Meditaciones 6 de octubre

 

 

6 de octubre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

El desarrollo de tu espiritualidad requiere voluntad, no fe.

Con frecuencia, la voluntad trae consigo la fe. Si no deseas la fe, es probable que no la obtengas, pero aun solamente con una práctica espiritual sentirás más serenidad de la que jamás hayas tenido.

 


Amor es una palabra de acción y los actos de amor adoptan muchas formas. A veces consiste en un abrazo cariñoso, otras en decirle a alguien la verdad pura y dura. Pero cuando actuamos con amor, con la intención de amar, se nota. E importa. Lo percibimos y también lo percibe la gente a nuestro alrededor. Podemos disfrutarlo, nos aporta —literalmente— placer. Cuando por fin confiamos en poder amar y ser amados sin que nos lastimen, somos capaces de aprovechar nuestra conexión con los demás y el mundo que nos rodea.

Vivir limpios, el viaje continúa

6 de octubre

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Estar obsesionada

¿Por qué las mujeres que hacemos demasiadas tareas domésticas tendríamos que descuidarlas para escribir?

Brenda Ueland

Esta cita es el comienzo de un capítulo del libro de Brenda Ueland, Si quieres escribir. Resume el tema de la obsesión respecto a nuestro trabajo, al que dedica todo un capítulo.

¿Por qué ocurre que lo primero que abandonamos es a nosotras mismas y las cosas que más nos importan, como nuestra creatividad, nuestra salud, nuestros/as hijos/as y nuestros amores? ¡Qué triste es el hecho de que descuidemos nuestros tesoros por actividades de mucho menos valor!

Bueno, ésta es la demencia de la adicción, ¿verdad?

Tiramos nuestras perlas a los cerdos y quitamos los colores a los azulejos de la cocina a fuerza de fregarlos.

Aclaremos ahora cuáles son las necesidades que pueden ser descuidadas.

6 de octubre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Muchas personas viven en una prisión emocional sin admitirlo.

Virginia Satir

Todas nosotras poseemos una guía interna, un principio capaz de dirigir nuestras acciones, pero hemos de reconocerlo. Y una vez que lo hacemos, nunca tenemos ya grandes dudas sobre qué camino tomar. Es posible que no obtengamos de inmediato el valor para emprenderlo, pero éste es también uno de los dones que nos han sido otorgados. El valor y la orientación adecuada están a nuestra disposición.

Para confiar en nuestro yo interior debemos practicar y poner atención a los resultados de los riesgos que asumimos. Antes de comenzar a recuperarnos, muchas de nosotras esperábamos pasivamente que otros orquestaran nuestra conducta, nuestros sentimientos y nuestras actitudes. El hecho de caminar hacia adelante como líderes, con nuestro propio guion en la mano, constituye todo un cambio para el cual recibimos orientación diariamente.

Los Pasos nos ayudan a saber quiénes somos y, sobre todo, a convertirnos en las mujeres que anhelábamos ser. Y lo que es más importante, nos dan la fuerza espiritual necesaria para arriesgarnos a escuchar el mensaje interior y para avanzar según sus indicaciones.

Una y otra vez las acciones correctas producen resultados correctos. Y el conocimiento acerca de las acciones correctas está siempre y en todo momento dentro de mí misma.

6 de octubre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Cuidemos de nosotros mismos

Es sano, sabio y amoroso ser considerado y responsable con los sentimientos y necesidades de los demás. Eso es distinto a cuidarlos como nanas. Cuidar en exceso es una conducta contraproducente y, ciertamente, una conducta que deteriora relaciones –una conducta que se revierte y puede hacer que nos sintamos resentidos y victimados- porque, en último término, lo que sentimos, lo que queremos y lo que necesitamos aflorará a la superficie.

Algunas personas parecen invitar a que se les cuide excesivamente en lo emocional. Podemos aprender a rehusar la invitación. Podemos mostrar interés; podemos ser cariñosos cuando sea posible; pero podemos darle valor también a nuestras propias necesidades y sentimientos. Parte de la recuperación significa aprender a prestarle atención, y a darle importancia, a lo que sentimos, queremos y necesitamos, porque empezamos a ver que hay consecuencias claras, predecibles y por lo general indeseables cuando no lo hacemos.

Sé paciente y gentil contigo mismo mientras aprendes esto. Sé comprensivo contigo mismo cuando resbales a la vieja conducta de cuidar excesivamente a otros en lo emocional y descuidarte a ti mismo.

Pero detén el ciclo hoy. No tenemos por qué sentirnos responsables de los demás. No tenemos por qué sentirnos culpables por no sentirnos responsables de los demás. Podemos aprender incluso a sentirnos bien por tomar la responsabilidad de nuestras necesidades y sentimientos.

Hoy evaluaré si he caído en mi vieja conducta de asumir la responsabilidad por los sentimientos y necesidad de los demás, mientras que descuido los míos. Me adueñaré de mi poder, de mi derecho y de mi responsabilidad de valorarme a mí mismo.

 

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre