Meditaciones 25 de junio
☉☉☉
25 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Séptima promesa de recuperación de una relación adictiva
Aprenderemos a preguntarnos "¿Esta relación es buena para mí? ¿Me permite crecer todo lo que soy capaz?
Perseverancia
Sobre esta base espiritual colocamos el
compromiso y la perseverancia a medida que practicamos el Sexto Paso. Tenemos
que estar dispuestos a establecer el compromiso de seguir con nuestra
recuperación a pesar de la presencia permanente de los defectos de carácter en
nuestra vida.
Funciona,
como y porque
25
de junio
Meditaciones
para las mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Desvalorización
He cambiado mi pensamiento negativo por mi
adicción al trabajo. Así es como continúo maltratándome.
Judy
Nuestros sentimientos de desvalorización
pueden tomar muchas formas, y una de las más obvias es el automaltrato. Muchas
mujeres están empezando a ver que su adicción al automaltrato es su adicción
principal. Es dañino para el ser trabajar demasiado. Es dañino para el ser
mantenerse tan ocupado que no tenemos tiempo para nosotras mismas. Es dañino
para el ser estar tan ocupado cuidando de los demás que no tenemos conciencia
de nuestras propias necesidades. Es dañino para el ser estar tan volcada hacia
afuera que hemos perdido el sentido del mismo. Cuando nos maltratamos a
nosotras mismas, es inevitable el maltratar a los demás. Ambas formas de daño
son destructivas.
Aunque
nos hemos acostumbrado a dañarnos a nosotras mismas, realmente no creo que esté
bien para mí. Trataré de abrirme a lo que está bien para mí.
25
de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Mi filosofía es muy sencilla. Llenar lo que
está vacío. Vaciar lo que está lleno. Y rascarme donde me pica.
Alice
Roosevelt Longworth
Nos complicamos la vida con demasiada
frecuencia. Muchas veces nos cuestionamos y nos preocupamos hasta quedar
confundidas. Es lo que se conoce generalmente como ansiedad u obsesión. “Qué
pasaría si…” “Querrá él...” “No debería yo…” “Tú qué crees…” Pocas veces
dejamos de tratar de imaginar qué hacer, dónde hacerlo o cómo afrontar un reto
hasta que alguien nos recuerda que no es necesario complicarnos la vida. Lo que
cada una de nosotras descubre una y otra vez es que la solución para cualquier
problema sale a la luz cuando dejamos de buscarla. La orientación que
necesitamos para manejar cualquier dificultad, pequeña o grande, sólo aparecerá
claramente cuando retiremos las barreras que la ocultan, y la mayor de ellas
está formada por nuestros esfuerzos frenéticos para resolver personalmente el
problema. Atestamos nuestra mente; rezamos por obtener una respuesta y no
guardamos silencio el tiempo suficiente para hacernos conscientes de la
dirección que debemos tomar o de los pasos que tenemos que dar. Y, sin embargo,
esos pasos están, siempre frente a nosotros. Todos los problemas llevan en sí
mismos la solución. La mayor enseñanza de la vida tal vez sea la de no
complicarnos la existencia, la de saber que ningún problema obstruye nuestro
camino porque ninguna solución puede escapar a una mente silenciosa y expectante.
Todos
los días tengo oportunidades de aquietar mi mente. Y los mensajes que necesito
vendrán silenciosamente. Mis respuestas están dentro de mí en este momento.
25
de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Apartarse
A veces, para protegernos, nos cerramos a
una persona con la cual tenemos una relación. Nuestro cuerpo podrá estar
presente, pero nosotros no lo estamos. No estamos en disposición de participar
en la relación. Nos cerramos. A veces es apropiado y saludable cerrarse en una
relación. Podemos legítimamente necesitar estar un tiempo solos. A veces es
autoderrotista cerrarnos en una relación. Dejar de ser vulnerable, honesto y de
estar presente para otra persona puede poner fin a la relación. La otra persona
no puede hacer nada en la relación si nosotros nos salimos de ella. Cerrarnos
nos hace inaccesibles en esa relación. Es común pasar por periodos temporales
en que nos cerramos dentro de una relación. Pero es enfermizo hacer de esto una
práctica corriente. Puede ser una de nuestras artimañas para sabotear nuestras
relaciones. Antes de cerrarnos, necesitamos preguntarnos lo que estamos
tratando de lograr al cerrarnos. ¿Necesitamos tiempo para hacer un trato? ¿Para
curarnos? ¿Para crecer? ¿Para analizar las cosas? ¿Necesitamos salirnos un
tiempo de esta relación? ¿O estamos regresando a nuestras viejas costumbres,
escondiéndonos, echando a correr o terminando una relación porque nos da miedo
no poder cuidar de nosotros mismos de ninguna otra manera? ¿Necesitamos
cerrarnos porque la otra persona en realidad no es segura, es manipuladora,
miente, o está actuando adictiva o abusivamente? ¿Nos estamos cerrando porque
la otra persona se ha cerrado y ya no queremos estar disponibles para ella?
Cerrarnos, encerrarnos en nosotros mismos y retirar nuestra presencia emocional
de una relación es una herramienta poderosa. Necesitamos usarla cuidadosamente
y responsablemente. Para lograr intimidad y cercanía en una relación,
necesitamos estar emocionalmente presentes. Necesitamos estar disponibles.
Dios
mío, ayúdame a estar emocionalmente presente en las relaciones que he elegido
tener.
Comentarios
Publicar un comentario