Meditaciones 26 de junio
☻☻☻
26 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Octava promesa de recuperación de una relación adictiva
Cuando una relación sea destructiva, seremos capaces de dejarla sin experimentar una depresión paralizante. Podemos contar con un círculo de amigos y de sanos intereses que nos sostendrán durante la crisis.
Perseverancia
Nuestra tarea es seguir adelante, aunque
parezca que cada paso requiera más fuerzas de las que podamos reunir. Por muy
difícil que resulte progresar, tenemos que perseverar. Podemos utilizar el
aguante y la constancia que usamos para mantener nuestra adicción activa, y ser
firmes y fuertes en nuestros esfuerzos por continuar nuestra recuperación.
Funciona como y porque
26 de
junio
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Wilson Schaef
Vivir
la vida plenamente
Cuando hablo de lo erótico, me refiero a la
afirmación de la fuerza de vida de las mujeres; a esa energía creativa
acrecentada, cuyo conocimiento y utilización estamos recuperando ahora en
nuestro lenguaje, nuestra historia, nuestro movimiento, nuestro amor, nuestro
trabajo y nuestras vidas.
Audre
Lorde
¡Qué maravillosa oportunidad la de hoy de
poder celebrarnos a nosotras mismas como mujeres! Celebrarnos a nosotras mismas
no significa que no nos gustan los hombres o que los echamos por tierra.
Simplemente nos celebramos a nosotras mismas y es la única contribución que las
mujeres hemos hecho, estamos haciendo y podemos hacer. Todas nosotras tenemos
cualidades que nos son únicas. Nadie más tiene la combinación de cualidades que
cada una de nosotras puede ofrecer y muchas de ellas no las tenemos a pesar de
ser mujeres, sino porque somos mujeres. No compartir la totalidad de nuestras
cualidades de mujer es una forma de ser hiriente y a nadie le gusta serlo.
¡Bravo!
¡Yo me celebro a mí misma!
26 de
junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
La salud mental, como la caspa, aparece
cuando menos lo esperas.
Robin
Worthington
Somos responsables del esfuerzo, pero no
del resultado. Con frecuencia nos sentimos abrumados por un problema o por
varios. Podemos sentirnos enojadas, incapaces de manejar el asunto y seguras de
que no hemos hecho ningún progreso en este período de recuperación. Pero no ha
sido así. Cada día que elegimos la sobriedad, cada día que decidimos
abstenernos de las pastillas o de la sobrealimentación, avanzamos con mayor
seguridad hacia la salud mental estable. Quizás ayer o la semana pasada nos
sentíamos fuertes y seguras, controlándolo todo. Y lo volveremos a hacer mañana
o quizás hoy mismo. Nuestros esfuerzos rinden frutos cuando menos lo esperamos,
silenciosamente, unas veces en forma sutil y otras de manera espectacular. Una
buena carcajada puede ser la señal de una chispa mental. Nadie logra la salud
mental completa. Ser humanas significa tener dudas y miedos. Pero a medida que
crece nuestra fe, como lo hará si aplicamos los Doce Pasos en nuestra vida, los
miedos y las dudas disminuyen. Y los días positivos serán cada vez más numerosos.
Reunirme
con un amigo, pedir un aumento o resolver un conflicto con mi pareja son cosas
que podré manejar fácilmente cuando menos lo espere. El mejor esfuerzo que
puedo hacer hoy es mirar con confianza hacia delante y no hacia atrás.
26 de
junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Sobrevivamos
a los atorones
Un atorón puede durar varios días. Nos
sentimos perezosos, faltos de concentración y a veces abrumados por
sentimientos que no logramos clasificar. Podemos no entender qué nos está
pasando. Hasta nuestros intentos por practicar conductas de recuperación parecen
no funcionar. Todavía no nos sentimos emocional, mental y espiritualmente tan
bien como quisiéramos. En un atorón podemos descubrirnos revirtiéndonos
instintivamente a viejos patrones de pensamiento, de sentimiento y de
comportamiento, aunque ahora sepamos mejor cómo hacer las cosas. Podemos
descubrir que nos estamos obsesionando, aunque sepamos que eso es precisamente
lo que estamos haciendo y que no funciona. Podemos descubrirnos buscando
frenéticamente a otra persona que nos haga sentir mejor, sabiendo todo el
tiempo que nuestra felicidad y bienestar no están en los demás. Podemos empezar
a tomarnos personalmente cosas que no son asunto nuestro y a reaccionar en
formas que bien hemos aprendido que no funcionan. Estamos en un atorón. No
durará para siempre. Estos periodos son normales, necesarios incluso. Estos son
los días que debemos superar. Son días para concentrarse en conductas de
recuperación, aunque las recompensas ocurran o no en forma inmediata. Estos, a
veces, son días para dejarnos ser como somos y amarnos a nosotros mismos tanto
como podamos. No tenemos por qué sentirnos avergonzados, no importa cuánto
tiempo hayamos estado en recuperación. No tenemos por qué esperar de una manera
poco razonable "más " de nosotros mismos. Ni siquiera tenemos que
esperar de nosotros mismos que vivamos la vida a la perfección. Atraviesa el
atorón. Este terminará. A veces, un atorón puede durar varios días y luego, en
el curso de una hora, ver que salimos de él y nos sentimos mejor. A veces puede
durar un poco más. Practica una conducta de recuperación en un área pequeña y
empieza a subir cuesta arriba. Pronto, el atorón desaparecerá. Nunca podemos
juzgar dónde estaremos mañana por el sitio donde nos encontramos hoy.
Hoy
me concentraré en practicar una conducta de recuperación en uno de mis asuntos,
confiando en que esta práctica me hará seguir adelante. Recordaré que la
aceptación, la gratitud y el desapego son un buen lugar para empezar.
Comentarios
Publicar un comentario