Meditaciones 16 de julio

 

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16 de julio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Cuanto más herida está una mujer, más tiende a ver al hombre de la familia como su fuente de fortaleza. Cuanto más herido está un hombre, más tiende a ver a la mujer y a la familia como una amenaza para su independencia.


 

SÉPTIMA TRADICIÓN

Cada grupo debe ser autónomo económicamente. Nos negamos a recibir contribuciones exteriores

A medida que reconocemos nuestra responsabilidad en la reunión de CODA o en el grupo, también reconocemos que somos un grupo, con responsabilidad de ser autónomo.

Libro verde de CoDA

16 de julio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Equilibrio

Las mentes creativas siempre se han conocido por ser capaces de sobrevivir a cualquier clase de mal adiestramiento.

Anna Freud

Aunque su padre creía que nuestras vidas quedan determinadas en los primeros cinco años, Anna Freud parece haber ido más lejos. Si bien somos afectadas/os por nuestro pasado y nuestra educación, cada persona tiene dentro de sí la posibilidad de ir más allá.

Desgraciadamente, cuando intentamos no ser como nuestros padres, quedamos atrapadas/os en la misma trampa que cuando tenemos que ser como ellos. En cualquiera de los dos casos estamos determinadas/os por nuestro pasado y controladas/os por nuestras reacciones a nuestro pasado. Algunas personas pasamos toda nuestra vida dudando entre estas dos posiciones.

Pero tenemos otra elección. Dicha elección consiste en reconocer nuestro pasado y ser nosotras/os mismas/ os.

La tercera opción es ser yo. Ahí es donde reside mi creatividad.

16 de julio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Insiste en lo mejor

Nos merecemos lo mejor que pueden ofrecer la vida y el amor, pero cada uno de nosotros enfrenta el desafío de aprender a identificar qué significa eso en su vida. Cada uno de nosotros debe llegar a comprender lo que creemos merecer, lo que queremos y si lo estamos recibiendo o no.

Se puede empezar desde un solo lugar, y ése es justamente en el que estamos, en nuestras circunstancias actuales. El lugar desde el cual comenzamos es con nosotros.

¿Qué nos duele? ¿Qué nos enoja? ¿De qué nos estamos quejando y lamentando? ¿Estamos menospreciando cuánto nos está doliendo una conducta en particular? ¿Estamos disculpando a la otra persona, diciéndonos a nosotros mismos que somos "demasiado exigentes"?

¿Estamos renuentes, por una serie de razones, especialmente el miedo, a atacar los asuntos en nuestras relaciones que pueden estarnos lastimando? ¿Sabemos lo que nos está lastimando y sabemos que tenemos el derecho de detener nuestro dolor si queremos hacerlo?

Podemos comenzar la jornada de la privación al merecimiento. Podemos empezar hoy. También podemos ser pacientes y gentiles con nosotros mismos, a medida que viajamos, cuando cada vez vamos sintiendo menos que nos merecemos lo segundo mejor, y vamos sabiendo en nuestro corazón que nos merecemos lo mejor, y asumimos la responsabilidad de ello.

Hoy prestaré atención a cómo permito que me trate la gente y cómo me siento acerca de ello. También me fijaré en cómo trato a los demás. No reaccionaré excesivamente tomándome sus asuntos en forma demasiado personal o demasiado en serio; no reaccionaré de menos negando que ciertas conductas son inapropiadas e inaceptables para mí.

16 de julio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

He llegado a creer Sacramento del Momento, el cual presupone una confianza total en la bondad del creador.

Ruth Casey

El momento en que somos conscientes es como un capullo abriéndose. El día se desarrolla y con cada minuto avanzamos hacia las experiencias que, en este lugar y en este momento, resultan adecuadas para nosotras. Nuestra resistencia ante ciertas experiencias y ante ciertas personas crea las barreras que impiden el paso de lo bueno que nos espera.

Podemos descansar tranquilas sabiendo que nuestro poder superior nos cuida. El aire que respiramos está lleno de espíritu, y el plan de nuestras vidas es una acumulación de experiencias indispensables que nos ayudan a crecer y a desarrollar nuestros talentos especiales. Lo que con frecuencia olvidamos es que los períodos difíciles de nuestra vida nos fortalecen, nos iluminan y nos preparan para ser las mujeres que internamente deseamos ser.

Este momento es sagrado. Todos lo son. Y no volverán. Lo que se nos ofrece para crecer en este instante no se nos volverá a dar nunca exactamente de la misma forma. Nuestro poder superior conoce nuestras necesidades y las toma en cuenta. Confiemos en la bondad del día de hoy.

Creeré en la bondad de toda situación con la que me encuentre el día de hoy, pues es la adecuada para mí. Quizás me lleve al límite de mi paciencia y no me cause ninguna risa, pero en este momento es lo más conveniente para mí.

 

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