que nos conviene establecer y que les convienen también a los demás. El sentimiento de culpa puede impedir que cuidemos sanamente de nosotros mismos.

No debemos permitir que los demás estén seguros de que siempre nos sentiremos culpables. No tenemos que permitirnos que la culpa nos controle, sea merecida o no.

Podemos romper la barrera de la culpa que nos impide cuidar de nosotros mismos. Empuja. Empuja más fuerte. No tenemos la culpa, ni estamos locos ni equivocados. Tenemos derecho a fijar límites y a insistir en que se nos trate en forma adecuada. Podemos separar nuestros problemas de los demás y dejar que cada persona experimente las consecuencias de su propia conducta, incluyendo el sentimiento de culpa. Podemos confiar en nosotros mismos para saber cuándo están siendo violados nuestros límites.

Hoy dejaré ir mis pequeños y mis grandes sentimientos de culpa. La luz y el amor están de mi lado.

11 de enero

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

El miedo es sólo una ilusión que produce la sensación de separación – esa falsa impresión de aislamiento que existe sólo en tu imaginación.

Jeraldine Saunders

Todos somos uno. Somos partes del todo unidas e interdependientes. No estamos separadas de los demás excepto en nuestra mente, en nuestra falsa comprensión de la realidad. Nuestros miedos desaparecen a medida que comprendemos que estamos unidas y nos necesitamos mutuamente para completar la totalidad de la creación.

Se dice que cuando observamos nuestra conducta hacia las personas que forman parte de nuestra vida, aprendemos quiénes somos en realidad. Los demás nos muestran quiénes como y ellos son nuestro reflejo. Quizás sean partes nuestras que aún no hemos aprendido a amar. El mensaje del programa es confiar, tener fe; nuestro poder superior está a cargo de todo. Ninguna persona y ninguna situación es demasiado grande para manejarla si confiamos en el programa, si recordamos las conexiones que nos unen.

Hoy contemplaré a los demás siendo consciente de nuestra unidad.

Hoy sonreiré sin temor ante la plenitud de la vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre