Meditaciones 8 de agosto

 

💔💔💔

8 de agosto, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

¿Por qué, en lugar de agradecernos lo que hemos hecho, se nos guarda rencor? La respuesta es simple: Porque no hemos sido honestas, sino manipuladoras.

 


OCTAVA TRADICIÓN

Codependientes Anónimos nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicios pueden contratar a personal especializado.

Estos trabajadores especiales ocupan puestos que los voluntarios de CoDA no pueden ocupar por cuestiones de tiempo, viabilidad o destrezas especiales.

Libro verde de CoDa

8 de agosto

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Entusiasmo

Siempre que tengo que elegir entre dos males, siempre escojo el que no he probado nunca.

Mae West

Mae West fue una mujer de una actividad frenética que siempre mostraba entusiasmo y pasión por la vida.

Siempre que vemos una de sus películas o alguna de sus entrevistas, quedamos impresionadas por su impetuosa vitalidad. En algunos aspectos constituye un buen modelo.

No necesitamos ser impetuosas para aprender algo sobre nuestro entusiasmo. El entusiasmo no es redondo.

Tiene esquinas puntiagudas y, a veces, irrita a las personas que no lo comparten. Muchas mujeres hemos intentado dominar nuestro entusiasmo para no ofender.

Es posible incluso que nos hayamos intentado deshacernos de él con la madurez. ¡Qué despilfarro! ¡Otro pedazo de nosotras cortado de un tajo!

Mi entusiasmo y mi vivacidad están íntimamente conectados. Y para mí es perfecto tener las dos cosas.

8 de agosto, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Aprende a decir sí

Ayer hablamos acerca de aprender a decir no. Hoy hablemos de otra palabra importante: sí.

Podemos aprender a decir sí a las cosas que nos hacen sentir bien, a lo que queremos, para nosotros mismos y para los demás.

Podemos aprender a decir sí a la diversión. Si a las reuniones, a llamar a un amigo, a pedir ayuda.

Podemos aprender a decir sí a las relaciones sanas, a la gente y a las actividades que nos convienen.

Podemos aprender a decir sí a nosotros mismos, a lo que queremos y necesitamos, a nuestros instintos y a la guía de nuestro Poder Superior. Podemos aprender a decir sí cuando sentimos que es correcto ayudar a alguien. Podemos aprender a decir sí a nuestros sentimientos.

Podemos aprender a identificar cuándo necesitamos dar un paseo, tomar una siesta, que nos froten la espalda o comprarnos flores. Podemos aprender a decir sí al trabajo que nos gusta. Podemos aprender a decir sí a todo lo que nos nutre y alimenta. Podemos aprender a decir sí a lo mejor que pueden ofrecernos la vida y el amor.

Hoy diré sí a todo lo que me hace sentir bien y siento que es conveniente.

8 de agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Soy una mujer muy afortunada y agradecida. Soy afortunada y agradecida por cada mañana que despierto. Por tener tres maravillosas hijas y un hijo. Por contar con un marido comprensivo y amoroso, con quien he compartido cincuenta y dos benditos años, todo ellos en buena salud.

Thelma Elliot

La gratitud por lo que la vida nos ofrece suaviza las actitudes ásperas que albergamos ocasionalmente. La vida nos trae una amplia variedad de bendiciones; algunas nos proporcionan alegría inmediata; otras invitan al llanto y otras nos provocan miedo. Lo que debemos comprender es que todas las experiencias sirven a nuestros intereses y que todas nos favorecen de alguna manera. Si somos capaces de ver el panorama general recibiremos todas las situaciones, pequeñas y grandes, con un corazón agradecido.

Es muy fácil desear acabar nuestra existencia al no estar satisfechas con nuestra familia, nuestro trabajo y nuestros amigos. Cuanto más critiquemos a la vida, más defectos le encontraremos. Las actitudes negativas atraen a las experiencias negativas, mientras que las actitudes positivas alivian cualquier carga de la cual pudiésemos estar aprendiendo.

Los años pasan rápidamente. Nuestras oportunidades de disfrutar la vida pasan también a un ritmo acelerado. Tomemos lo que venga y demos las gracias.

 Nunca podemos estar seguras de que las experiencias que se nos ofrece en este momento no será la última.

La primera bendición que recibo cada mañana es el despertar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre