Meditaciones 22 de julio

 

✻✻✻

22 de julio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

La capacidad para amar a otra persona surge de un corazón pleno, no de un corazón vacío.


 

SÉPTIMA TRADICIÓN

Cada grupo debe ser autónomo económicamente. Nos negamos a recibir contribuciones exteriores

(Un grupo de Coda nunca debe respaldar, financiar ni prestar el nombre de CODA a ninguna entidad allegada ni empresa ajena, para evitar que problemas de dinero, propiedad o prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial) Ajustarnos a la Séptima Tradición protege a los grupos de influencias externas y de obligaciones.

Libro verde de CoDA

 

22 de julio

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Éxito

La vida es una sucesión de momentos. Vivir cada uno de ellos es triunfar.

Corita Kent

Tal vez el problema no sea el concepto de éxito, es la manera en que lo definimos. Si definimos el éxito cómo tener una gran cantidad de dinero, alcanzar lo alto de la escala en una organización, dos BMW en el garaje y una casa de diseño, el éxito puede ser peligroso para nuestra salud.

Si definimos el éxito como vivir cada momento sucesivo con toda su plenitud, podemos tener dinero, prestigio y posesiones, y este éxito puede que no sea desastroso para nuestra salud. La diferencia es la actitud y las creencias que están detrás de dicha actitud.

De hecho, suele ser más fácil juntar los ingredientes del éxito que vivir una vida plena de éxitos. Vivir una vida así exige presencia, nuestra presencia en cada momento.

El éxito confunde. ¿Es lo que tengo o lo que me tiene? Probablemente, ninguna de las dos cosas.

22 de julio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

La forma en que me relaciono con mi yo interior influye en mis relaciones con los demás. Mi satisfacción conmigo misma es directamente proporcional a mi satisfacción con los demás.

Sue Archley Ebaugh

Las actitudes de odio hacia los demás, las resistencias ante las sugerencias de otra persona y los celos por el atractivo o habilidades particulares de otra mujer son indicadores igualmente fuertes de la salud de nuestros programas espirituales. Nuestra seguridad estriba en Dios. Cuando alimentamos nuestra relación en El, recibimos abundantes recompensas y grandes satisfacciones.

Nuestro yo interior quizás necesite que lo mimemos y lo elogiemos, pues sin duda ha sufrido abusos o negligencia durante años. En muchos casos nos hemos reprendido o quizás hasta nos hemos avergonzado a nosotras mismas. El hecho de aprender amar a nuestro yo interior, reconociendo el valor de nuestra existencia misma, es algo que exige esfuerzo, compromiso y paciencia, valores que quizás sólo ahora estemos desarrollando en nuestro programa de recuperación.

Nuestro yo interior es el hogar de nuestro Espíritu, que es donde reside nuestra unión con toda la fuerza, con todo el valor, con toda la autoestima y con toda la serenidad. Nuestro Espíritu es uno con nuestro poder superior. Reconozcamos su presencia y aprovechemos el consuelo que nos ofrece.

Mis relaciones con los demás son tan sanas y tan satisfactorias como mi comunicación con Dios.

22 de julio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Aprende a confiar de nuevo

Muchos de nosotros tenemos asuntos relacionados con la confianza.

Algunos de nosotros hemos tratado largo tiempo de confiar en gente que no es digna de confianza. Una y otra vez hemos creído en mentiras y promesas que nunca se cumplieron. Algunos de nosotros tratamos de confiar en imposibles; por ejemplo, confiar en que un alcohólico practicante no iba a volver a beber.

Algunos de nosotros confiamos inadecuadamente en nuestro Poder Superior. Confiamos en Dios para que consiguiera que otra gente hiciera lo que nosotros queríamos, y luego nos sentimos traicionados cuando eso ocurrió.

A algunos de nosotros se nos enseñó que no se podía confiar en la vida, que teníamos que controlar y manipular nuestro paso por ella.

A la mayoría de nosotros se nos enseñó, inapropiadamente, que no podíamos confiar en nosotros mismos.

En la recuperación, nos estamos curando de nuestros asuntos relacionados con la confianza. Estamos aprendiendo a confiar de nuevo. La primera lección en cuanto a la confianza es ésta: podemos aprender a confiar en nosotros mismos. Se puede confiar en nosotros.

Si otros nos han enseñado que no podemos confiar en nosotros mismos, estaban mintiendo. Las adicciones y los sistemas disfuncionales hacen mentir a la gente.

Podemos aprender a confiar apropiadamente en nuestro Poder Superior, no para que la gente haga lo que queremos que haga, sino para que nos ayude a cuidar de nosotros mismos y a traer a nosotros las mejores circunstancias posibles, y en el mejor momento posible, a nuestra vida.

Podemos confiar en el proceso de la vida y la recuperación. No tenemos que controlar, obsesionarnos o volvernos hipervigilantes.

Quizá no siempre comprendamos a dónde estamos yendo, o que se está obrando en nosotros, pero podemos confiar en que está ocurriendo algo bueno.

Cuando aprendamos a hacer esto, estaremos listos para aprender a confiar en otras personas. Cuando confiemos en nuestro Poder

Superior y confiemos en nosotros mismos, sabremos en quién confiar y por qué confiamos en esa persona.

Quizá siempre lo hicimos. Simplemente no nos escuchamos lo suficiente a nosotros mismos o no confiamos en lo que habíamos escuchado.

Hoy afirmaré que puedo aprender a confiar adecuadamente. Puedo confiar en mí mismo, en mi Poder Superior y en la recuperación. También puedo aprender a confiar adecuadamente en los demás.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre