Meditaciones 6 de diciembre

 

 

6 de diciembre,

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Separarte – hecho vital para tu recuperación –requiere que discrimines entre tu ego y sus sentimientos, particularmente sus acciones y sus resultados. Es preciso que le permitas manejar las consecuencias de su comportamiento y que no le evites ninguno de los sufrimientos que de ellas deriven. Puedes seguir preocupándote por él, pero no debes seguir cuidándolo. Permítele encontrar su propio camino, tal como tú estás intentando encontrar el tuyo.


 

DUODÉCIMA TRADICIÓN

El anonimato es la base espiritual de todas las tradiciones, y nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personalidades.

En la Undécima Tradición, hablábamos sobre lo que quería decir mantener el anonimato en nuestras relaciones públicas.

Libro verde de CoDa

6 de diciembre

Meditaciones para Mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Valor/Apertura/Miedo

Para apreciar la apertura tenemos que haber experimentado el valor de vivir lo nuevo, de buscar alternativas, de plantearnos posibilidades frescas.

Sister MaryLukeTobin

El valor y la apertura van de la mano. Nuestro valor nos ayuda a tomar el riesgo de «intentar lo nuevo».

Cuando tenemos miedo, sólo vemos un camino, nuestro camino. El valor abre el camino para posibilidades nuevas.

Cuando enfrentamos nuestros miedos, descubrimos que estamos dotadas con un nivel de valor que nunca hubiéramos sospechado que existiera en nosotras. Afortunadamente, no tenemos que ser una heroína para demostrar el valor. Tenemos cada día miles de oportunidades de actuar valientemente. Germinar y sacar adelante nuevas ideas exige valor. Mantener lo que sabemos en nuestro corazón que es correcto exige valor. A veces incluso es necesario el valor para echar un sueñecito.

Cada día, lo único que pido es valor.

6 de diciembre,

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Cada día trae sus propios dones

Ruth P. Freedman

El día de hoy nos garantiza experiencias que son absolutamente adecuadas para nosotras. Progresamos de acuerdo con el plan. Aun cuando no logramos realizar nuestras esperanzas personales, recibimos las oportunidades necesarias para lograr las metas que complementan nuestros destinos únicos.

El día de hoy está lleno de sorpresas especiales de las cuales recibiremos aquéllas que nos ayudarán a crecer en todas las formas necesarias para continuar con nuestra recuperación. Quizás en este momento no consideremos que toda experiencia es un don. Pero una percepción retrospectiva nos dará la claridad de la que carecemos en este momento, igual que ha ocurrido en muchas ocasiones anteriores.

Cada día nos presenta sólo una parte de nuestro drama personal. Pero podemos confiar en que nuestras vidas tienen muchas escenas. Muchos actos, momentos emocionantes y una conclusión. Cada una de nosotras cuenta una historia con su vida, la cual difiere de todas las demás y es necesaria para la narración de muchas otras historias. Los días que vienen nos ayudarán a contar nuestra historia. Nuestras interacciones con los demás influirán en nuestros resultados y en los de ellos. Confiemos en la obra y entreguémonos plenamente a nuestros papeles.

Cada día es un intercambio de dones. Daré y recibiré.

6 de diciembre,

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Dejemos ir la vergüenza

Muchos de nosotros fuimos victimados, a veces más de una vez.

Podemos haber sufrido abuso físico, abuso sexual o haber sido explotados por las adicciones de otro. Entendemos que, si otra persona ha abusado de nosotros, eso no es motivo para que sintamos vergüenza. El sentimiento de culpa por el acto de abuso le pertenece al perpetrador, no a la víctima.

Aunque en recuperación caigamos presas de la victimización, eso no es causa de vergüenza. La meta de la recuperación es aprender a cuidar de uno mismo, aprender a liberarnos de la victimización y a no culparnos por las experiencias pasadas. La meta es equiparnos para que no sigamos siendo victimados debido a la vergüenza y a sentimientos no resueltos a causa de la victimización original.

Cada uno de nosotros tiene su propio trabajo que hacer, sus propios asuntos, sus tareas de recuperación. Una de esas tareas es dejar de señalar al perpetrador con el dedo, porque eso nos perturba. Aunque hacemos a cada persona responsable de su propia conducta y ésta deba dar cuenta de ella, aprendemos a tener compasión por el perpetrador. Comprendemos que han estado en juego muchas cosas en la vida de esa persona. Al mismo tiempo, nosotros no nos aferramos a la vergüenza. Aprendemos a entender el papel que nosotros jugamos en nuestra victimización, cómo caímos en ese papel y nos rescatamos a nosotros mismos. Pero ésa es una información con la que debemos equiparnos para que no necesite suceder esto otra vez. Dejar ir la vergüenza de la víctima. Tenemos asuntos por resolver y tareas por hacer, pero uno de nuestros asuntos es no sentirnos culpables y equivocados porque hemos sido victimados.

Hoy me libraré de toda vergüenza de víctima que pueda haber estado albergando o a la que pudiera haber estado aferrándome.

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