Meditaciones 4 de junio
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4 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Ningún terapeuta puede ser la respuesta total para los problemas de su paciente. Poner tu vida en manos de un terapeuta no es como llevar el coche al mecánico. Tú eres aún responsable de identificar y de corregir todo aquello que no funciona.
Buena voluntad
Aplicar el principio espiritual de buena
voluntad significa, sencillamente, que estamos dispuestos a comportamos de otra
manera. No implica necesariamente que vayamos a hacerlo ni que seamos
capaces de hacerlo.
Guías para trabajar los Pasos
4 de junio
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne
Wilson Schaef
Metas
Fuimos educadas
en la idea de que tal como fuimos plantadas, así maduraríamos. Descartábamos la
idea de que cualquier cosa que hiciéramos era nuestro propio mérito.
Janet Harris
Vivimos en una
sociedad orientada hacia la consecución de metas. Normalmente, estamos tan
ocupadas intentando escalar lo alto de la montaña que olvidamos observar las
rocas y los líquenes, las flores alpinas, e incluso a las personas que se
cruzan en el camino. Estamos gobernadas por el culto al orgasmo. Los
preparativos son sólo medios para llegar a un fin. Pero para muchas mujeres, el
tocar, sostener, hablar, acariciar y la intimidad es igualmente importante, si
no más, que el momento mismo del orgasmo. Los orgasmos y las metas pueden ser
divertidas, pero no si se obvia todo lo que precede. Fijar metas puede ser útil
e importante, en especial si estamos dispuestas a abandonarlas cuando ya no son
relevantes, y si recordamos que el camino en sí mismo es importante.
Si sólo miro a la cima de la montaña, puedo perderme
los fósiles que se encuentran en la ladera y que pueden enseñarme algo sobre mi
tiempo y mi lugar en el universo.
4 de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada
día un nuevo comienzo:
Todas vivimos con
el objeto de ser felices; nuestras vidas son diferentes sin dejar de ser una
misma.
Anne Frank
Cuán cerca
sentimos la felicidad, y al mismo tiempo qué alejada de nosotros. Quizás la
busquemos en otra persona, en un trabajo o en un nuevo abrigo de invierno.
Merecemos la felicidad, y eso lo sabemos. Y, aun así, tardamos mucho en
aprender que la felicidad sólo se encuentra en nuestro interior. Las personas
se van; el trabajo se vuelve amargo; el abrigo nuevo pasa de moda rápidamente.
Todo ello es efímero. Pero la felicidad que nos produce saber quiénes somos y
cómo encajan nuestras vidas en el gran diseño del Creador nunca nos deja. Somos
únicas y no hay nadie que pueda ofrecer al mundo lo que sólo nosotras podemos
dar. Todas somos necesarias y el hecho de saberlo con toda certeza nos da la
felicidad. Antes de encontrar este programa, sin duda nunca fuimos conscientes
de nuestra importancia. Pero ahora podemos celebrarla. Enorgullezcamos de
nuestro calor y de nuestra singularidad y amemos al plan divino. Amemos el
papel que nosotras desempeñamos y también el de cada una de las demás.
Juntas somos una gran orquesta El director lee la
partitura y dirige los movimientos. Estar en armonía con Él es delicioso. Todo
lo que tengo que hacer es cumplir mi papel.
4 de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Confiemos en Dios
Una pareja de
casados, amigos míos, decidieron hacer algunos cambios en su modo de vida.
Siempre habían vivido en la ciudad y ahora decidieron que querían vivir en el
campo, en un lago. Encontraron una casa pequeña al borde del lago. No era la
casa de sus sueños, pero cuando vendieran su casa en la ciudad, podrían
reformarla. Habían ahorrado algo de dinero, de modo que se mudaron a la casa
del lago antes de vender su casa en la ciudad. Pasó un año y la casa en la
ciudad no se vendió. Mis amigos atravesaron por muchos cambios durante ese
tiempo. Tuvieron momentos de paciencia y de impaciencia. Algunos días confiaban
en Dios; otros, no podían descubrir por qué Dios los estaba haciendo esperar
tanto, por qué Dios nos los dejaba adelantar con su plan. Las puertas
sencillamente no se abrían de par en par. Un día, un vecino vino a visitar a
mis amigos. Su casa en el lago era la casa de los sueños de mis amigos, todo lo
que ellos querían, y más. La primera vez que mis amigos vieron esa casa, la
admiraron, deseando tener una igualita, pero luego se olvidaron de esa idea.
Nunca la creyeron posible. La razón por la cual el vecino vino a visitar a mis
amigos era porque él y su esposa habían decidido mudarse. Les ofrecí a mis
amigos la primera opción para la compra de su casa. Mis amigos aceptaron su
oferta y firmaron un contrato de compraventa. En los dos meses siguientes
vendieron su casa en la ciudad y su pequeña casa del lago. Poco después,
compraron la casa de sus sueños. A veces experimentamos épocas de frustración
en nuestra vida. Creemos que estamos sobre la pista, confiando en Dios y en
nosotros mismos, y, sin embargo, las cosas no funcionan. Tenemos arranques y
paradas en falso. La puerta rehúsa abrirse de par en par. Podremos pensar que
Dios nos ha abandonado o no le importamos. Quizá no comprendamos a dónde vamos,
o cuál es nuestro rumbo. Y luego, un día vemos: la razón por la que no
obteníamos lo que queríamos es porque Dios había planeado algo mucho mejor para
nosotros.
Hoy practicaré la paciencia. Le pediré a mi Poder
Superior que me mande lo mejor y confiaré en que así será.
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