Meditaciones 30 de enero
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30 de enero, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Para muchas de nosotras, la clave de la recuperación es aprender a hacer lo contrario de lo que hemos hecho siempre.
Amor
Aspiramos
todos los días a mantenernos espiritualmente equilibrados. Unas veces nos sale
mejor que otras. Cuando obramos con amor y humildad, es asombroso lo que
podemos conseguir. Dejamos de tener tanto miedo de nosotros mismos
y descubrimos el valor de defender lo que creemos.
Vivir
limpios, el viaje continúa
30 de enero
Meditaciones para mujeres que hacen
demasiado; Anne Wilson Schaef
Conciencia de sí misma
Por primera vez en muchos años, ella es
consciente
de su cuerpo, de la manera en que se mueve,
¡de la manera en que se siente moviéndose'.
Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)
Nuestro funcionamiento adictivo requiere de
nosotras que conectemos con nuestros cuerpos. De hecho, el objetivo de nuestras
adicciones es quitarnos el contacto con lo que sentimos, lo que pensamos,
nuestra atención y nuestra intuición. El trabajo adictivo y andar corriendo de
un lado a otro deja poco tiempo o energía para darnos cuenta de lo que el
cuerpo nos está diciendo acerca de nuestros sentimientos o de nuestra salud.
Hemos llegado a pensar que nuestros cuerpos
son como si no existieran y solemos sentir muy poco por debajo del cuello.
Muchas de nosotras pasamos la mayor parte de nuestro tiempo “fuera de nuestro
cuerpo”. En vez de verlo como un aliado y fuente de información importante,
hemos llegado a verlo como vehículo para la práctica de nuestra adicción, y lo
utilizamos como un objeto. Hemos olvidado que nuestro cuerpo cambia y la manera
en que se siente cambiar.
Mejor es que preste atención a los mensajes
de mi cuerpo. Si no lo hago, atraerá mi atención, tal vez mediante medidas
extremas y dolorosas.
30 de enero, Meditación Diaria para
Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Afortunadamente, el psicoanálisis no es la
única forma de resolver los conflictos internos. La vida misma sigue siendo una
terapia muy efectiva.
Karen Horney
El paso del tiempo, acompañado de la
apertura ante los mensajes en nuestras conversaciones con otros, nos da las
respuestas que necesitamos para salir de las situaciones dolorosas. La vida es
flujo y reflujo, decadencia y auge, luchas y momentos agradables. Casi nunca
nos damos cuenta de que las luchas hacen posibles los momentos felices.
Nuestros conflictos son nuestras lecciones
especiales en la vida. Podemos aprender a fluir con ellos, a movernos a través
de ellos, a confiar en el valor que tienen para nosotras como mujeres que
estamos creciendo y cambiando. Qué agradable es encontrar seguridad entre
nosotras y con ese poder mayor, el cual, si lo deseamos, pude enseñarnos el
camino hacia la solución.
La vida nunca estará libre de conflictos,
ni debe estarlo. Nuestras lecciones nos llevan a planos de conciencia
superiores. Podemos experimentar la alegría que se oculta tras el conflicto.
Podemos ayudarnos mutuamente a recordar que la dulzura de un momento está unida
de un instante anterior ya olvidado.
Todos los sucesos y experiencias están
unidos.
El sendero por el que camino, sola y con
los demás, me dará días más brillantes. Confiaré en mi camino, pues es adecuado
para mí.
30 de enero, El lenguaje del adiós de
Melody Beattie
Libertad religiosa
“.... un Poder Superior a nosotros mismos…”
“Dios, según lo concebimos” Estás palabras nos introducen a la espiritualidad
en los Doce Pasos. Son las primeras dos referencias a Dios, y en ellas se usan
esas palabras por una razón.
Cada uno de nosotros tiene la libertad de
definir y de concebir a nuestro Poder Superior -Dios- como quiera.
Esto significa que no traemos nuestra
afiliación religiosa a nuestros grupos de recuperación. Significa que no
tratemos de imponer nuestras creencias religiosas, ni lo que nosotros
entendemos por Dios, a nadie. No usamos a nuestros grupos de apoyo ni a nuestras
reuniones para ganar conversos. No tratamos de forzar los detalles particulares
de nuestras creencias religiosas en los demás. Nos damos a nosotros mismos, y a
todos los demás, el derecho a concebir personalmente a ese Poder Superior.
Hoy respetaré la concepción que las otras
personas tienen acerca de Dios, así como la mía propia. No permitiré que los
juicios de los otros acerca de mis creencias me causen angustia y ansiedad.
Buscaré crecer espiritualmente en la recuperación, con o sin la ayuda de una
religión o una denominación en particular.
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