Meditaciones 13 de julio

 


13 de julio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Las personas de uno y otro sexo haríamos mejor en intentar comprendernos un poco mejor a nosotras mismas. Probablemente no podríamos siquiera esperar ser expertas en otra persona.

 


La humildad tiene que ver con descubrir un sentido de la proporción basado firmemente en la realidad. Logramos tener una perspectiva más clara del espacio que efectivamente ocupamos. Nos damos cuenta de que no somos tan grandes ni tan pequeños como podríamos pensar. Somos importantes en la vida de la gente que nos rodea, pero eso no significa que estén siempre pensando en cómo nos afectan sus actos.

Vivir limpios, el viaje continúa

13 de julio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Responsabilizarse

No voy a limitarme sólo porque la gente no quiere aceptar el hecho de que puedo hacer algo diferente.

Dolly Parton

Existe una gran diferencia entre intentar controlar nuestras vidas y responsabilizarnos de ellas. Intentar controlar nuestras vidas nos coloca en una posición de fracaso antes de empezar, y causa un dolor y un sufrimiento innecesario y sin fin.

Responsabilizarnos de nuestras vidas significa poseer nuestras vidas y tener la «respons-habilidad» de las mismas, y después dejarlas fluir. Responsabilizarnos dentro de nuestras vidas significa que no actuamos para impresionar, conformándonos a lo que los demás quieren que seamos. También significa que no aceptamos su juicio de lo que no podemos ser y que no nos detenemos ahí.

Cuando abandono mi necesidad de control, estoy en mejor posición para responsabilizarme y recibir información de mi poder superior a mí misma.

13 de julio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Dios tal como nosotros lo concebimos

Dios es sutil, pero no es malicioso.

Albert Einstein

La recuperación es un proceso intensamente espiritual que nos pide que crezcamos en nuestra comprensión de Dios. Nuestra comprensión puede haber sido moldeada por experiencias religiosas tempranas o por las creencias de los que nos rodean. Podemos preguntarnos si Dios es tan avergonzante y tan atemorizante como lo puede ser la gente. Podemos sentirnos tan victimados o tan abandonados por Dios como nos hemos sentido por la gente de nuestro pasado.

Tratar de entender a Dios es algo que puede hacer vacilar a nuestra mente a causa de lo que hemos aprendido y experimentado hasta ahora en nuestra vida.

Podemos aprender a confiar en Dios, de todos modos.

Yo he crecido y he cambiado en mi comprensión de este Poder que es superior a mí misma. Mi comprensión no ha crecido a un nivel intelectual, sino por lo que he experimentado desde que puse mi vida y mi voluntad al cuidado de Dios, tal como yo concebía, o más bien no concebía, a Dios.

Dios es real. Amoroso. Bueno. Solicito. Dios quiere darnos todo el bien que podamos manejar. Cuanto más volvemos nuestra mente y corazón hacia una comprensión positiva de Dios, más nos valida Dios.

Cuanto más damos gracias a Dios por quién es Dios, por quiénes somos nosotros y por la naturaleza exacta de nuestras circunstancias actuales, más actúa Dios en nuestro beneficio.

De hecho, todo el tiempo Dios ha planeado actuar en nuestro beneficio.

Dios es Creador, Benefactor y Fuente. Dios me ha enseñado, más allá de cualquier otra cosa, que la forma como llegue a entenderlo no es ni de cerca tan importante como el saber que Él me entiende a mí.

Hoy estaré abierto a que crezca mi comprensión de mi Poder Superior. Estaré abierto a dejar ir las viejas limitaciones, negativas creencias acerca de Dios. No importa cómo entienda yo a Dios, estaré agradecido de que Él me entienda a mí.

13 de julio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

El problema no es que nunca seamos felices, sino que la felicidad es esporádica.

Ruth Benedict

La felicidad es nuestro derecho innato. Cada día, al afrontar cualquier experiencia, la decisión de ser felices es sólo nuestra. Muchas de nosotras crecimos pensando que, para poder ser felices, la vida debía ser de cierta forma. Buscamos la pareja adecuada, el trabajo adecuado, el vestido adecuado. Buscamos la clave de la felicidad fuera de nosotras. Con el tiempo, acabamos recurriendo al alcohol, a las drogas, quizás a la comida, pero ello en vano.

La felicidad está en nuestro interior. Para que brote debemos alentarla. Pero primero hemos de creer que la felicidad depende enteramente de nosotras. Debemos confiar en que ni las circunstancias más difíciles podrán privarnos de ella si aprendemos a surtirnos de la fuente que hay en nuestro interior.

La vida es un don que se nos concede momento a momento. Dejémonos sorprender por sus maravillas y regocijémonos con ellas. Maravillémonos por la creación y démonos cuenta de lo especiales que somos por participar en ella. Si se lo permitimos, la felicidad nos colmará. La mejor manera de demostrar nuestra gratitud por lo maravilloso de este don es sonreír interna y externamente.

El hecho de estar aquí es un maravilloso misterio ante el cual la alegría es la respuesta natural. No estoy aquí por casualidad

 

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