Meditaciones 23 de octubre

 

23 de octubre,

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Si te encuentras dentro de un círculo vicioso formado por acusaciones, refutaciones, culpa y contraculpa, detente. Deja ya de intentar que esa situación se modifique hasta ser como tú quieres que sea, para lo cual tratas de ser amable, o bien colérica, o bien indiferente. Deja ya de intentar ganar. Deja ya de necesitar pelear con él u obligarlo a darte una buena razón o excusa por su comportamiento o negligencia. Deja ya de necesitar que se muestre convenientemente apenado.


 

DÉCIMA TRADICIÓN

Coda no tiene opinión sobre asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

Nos reunimos para compartir nuestra experiencia personal, nuestra fortaleza y nuestra esperanza en la recuperación de la codependencia.

Libro verde de CoDA

23 de octubre

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Aceptación/ Vivir en el ahora

La oportunidad de la vida es muy valiosa y se mueve muy deprisa.

Ilyani Ywahoo

¡Esto es! La vida que es realmente nuestra es la que vivimos hoy. No existe otra. Cuanto más intentamos aferramos a las ilusiones de lo que pensamos o de qué es o lo que debería de ser, menos tiempo y energía nos quedan para vivirla.

¿Cuántas veces hemos oído de gente que trabajaron mucho y muy duro para cuando llegase el día de su jubilación, y se murieron justo antes o poco después de jubilarse? ¡Qué rápido fue todo!

¡Nuestras vidas son algo tan preciado! Cada momento lleva consigo la posibilidad de un nuevo descubrimiento.

Pero cuando pasa, ese momento nunca regresa.

Sólo siendo consciente del presente, tendré la oportunidad de estar totalmente viva.

23 de octubre,

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

…las palabras son más poderosas de lo que quizás nadie sospecha, y una vez que se graban en la mente de un niño no pueden ser fácilmente erradicadas.

May Sarton

Cómo nos agobiaban las etiquetas que nuestros padres, nuestros maestros e incluso compañeras de clase nos pusieron siendo niñas. Lo que creemos acerca de nosotras es lo que los demás nos enseñaron a creer. Esos mensajes no siempre son evidentes, pero están grabados en nuestra mente y siguen recordándonos nuestros fallos incluso en la edad adulta.

Aunque hayamos tratado de olvidar las críticas y los nombres, éstos persisten en nuestra memoria e influyen en la manera en que nos percibimos como adultos. El paso de los años ha hecho poco para borrar todas las cicatrices emocionales que adquirimos en nuestra niñez.

Nuestra colaboración con Dios nos ayudará a entender que somos seres espirituales con un maravilloso propósito en la vida, y que nuestra capacidad de ser amadas, nuestra aptitud y nuestro éxito dependen de la forma en que nos percibamos a nosotras mismas. Nuestros pensamientos y nuestras palabras, es decir, nuestras propias etiquetas, pueden volverse más poderosas como las de nuestra juventud. Para creer en nosotras mismas debemos practicar. Rompamos el dominio que el pasado ejerce sobre nosotras.

Mi poder superior me ayudará a conocer mi verdadero yo.

Soy todo lo que siempre he necesitado ser, soy especial y así llegaré a creerlo

23 de octubre,

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Pistas matutinas

Hay un importante mensaje para nosotros que es lo primero que se nos da en las mañanas.

A menudo, una vez que empezamos el día, quizá no nos escuchemos tan de cerca de nosotros mismos y a la vida como lo hacemos en esos callados momentos cuando acabamos de despertar. Un momento ideal para escucharos a nosotros mismos es cuando estamos acostados tranquilamente, con nuestras defensas bajas y estamos abiertos y somos más vulnerables.

¿Cuál es el primer sentimiento que nos invade, el sentimiento que tal vez estamos tratando de evitar duramente el trajín del día? ¿Estamos enojados, frustrados, heridos o confundidos? En eso es en lo que debemos concentrarnos y sobre todo lo que debemos trabajar. Esa es la cuestión que necesitamos atender. Cuando despiertas, ¿Cuál es la primera idea que cruza por tu mente? ¿Necesitas terminar un proyecto a tiempo? ¿Necesitas un día de esparcimiento? ¿Un día de descanso? ¿Te sientes enfermo y necesitas consentirte? ¿Estás en un estado de ánimo negativo? ¿Tienes un asunto que resolver con alguien?

¿Necesitas decirle algo a alguien? ¿Te está molestando algo? ¿Es algo particularmente bueno? ¿Se te ocurre alguna idea, algo que podrías obtener o algo que te haría sentir bien?

Cuando despiertas, ¿Cuál es el primer asunto que se te presenta? No tienes por qué tener miedo. No tienes por qué apurarte. Puedes quedarte quieto y escuchar, y luego aceptar el mensaje. Podemos definir algunas de nuestras metas de recuperación para el día escuchando el mensaje matinal.

Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de resistirme al armónico flujo de la vida. Ayúdame a aprender a ir con la corriente y a aceptar la ayuda y el apoyo que Tú tienes para ofrecerme.

 

 

 

 

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