Meditaciones 3 de octubre

 

 

3 de octubre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Muchas, muchas mujeres que aman demasiado descubren que esta obsesión con otra persona representa el noventa por ciento, o más, del total de sus pensamientos, sus sentimientos y su conducta, y de su consumo diario de energía; sólo les queda el diez por ciento de su energía para lidiar con todos los aspectos restantes de la vida.

 


DÉCIMA TRADICIÓN

Coda no tiene opinión sobre asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

Estas palabras delimitan el límite de CoDA.

Siguiendo esta directriz, la Comunidad puede evitar controversias públicas.

Libro verde de CoDA

3 de octubre

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Sentirse loca

La mujer del mañana no llora. ¡Grita!

Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)

Nos sentimos tan sobrepasadas a veces por nuestros sentimientos que sólo queremos gritar. Las mujeres (¡y también los hombres!) gritamos. Gritamos a nuestros/ as hijos/as, a nuestros/as amigos/as, y a nuestros/ as empleados/as. Con frecuencia, tanto nosotras como ellos/as, atribuimos esta conducta al «periodo» y lo describimos como un comportamiento hormonal.

Pero en lo más profundo nos sentimos avergonzadas, culpabilizadas, enloquecidas y negativas respecto a estas emociones.

A veces, gritar es normal y necesario. Necesitamos gritar. Es parte de nuestro proceso y la respuesta normal a vivir en una sociedad que ejerce una gran presión y que es adictiva. Sin embargo, no tenemos por qué gritar a los demás. Podemos tener nuestros lugares de seguridad para dar rienda suelta a nuestros sentimientos: un buen llanto o grito. Esta liberación es normal para el organismo humano. ¡Y creíamos que éramos las únicas que lo necesitábamos!

Cuando suelto mis sentimientos sobre los demás, me siento mal. Cuando les doy rienda suelta en un lugar seguro, me siento bien.

3 de octubre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

La ambigüedad significa admitir más de una respuesta a una situación y ser consciente de ello. Puedes desear algo y al mismo tiempo temerle. Puedes encontrarlo hermoso y feo a la vez.

Tristine Rainer

La flexibilidad es una meta que vale la pena, pues nos facilita nuestras relaciones con los demás y aumenta nuestra consciencia. Cuando dejamos de adherirnos rígidamente a nuestras percepciones antiguas comprendemos mejor las lecciones que la vida nos ofrece.

No tenemos por qué sentirnos consternadas cuando titubeamos entre dos decisiones o cuando experimentamos sentimientos ambivalentes acerca de ellas, aunque con frecuencia es lo que hacemos. Afortunadamente, ello nos puede alentar a orar pidiendo consejo y nos puede predisponer a aceptarlo. Debemos tener en cuenta que ninguna decisión es incorrecta, pues, aunque durante un tiempo puede llevarnos por mal camino, también nos introduce en territorios inexplorados que nos ofrecen muchas oportunidades de ser flexibles.

Las respuestas contradictorias que expresamos a los demás o a nosotras mismas confieren un toque de emoción a nuestras vidas y nos impulsan a pensar sobre nuestras percepciones de un modo creativo, siendo así una garantía de crecimiento y de transformación.

Hoy estaré en armonía conmigo misma y me dejaré guiar por mis percepciones.

3 de octubre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Superemos el malestar

Sométete al dolor. Luego aprende a someterte a lo bueno. Ahí está, y viene más en camino.

Más allá de la codependencia

Nuestra meta en la recuperación es hacernos sentir a gusto, en paz y contentos. Felices. Queremos estar en paz con nosotros mismos y con el ambiente que nos rodea. A veces, para hacerlo, necesitamos estar dispuestos a afrontar el malestar, sentirlo y superarlo. No estoy hablando aquí de ser adictos a las desgracias y al dolor. No estoy hablando de crear un dolor innecesario. Estoy hablando del legítimo malestar que a veces necesitamos sentir mientras nos curamos.

Cuando nos hacen una cirugía, el dolor molesta la mayor parte del día siguiente de la operación. Cuando hacemos el tipo de trabajo que estamos enfrentando en la recuperación, nos estamos haciendo una cirugía emocional, mental y espiritual. Nos estamos quitando partes que está infectadas e inflamadas. A veces, el proceso duele. Somos suficientemente fuertes para sobrevivir al malestar y a los sentimientos temporales de dolor emocional. Una vez que estamos dispuestos a enfrentar y a sentir nuestro malestar y nuestro dolor, hemos llegado casi al punto del alivio.

Hoy estoy dispuesto a enfrentar mi malestar, confiando en que la curación y el alivio están del otro lado. Ayúdame, Dios mío, a estar abierto a sentir lo que necesite sentir para ser curado y estar sano. Mientras lo hago, confiaré en que soy cuidado y protegido por mí mismo, por mis amigos, por mi Poder Superior y por el universo.

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