Meditaciones 7 de junio

 

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7 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

"Muchas de las mujeres que aman demasiado tienen problemas serios con la depresión endógena. Trata de vivir una vida normal cuando se sufre una depresión endógena es como tratar de esquiar con una pierna rota: muy difícil y doloroso. Cuando luches contra la depresión, no apuntes a la perfección. Relájate, y reduce tu estrés"

 


Tolerar

Tolerar quiere decir tener paciencia, soportar, canalizar la emoción. Todas estas cosas son unas poderosas medicinas. Practícalas todo lo que puedas, pues se trata de una experiencia purificadora. No es preciso que las hagas; puedes elegir una de ellas, por ejemplo, la paciencia, y practicarla. Puedes abstenerte de hacer comentarios y murmullos de carácter punitivo, de comportarte con hostilidad o resentimiento. El hecho de abstenerse de aplicar castigos innecesarios fortalece la integridad de la acción y del alma, Tolerar equivale a practicar la generosidad, permitiendo con ello que la gran naturaleza compasiva partícipe en cuestiones que previamente han provocado emociones que van desde una leve irritación a la cólera.

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés

7 de junio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Causas/Amor

Las personas que sirven una causa no son siempre aquellas que la aman. Son aquellas que aman la vida que hay que llevar para servir dicha causa... excepto en el caso de las más puras, que son muy raras.

Simone Weil

Tomar algo a cargo es dedicarse a ello. Cuando nos damos a algo, sea nuestras familias, nuestro trabajo, nuestra iglesia o nuestras causas, llevamos un caparazón vacío. Hemos confundido demasiado nuestra educación religiosa hasta llegar a pensar que, para ser personas puras, no tiene que haber ninguna persona dentro, ningún ser. Lo que la mayoría de las disciplinas espirituales preconizan es la necesidad de abandonar el ego, la necesidad de dejar ir el yo adicto, la necesidad de reconocer nuestra singular unidad con todas las cosas. Cuando amamos una causa y nos dedicamos a ella, sacamos lo mejor de nosotras.

Aprender a acceder a mi verdadero ser y a mi unidad con todas las cosas me permite amar.

7 de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Sin disciplina no hay vida.

Catherine Hepburn

La abulia, que es la costumbre de dejar las cosas para mañana, es habitual. Quizás sea una práctica contra la que hayamos luchado durante años y que no podemos eliminar con la simple fuerza de voluntad. Pero es algo que nos consume, de eso no hay duda. ¡Cuántas veces nos hemos acostado deprimidas, desanimadas, furiosas con nosotras mismas por no terminar un trabajo que nos habíamos prometido a nosotras o a otra persona! En ocasiones la situación parece no tener esperanza. Las tareas que requieren nuestra atención se amontonan y parecen imposibles de realizar. Sin embargo, sí hay esperanza. El programa nos ofrece una sencilla solución. Sólo podemos ocuparnos del día de hoy. Si lo decidimos podemos romper el hechizo de la abulia, del letargo y de la inmovilidad. Podemos elegir cualquier tarea que requiera nuestra atención, preferentemente una pequeña, como escribir una carta, arreglar un dobladillo o hacer una cita con el médico. Decidirnos a hacer algo y llevarlo a cabo nos permite atravesar barreras que antes nos aprisionan, Entonces experimentaremos de inmediato una sensación de libertad. Actuemos desde este mismo instante y nuestra acción nos liberará. Si la abulia nos bloquea, nuestros sentidos se cierran ante los amigos que nos rodean. Es como se abandonásemos el círculo de vida. Cuando elegimos la inacción, los verdaderos dones de la sobriedad están fuera de nuestro alcance.

Me voy a liberar. Hoy realizaré una pequeña tarea que me favorecerá de algún modo especial.

7 de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

En órbita

No importa que ellos se estén haciendo daño a ellos mismos. No importa que nosotros pudiéramos ayudarlos si tan solo nos escucharan y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA.

Ya no seas codependiente

Creo que puedo hacerlo cambiar. Nadie lo ha amado y lo ha apreciado realmente antes. Yo seré quien lo haga, y entonces él cambiará.... Ella nunca ha estado antes con nadie en quien se pueda confiar. Yo demostré lo digno de ser capaz de llegar hasta ella, de conquistarla. Yo seré quien lo haga.... Nadie le ha dado realmente a él una oportunidad... Nadie antes ha creído realmente en él... Estas son señales de advertencia. Luces rojas. Banderas rojas. De hecho, si estuviéramos teniendo estos pensamientos, necesitarían ser señales de alto. Si nos hemos enganchado en creer que de alguna manera nosotros seremos aquél que marque la diferencia en la vida de alguien, si estamos tratando de probar lo buenos que podemos ser para alguien, podemos estar en un lío. Esto es un juego. Un engaño. No funcionará. Nos volverá locos. Podemos confiar en ello. No estamos viendo las cosas claramente. Algo nos está pasando a nosotros. Será contraproducente. Podremos ser "la persona" correcta”, la que acabará de víctima. El patrón de pensamiento en su totalidad destila codependencia, destila no ser responsable de uno mismo, destila victimización. Cada persona necesita hacer su propio trabajo. Nadie en el pasado lo comprendió realmente... Nadie ha visto en ella lo que yo veo... Es un artificio. Nos disponemos a dejar de prestarnos atención a nosotros mismos al tiempo que nos concentramos demasiado en la otra persona. Nos aleja de nuestro sendero y a menudo nos pone en órbita. Nadie lo ha apreciado lo suficiente... Nadie ha sido suficientemente bueno con ella o ha hecho por ella lo que yo puedo hacer... Es un rescate. Es una jugada de un juego, de un juego que no tenemos por qué jugar. No tenemos que probar que nosotros somos la persona. Si salimos a enseñarle a la gente que somos lo mejor que alguna vez le ha sucedido, puede ser tiempo de que veamos si ellos son lo mejor que alguna vez nos ha ocurrido. No hemos sido asignados como ángel guardián, ni como madrina o padrino, o "el que lo hará". La ayuda, el apoyo y el aliento que verdaderamente benefician a los demás y a nosotros mismos surge de una manera natural. Déjalos surgir.

Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de satisfacer retos disfuncionales en mis relaciones.


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