Meditaciones 15 de junio
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15 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Muchas de nosotras descubrimos que después de nuestra recuperación, tenemos que enfrentarnos con otra nueva recuperación. Recuperarse en uno de los aspectos de la vida a menudo muestra con claridad cuán inmanejable es la vida en otro aspecto
Esta
Cuestión de la Honestidad
"Sólo Dios puede
saber perfectamente lo que es la honestidad absoluta. Por lo tanto, cada uno de
nosotros tiene que formarse una idea de lo que puede ser este magnífico ideal,
según su propia capacidad. "Falibles que somos y que seremos todos en esta
vida, sería presuntuoso creer que pudiéramos en realidad lograr la honestidad
absoluta. Lo mejor que podemos hacer es esforzarnos por mejorar la calidad de
nuestra honestidad.
Como lo Ve Bill
15 de junio
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne
Wilson Schaef
Confusión / Negatividad
Sólo sé que no
quiero. E incluso esto es algo impreciso.
Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)
He oído que
muchas mujeres dicen: «He tenido un buen matrimonio. Mi marido no me pega, no
se gasta el dinero en apuestas, ni anda persiguiendo a otras mujeres.» O dicen:
«Bueno, mi trabajo no es tan aburrido, me mantiene ocupada y me sirve para
pagar las facturas.» De alguna manera, lo bueno se convierte en la ausencia de
lo horrible. Si algo en nuestras vidas no es demasiado destructivo, debe estar
bien. ¡Estamos tan confusas sobre lo que queremos realmente y sobre lo que es
bueno para nosotras! ¿Estamos tan acostumbradas a hacer lo que se espera de
nosotras que hemos perdido nuestra capacidad de saber lo que queremos?
A menos que sepa lo que quiero y lo que está bien para
mí, no existe ninguna posibilidad de ser una persona auténtica.
15 de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro:
Cada día un nuevo comienzo:
Durante años fui
tan flexible que no sabía quién era, y ahora que lo estoy descubriendo, pienso:
“Ya sé qué opino acerca de este asunto. Pasemos a otra cosa”. Pero debo
recordar que todos los asuntos de la vida están relacionados entre sí y que
ninguno de ellos está aislado de los demás.
Kathleen Casey Theisen
El día de hoy es
consecuencia del de ayer, del de anteayer y del día anterior a éste. Y el día
de mañana seguirá este mismo patrón. Lo que se nos conceda en cualquier día
tendrá su inicio en el pasado y su final en el futuro. Ningún incidente está
completamente aislado; ningún asunto es autosuficiente. Alcanzar la madurez
significa ser capaces de liberarnos de las actitudes y de las opiniones ya
superadas, sin importar lo adecuadas y correctas que hayan sido en un momento
dado. Con frecuencia, nuestros egos se aferran tanto a algunas opiniones que
impiden el paso a las nuevas ideas. Hoy, algunas de ellas tratarán de llamar
nuestra atención. Estamos listas para lograr un nuevo crecimiento. A nosotras
nos corresponde decidir no bloquearlo. Las opiniones que ayer considerábamos
ciertas quizás ya no sean adecuadas para los problemas de hoy. Y no tienen por
qué serlo. En su momento nos sirvieron. Nos fueron útiles.
Los asuntos de hoy exigen soluciones nuevas. No tendré
miedo. El día de hoy se deriva del de ayer, del de anteayer y del día anterior.
Y lo mismo ocurrirá con el de mañana.
15 de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Competencia entre mártires
"Si, ya sé
que tu esposo es un alcohólico, pero mi hijo es alcohólico y eso es distinto
¡Es peor! ¡Mi dolor es más grande que el tuyo!
Que fácil trampa
puede ser ésa para nosotros. Salimos para mostrarles a los demás cuánto nos han
victimado, cuánto sufrimos, cuán injusta es la vida y qué tremendos mártires
somos. ¡Y no estaremos contentos hasta que lo seamos!
No tenemos por
qué probarle a nadie nuestro dolor y sufrimiento. Nosotros sabemos que hemos
tenido dolor. Sabemos que hemos sufrido. Muchos de nosotros hemos sido
auténticamente victimados. Muchos de nosotros hemos tenido lecciones difíciles,
dolorosas que aprender. La meta en la recuperación no es mostrarle a los demás
cuánto sufrimos o hemos sufrido. La meta es detener nuestro dolor y compartir
esa solución con otros. Si alguien empieza a tratar de probarnos cuánto sufre,
le podemos decir simplemente. "Parece que te han hecho sufrir". Quizá
lo único que esa persona está buscando es la validación de su dolor. Si nos
sorprendemos tratando de probarle a alguien cuánto hemos sufrido si tratamos de
detener el dolor de otra persona, quizá queramos detenernos a pensar y
averiguar qué está pasando. ¿Necesitamos reconocer cuánto hemos sufrido o
estamos sufriendo? No hay un premio ni una recompensa en particular para el
sufrimiento, como nosotros nos engañamos al creer en el colmo de nuestra
codependencia. La recompensa es aprender a parar el dolor y a movernos a la
alegría, a la paz y a la plenitud. Ese es el regalo de la recuperación y está
igualmente disponible para todos nosotros, aunque nuestro dolor haya sido más
grande, o menor, que el de alguien más. Dios mío, ayúdame a mostrarme
agradecido por todas mis lecciones, incluso por aquellas que me causaron más
dolor y sufrimiento. Ayúdame a aprender lo que necesito aprender. Para que pueda detener el dolor en mi vida.
Ayúdame a concentrarme en la meta de la recuperación, en vez de en el dolor que
me motivó hacia ella.
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