Meditaciones 28 de julio

 

 

Integridad

La integridad es la aplicación coherente de principios espirituales, independientemente de las circunstancias.Los líderes que demuestran esta cualidad inspiran

confianza.

Funciona como y porque (Segunda Tradición)

7671SxH


 

28 de julio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Sin confianza y respeto mutuos, muchos de esos vínculos llamados “amor”, que en realidad son obsesiones, pueden echar raíces y crecer, pero el verdadero amor no puede hacerlo.

Un Corazón Lleno y Agradecido

Un ejercicio que practico es el de tratar de hacer un inventario completo de mis bendiciones y una justa aceptación de los muchos dones que poseo - tanto los temporales como los espirituales. En esto trato de alcanzar un estado de agradecimiento alegre. Un agradecimiento así, al ser afirmado repetidamente y considerado atentamente, puede al fin desplazar la propensión natural a felicitarme a mí mismo por cualquier progreso que me haya sido posible hacer en alguna área de mi vida.

Me esfuerzo por aferrarme a la verdad de que un corazón lleno y agradecido no puede abrigar grandes presunciones. Rebosante de gratitud, el corazón tiene que latir con un amor que fluye hacia todo lo que nos rodea, la emoción más elevada que jamás podamos experimentar.

GRAPEVINE, Marzo de 1962

28 de julio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Realidad/Rechazo

¡Llenamos nuestras mentes de palabras! Estas nos hipnotizan enmascarando la verdad, incluso cuando la verdad se presenta crudamente ante nuestros ojos. Para descubrir la realidad que subyace, he aprendido a escuchar únicamente a la acción.

Judith M. Knowlton

Abandonar nuestra capacidad de discernir la realidad es una de las características de la adicción. Como dice la bien conocida psicoterapeuta Marión Woodman, «en la adicción creas una fantasía e intentas vivir en ella». A menudo las mujeres que hacemos demasiado somos muy crédulas a un nivel muy profundo. Queremos creer lo que los demás nos dicen y no queremos tener que estar a la defensiva todo el tiempo. Como consecuencia, muy frecuentemente nos sentimos tristes y resentidas porque descubrimos que estamos tratando con nuestras ilusiones y no con la realidad. No es que no percibamos la realidad. La percibimos. Simplemente, no queremos enfrentarnos a ella. Por el contrario, nos quejamos y quedamos heridas. Siempre que quitamos nuestros filtros podemos ver la realidad. Y a largo plazo, la realidad es siempre más fácil de enfrentar que la fantasía.

Las acciones dicen más que las palabras, y cuando creo en lo que los demás hacen y no escucho mucho lo que dicen, me siento más sana.

28 de julio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Lo bello de amar a alguien es el sentimiento de plenitud que experimento, la necesidad de tener a alguien en mi vida, el sentimiento de que yo soy una parte de ti y tú una parte de mí que une a dos personas y hace que cada una sea necesaria para la otra.

Kathleen Andrés

Todo lo que nos pide nuestro Creador es que nos amemos unos a otros. Cuando el amor no fluye con facilidad, decidamos simplemente no lastimar a nadie. Si cada una de nosotras se abstuviese de lastimar a nadie sólo por un día, nuestras vidas se transformarían. Todas veríamos el mundo desde una nueva perspectiva.

Cuanto más amemos a los demás, quienquiera que sean, más profundo se hará nuestro amor. El amor eleva nuestros corazones y alivia nuestras cargas. Las tribulaciones de cada día pueden convertirse en triunfos si tenemos amor en nuestro corazón. El amor nos llena y, cuanto más lo compartimos, mayor plenitud alcanzamos.

Estamos unidas unas a otras. Nuestras contribuciones al todo son necesarias y nuestra presencia perfecciona su plenitud.

Cuando me crucé hoy con una amiga, agradeceré su aportación a mi plenitud.

28 de julio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Diviértete

Diviértete. Suéltate un poco. ¡Disfruta la vida!

No tenemos que ser tan sombríos y serios. No tenemos que ser tan reflexivos, tan críticos, tan enfrascados en nosotros mismos y en los rígidos parámetros que otros, y a menudo nosotros mismos, nos hemos colocado.

Esta es la vida, no un servicio fúnebre. Diviértete con ella. Entra en ella. Participa. Experimenta. Corre algún riesgo. Sé espontáneo.

No estés siempre tan preocupado por hacer lo correcto, por hacer lo apropiado.

No te preocupes tanto por lo que otros puedan pensar o decir. Lo que piensen y digan es asunto suyo, no nuestro.

No tengas tanto miedo a cometer un error. No seas tan temeroso y tan propio. No te inhibas tanto. La intención de Dios no es que fuéramos inhibidos, tan restringidos, tan controlados. Estos parámetros represivos son los que otra gente nos ha impuesto, lo que nosotros hemos permitido que se nos haga.

Fuimos creados plenamente humanos. Se nos dieron emociones, deseos, esperanzas, sueños, sentimientos. ¡En alguna parte de nuestro interior hay un niño vivo, emocionado, que ama la diversión! ¡Déjalo salir! ¡Déjalo que salga vivo! Déjalo que se divierta un poco, no solo dos horas el sábado en la noche. ¡Tráele aquí con nosotros, déjale ayudarnos a disfrutar este don de estar vivos, de ser completamente humanos y de ser como somos!! Tantas reglas.

Hemos vivido con tanta vergüenza. Sencillamente no es necesario. Nos han lavado el cerebro. Ahora es momento de liberarnos, de dejarnos ir y de entrar a una vida plena y plenamente humana.

No te preocupes. Aprenderemos nuestras lecciones cuando sea necesario. Hemos aprendido la disciplina. No nos descarriaremos. Lo que sucederá es que comenzaremos a disfrutar la vida. Empezaremos a disfrutar y a experimentar a nuestro ser completo. Podemos confiar en nosotros mismos.

Ahora tenemos límites. Tenemos nuestro programa como base. Podemos darnos el lujo de experimentar y tener experiencias. Estamos en contacto con nosotros mismos y con nuestro

Poder Superior. Se nos está guiando, pero no se le puede guiar a un objeto congelado, inanimado. Ni siquiera se le puede mover.

Diviértete un poco. Suéltate un poquito. Rompe unas cuantas reglas.

Dios no nos castigará. No tenemos que permitirle a la gente que nos castigue.

Y nosotros podemos dejar de castigarnos a nosotros mismos.

Mientras estemos vivos y aquí, empecemos a vivir.

Hoy me permitiré divertirme un poco. Me soltaré un poquito, sabiendo que no me resquebrajaré y romperé. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser tan inhibido, propio y reprimido. Ayúdame a inyectarme a mí mismo una gran dosis de vida dejándome estar completamente vivo y ser plenamente humano.

 

Comentarios