Meditaciones 10 de octubre

 

 

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10 de octubre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

La mala noticia es la siguiente: no existen atajos para salir del camino de amar demasiado.

Si decides que realmente quieres cambiar ello, -al igual que todo cambio terapéutico – requerirá años de trabajo y de tu compromiso absoluto.

He aquí la buena noticia: Si eliges comenzar el proceso de recuperación, cambiarás y dejarás de ser una mujer que ama tanto a otro que le duele, para ser una mujer que se ama a sí misma lo suficiente como para dejar de sufrir.

 

DÉCIMA TRADICIÓN

Coda no tiene opinión sobre asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

Una forma de eliminar controversias para el

grupo es no recomendar fuentes ajenas como por ejemplo libros o talleres.

Libro verde de CoDA

 

10 de octubre

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Confusión

Sus medias notas se esparcieron sin ritmo.

Ntozake Shange

Sabemos que nuestras vidas tienen el potencial de ser una única melodía, pero muchas veces sentimos cómo se parecen a «medias notas esparcidas sin ritmo».

¿Cuándo se hizo amarga la melodía de nuestra vida? ¿Fue cuando empezamos a programar más actividades de las que podíamos llevar a cabo? ¿Fue cuando empezamos a tener dificultades en relajarnos? ¿Fue cuando empezamos a estar resentidas con las tareas que habíamos acordado?

A veces, probablemente de manera gradual, nuestras vidas cambiaron de ser un concierto a transformarse en una crisis. Cuanto más nos deslizamos en esta enfermedad de hacer demasiado, más confusas nos volvemos.

Es reconfortante saber que esta confusión es parte de nuestra enfermedad y que la recuperación nos trae la promesa de una posibilidad de claridad.

Cuando veo que mi confusión es parte de una enfermedad fatal y progresiva, no soy tan dura conmigo misma.

10 de octubre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

Algunas veces, es peor una pelea que perderla.

Billie Hollyday

Nuestras luchas con los demás siempre nos pasan la factura. Con frecuencia nos llevan a comportarnos en formas que no nos enorgullecen y que pueden producir rupturas irreparables. Generalmente desencadenan una recaída emocional. Ninguna batalla vale el daño que casi todas ellas producen. La forma más segura de recorrer nuestro camino diario es la no-resistencia.

Cuando flotamos con el viento y fluimos con la marea, los pasos para alcanzar nuestra satisfacción personal resultan más fáciles. Una parte del proceso de crecimiento consiste en aprender a superar las situaciones negativas que debemos afrontar, comprendiendo que estamos en esta vida para cumplir con un propósito único. La gran cantidad de barreras que surgen en nuestro camino fortalecerá nuestra confianza en Dios, si se lo permitimos. No tenemos por qué dejarnos frustrar por las personas o los acontecimientos. Lo mejor que podemos hacer es tomar con tranquilidad todas las situaciones. El camino que recorremos hacia nuestros objetivos en esta vida es proporcional a la suavidad de nuestros pasos.

Fluiré con la marea.

Seguramente me acercará a mi destino.

10 de octubre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Los beneficios de las relaciones destructivas

A veces nos ayuda entender que podemos estar recibiendo algún beneficio de las relaciones que nos causan dolor. La relación puede estar alimentando nuestra impotencia o nuestro papel de mártires.

Tal vez, la relación alimente nuestra necesidad de que nos necesiten, que aumente nuestra autoestima al permitirnos sentir en control o moralmente superiores a la otra persona. Algunos de nosotros nos sentimos aliviados de la responsabilidad económica o de otro tipo de responsabilidades permaneciendo en una relación en particular.

“Mi padre abusó sexualmente de mí cuando era niña”, dijo una mujer.

“Me pasé los siguientes veinte años chantajeándolo emocionalmente y económicamente por ello. Podía obtener dinero de él cada vez que quería y nunca tuve que asumir la responsabilidad económica de mí misma”.

Darnos cuenta de que podemos haber obtenido alguna forma de pago codependiente de una relación nos es motivo de vergüenza. Significa que estamos buscando en nuestro interior los obstáculos que pueden estar deteniendo nuestro crecimiento. Podemos asumir la responsabilidad por la parte que podemos haber jugado para mantenernos victimados. Cuando estemos dispuestos a ver honestamente y sin miedo ese pago y a dejarlo ir, encontraremos la curación que hemos estado buscando. También estaremos listos, entonces, para recibir el pago positivo, sano, que nos pueden dar las relaciones, los beneficios que realmente queremos y necesitamos.

Hoy estaré abierto a ver los beneficios que pueda haber recibido por permanecer en relaciones enfermizas o por haber mantenido en funcionamiento sistemas destructivos. Me dispondré a dejar ir mi necesidad de permanecer en sistemas enfermizos; estoy listo para enfrentarme a mí mismo.