Meditaciones 15 de agosto
⚘
15 de agosto, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Si a partir de la infancia has tenido que cuidar y comprender a los demás, es probable que nunca aprendas a cuidarte y comprenderte a ti misma.
OCTAVA TRADICIÓN
Codependientes Anónimos nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros
centros de servicios pueden contratar a personal especializado.
Los servidores de confianza no crean sus
responsabilidades. Recordamos que los servidores de confianza son
codependientes en recuperación y no los miramos como profesionales ni como
líderes.
Libro verde de CoDa
15
de agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
La
vida no tiene que mutilarse para ser pura.
Simona
Weil
De
qué forma tan terriblemente complicada decidimos hacernos las muchas preguntas
de la vida. ¿Debemos llamar a una amiga para ofrecerle nuestras disculpas o
esperar a que ella nos llame? ¿Están recibiendo los niños el tipo de cuidado
que necesitan en este momento? El hecho de “haber llegado a creer en un poder
mayor que nosotras” generalmente está lejos de nuestro pensamiento cuando más
lo necesitamos.
Nuestra
necesidad de hacer todo perfectamente, de conocer todas las respuestas, de
controlar todo lo que esté a nuestro alcance nos crea problemas donde en
realidad no hay problema alguno. Y cuanto más nos concentramos en la
dificultad, más crece.
No
poner atención alivia la tensión; dejemos de recordar los problemas de la
semana pasada y aliviemos en este momento la situación que seguimos manteniendo
como problemática por dedicarle toda nuestra atención. Inmediatamente, la
confusión que sentimos se desvanecerá.
El
programa nos ofrece otra forma de ver la vida. No tenemos por qué mutilarla a
ella ni a nosotras. Con la práctica, aprenderemos a aceptar las cosas que no
podemos cambiar y a cambiar las que sí podemos.
Hoy
oraré para obtener sabiduría. Para que el día transcurra suavemente, esperaré
sabiduría y no problemas.
15
de agosto, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Deja
espacio para los sentimientos
Necesitamos
darnos espacio a nosotros mismos y dárselo a los demás para trabajar con
nuestros sentimientos. Somos gente, no robots. Una parte importante de nosotros
–quiénes somos, cómo crecemos, cómo vivimos- está conectada a nuestro centro
emocional. Tenemos sentimientos, a veces difíciles, a veces desgarradores, a
veces explosivos, sobre los que necesitamos trabajar.
Al
afrontar estos sentimientos y trabajar en ellos crecemos nosotros y los demás.
En las relaciones, ya sea en una relación amorosa, en una amistad, en una
relación familiar o en una relación de negocios, la gente necesita espacio para
experimentar sus sentimientos y trabajar en ellos. Algunos le llaman "
atravesar el proceso".
Es
irracional esperar de nosotros mismos o de los demás que no necesitamos tiempo
y espacio para trabajar sobre nuestros sentimientos. Estaríamos disponiéndonos
a nosotros mismos y a nuestras relaciones al fracaso si no nos damos este
tiempo y este espacio en nuestra vida.
Necesitamos
tiempo para trabajar con los sentimientos. Necesitamos espacio y permiso para
trabajar con estos sentimientos de la manera embarazosa, incómoda, a veces
desordenada en que la gente trabaja sobre ellos.
Así
es la vida. Así es el crecimiento. Así está bien. Podemos darle espacio a los
sentimientos. Podemos dejar que la gente tenga tiempo y permiso para trabajar
sobre sus sentimientos. No tenemos que mantenernos a nosotros mismos y mantener
a los demás bajo una rienda tan tirante. Mientras trabajamos sobre nuestros
sentimientos no tenemos que gastar energía innecesaria reaccionando a cada
sentimiento que tengamos nosotros mismos o los demás. No tenemos por qué tomar
tan en serio nuestros sentimientos, ni los sentimientos de los demás, mientras
nosotros o ellos estamos en el proceso de trabajar sobre ellos.
Deja
que los sentimientos fluyan y confía adónde te está llevando este flujo.
Puedo
fijar límites razonables para una conducta y, aun así dejar espacio para todo
un rango de emociones.
15
de agosto
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Ocupaciones
Soy
una adicta al trabajo. Si no estoy trabajando, estoy haciendo ejercicio. Si no
estoy haciendo ejercicio, estoy comiendo. No paro de la mañana a la noche.
Terry
Algunas
hemos moldeado nuestras vidas conforme al modelo del correcaminos de los
«comics»: saltar de la cama, bip, bip. Poner un montón de ropa en la lavadora
para poder mientras tanto hacer ejercicio y ducharnos, bip, bip. Nueve minutos
para maquillarnos y peinarnos, bip, bip. Siete minutos para preparar el café,
vestirnos y tostar el pan. Cinco minutos para tomar el desayuno y escribir una
lista de las cosas que tenemos que hacer hoy, bip, bip. Poner la ropa en la
secadora, ponernos el abrigo, tomar el bolso y el maletín y correr hacia la
puerta, bip, bip.
Cuando
hemos acabado la rutina de la mañana, la mayoría de las personas estarían agotadas,
pero nosotras acabamos de empezar, bip... bip...
Tal
vez sea importante recordar que no fui creada para ser una correcaminos, aunque
tengamos algunas cosas en común.
Comentarios
Publicar un comentario