Meditaciones 16 de junio

 

16 de junio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Es propio de las mujeres que aman demasiado el minimizar cuán mala se ha vuelto la situación. Repetidamente fallan los intentos por controlar la obsesión, y se acrecienta la disparidad entre nuestra imagen pública y nuestro comportamiento privado y secreto.


Sensatez

Nunca estamos del todo seguros de que una acción determinada esté basada en un deseo consciente de continuar la recuperación, o en uno inconsciente de volver a consumir. Intentamos manipular a las personas y las circunstancias, y controlar todas nuestras acciones, de modo que destruimos la espontaneidad, característica esencial de la libertad. No logramos darnos cuenta de que la necesidad de ejercer control surge del miedo a perderlo. Este temor, basado en parte en fracasos pasados y decepciones al intentar resolver las dificultades de la vida, nos impide escoger con sensatez opciones que —si se pusieran en práctica— eliminarían el mismo miedo que nos paraliza.

Guía de Introducción a Narcóticos Anónimos

16 de junio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Control

La guerra es el desarrollo de los errores de cálculo.

Bárbara Tuchman

Estamos tan inmersas en el espejismo de control que rara vez miramos con perspectiva y nos damos cuenta de los persistente y destructivo que es este espejismo. Gran parte de lo que ocurre a nivel internacional entre las naciones está basado en la ilusión de control. Cuando creemos que podemos controlarlo todo o que podemos mantener las cosas bajo control, después quedamos aterrorizadas por nuestros errores de cálculo. Los errores de cálculo a nivel personal pueden ser tan devastadores como los errores de cálculo a nivel internacional. El problema no son los errores, sino el cálculo. Cuando funcionamos conforme a un sistema de creencias que establece que deberíamos ser capaces de entenderlo todo y que cuando lo hacemos podemos controlarlo todo, nos encontramos con graves problemas.

Las guerras son desastrosas, tanto si ocurren en mi interior, como si se producen entre individuos o entre países.

16 de junio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Sintámonos bien

Tener límites no complica la vida; los límites la simplifican.

Más allá de la codependencia.

Hay un aspecto positivo en el establecimiento de límites. Aprendemos a escucharnos a nosotros mismos y a identificar lo que nos lastima y lo que no nos gusta. Pero también aprendemos a identificar lo que sentimos placentero. Cuando estemos dispuestos a correr algunos riesgos y a empezar a hacerlo activamente, mejoraremos la calidad de nuestra vida. ¿Qué nos gusta? ¿Qué nos hace sentir bien? ¿Qué cosas nos dan placer? ¿Qué compañía disfrutamos? ¿Qué nos ayuda a sentirnos bien en la mañana? ¿Qué es un verdadero gusto en nuestra vida? ¿Cuáles son las pequeñas actividades cotidianas que nos hacen sentir cuidados y apapachados? ¿Qué es lo que le interesa a nuestro yo emocional, espiritual, mental y físico? ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace sentir bien? Nos hemos privado durante mucho tiempo. Ya no hay necesidad de seguir haciéndolo, ya no hay necesidad. Si te hace sentir bien, y las consecuencias son de amor a ti mismo y de autorrealización, ¡hazlo!

Hoy haré por mí mismo las pequeñas cosas que hacen la vida más placentera. No me negaré los gustos sanos.

16 de junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

El dolor del amor es el dolor de estar vivas. Es una herida perpetua.

Maureen Duffy

Vivimos en compañía de los demás, a medida que vamos creciendo, más profundamente anhelamos dicha compañía. Este deseo, cuando es correspondido, abre el camino a una relación amorosa, la cual es a un tiempo bendecida y desgarrada por la intimidad. Es humano anhelar amor, desear darlo y recibirlo. Pero la pena de la espera no iguala al dolor que acompaña a su llegada. El amor nos hace más sensibles. Cualquier separación o discrepancia, sea física o emocional, hiere a los miembros de la pareja. El dolor de nunca haberlo tenido es menor que el de pensar en su pérdida una vez que se le tiene. Equivocadamente pensamos que el amor debería dar sólo felicidad. Pero el hecho de amar y ser amadas nos lleva a desnudar nuestra alma, a exponer nuestro yo oculto. El miedo al repudio, la ansiedad que sufrimos al pensar que seremos rechazadas “cuando el otro conozca mi verdadero yo”, es un enorme peso sobre nosotras. Qué afortunadas somos por tener este programa y estos pasos, los cuales, si los ponemos en práctica en todos nuestros asuntos, nos prepararán para amar y ser amadas y nos ayudarán a vivir con el dolor del amor, sabiendo que acentúa nuestra humanidad, que hace más profunda nuestra consciencia y que aumenta nuestro aprecio por la vida.

El dolor del amor me hace más fuerte.

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