Meditaciones 13 de agosto
🎏🎏🎏
13 de agosto, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Compartir nuestras experiencias, buenas o malas, en un programa de recuperación, es ya recuperarte en parte.
OCTAVA TRADICIÓN
Codependientes Anónimos nunca tendrá carácter
profesional, pero nuestros centros de servicios pueden contratar a personal
especializado.
Los miembros de la comunidad que se ofrecen para hacer un servicio lo
hacen de forma no profesional.
Libro verde de
CoDa
13
de agosto
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Control
A
las personas que mantienen los labios apretados les es endiabladamente difícil
sonreír.
Judith
Guest
Las
mujeres que hacemos demasiado disfrutamos sin duda nuestra ilusión de control.
De hecho, es una de mis ilusiones favoritas. Trate de lo que se trate, podemos
«tenerlo agarrado». No podemos permitirnos relajarnos, porque perderíamos
nuestro tenaz mantenimiento de las riendas.
Intentamos
controlarlo todo. Creemos que podemos engañar a nuestro cuerpo haciéndole
trabajar más y prevenir el colapso, participando en los seminarios adecuados
sobre el estrés de los altos cargos, y haciendo las prácticas pertinentes de
manera regular. Comemos los alimentos adecuados para poder así abusar de
nuestro cuerpo haciéndole trabajar de más. Hacemos todo lo que hay que hacer
para «mantener nuestras vidas bajo control» Y después leemos las estadísticas
que dicen que las muertes producidas por crisis cardiacas están aumentando en
las mujeres profesionales, y que está descendiendo la edad media de mortalidad.
Pero, claro, si hacemos lo necesario, podemos controlar... nuestro cuerpo,
nuestras vidas y las vidas de los demás.
¡No
es extraño que no sonriamos mucho!
13
de agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Cualquier
cosa forzada a manifestarse mediante voluntad personal siempre es mal habida y
llega a mal término.
Florence
Scovel Shinn
El
objetivo principal de nuestra recuperación es armonizarnos con la voluntad de
Dios y dejar de luchar por imponer la nuestra. El dolor que soportamos en el
pasado generalmente lo provocamos nosotras mismas. Controlábamos las
situaciones hasta que nos las arreglábamos para obtener por la fuerza el
resultado que deseábamos, sólo para darnos cuenta de que no nos daba la
felicidad y era, en cambio, un final amargo para nuestra lucha.
Cuando
deseamos que algo o alguien juegue según nuestras reglas, podemos esperar que
surjan las barreras. Y si éstas no ceden ante un ligero impulso, debemos
considerarlas como una advertencia de que estamos en el rumbo equivocado.
Cuando deseamos lo que Dios quiere para nosotras, esas barreras, si las hay, se
derrumbarán.
Lo
que Dios desea de nosotras en todo momento es que crezcamos y seamos felices.
Cuando nos alejamos de nuestro ego y asumimos una postura desinteresada ante la
vida, hallamos la serenidad en medio de cualquier trastorno. Dios nos promete
la serenidad. Encontraremos la paz cuando aceptemos la voluntad de Dios.
Sabré
cuál es la voluntad de Dios si escucho mi voz interior. Haré aquello que me
haga sentir bien y la paz será mi recompensa.
13
de agosto, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Los
amigos
No
pases por alto el valor de la amistad. No descuides a tus amigos.
Los
amigos son una alegría. Las amistades adultas pueden ser un buen lugar para que
aprendamos a divertirnos y a apreciar cuánto nos podemos divertir con un amigo.
Los
amigos pueden ser un consuelo. ¿Quién nos conoce mejor, o es más capaz de
darnos apoyo, que un buen amigo? Una amistad es un sitio confortable en el que
podemos ser nosotros mismos. A menudo, los amigos que escogemos reflejan las
cuestiones sobre las que estamos trabajando. Dar y recibir apoyo ayudará a
ambos a crecer.
Algunas
amistades tienen altibajos y pasan por ciclos a través de los años. Otras se
marchitan cuando una persona crece más que la otra. Ciertamente, todos pasamos
por pruebas con nuestras amistades y, a veces, éstas exigen que practiquemos
nuestras conductas de recuperación. Pero algunas amistades duran toda la vida. Hay
relaciones amorosas especiales y hay amistades. A veces, nuestras amistades
-especialmente las amistades de la recuperación- pueden ser también relaciones
amorosas especiales.
Hoy
buscaré a un amigo. Me permitiré disfrutar del consuelo, de las alegrías y de
la calidad duradera de mis amistades.
Comentarios
Publicar un comentario