Meditaciones 20 de noviembre

 

20 de noviembre,

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Todo lo que manifestamos en nuestras vidas es un reflejo de lo que está profundamente metido dentro de nosotras: nuestras ideas acerca de nuestro valor, nuestro derecho a la felicidad, a lo que merecemos de la vida. Cuando cambian esas ideas, de la misma forma cambiamos nosotras.

 


UNDÉCIMA TRADICIÓN

Nuestra política de relaciones públicas se basa en la atracción y no en la promoción. Debemos mantener siempre el anonimato personal ante la prensa, la radio, la televisión y el cine.

Otro aspecto de esta Tradición habla del anonimato. Anónimo significa no identificado o no declarado.

 

Libro verde de Coda

 

20 de noviembre

Meditaciones de Mujeres que hacen demasiado. Anne Wilson Schaef

Reconocimiento

No debes pensar, a pesar de que mi vida ha terminado con tal derrota, que “ha sido desperdiciada” o que la cambiaría por la de alguien de las personas que conozco

Isak Dinesen

Uno de los aspectos más importantes de nuestras vidas es que son nuestras. Nadie más podría vivirlas exactamente como las vivimos nosotras. Cualquier cosa que sucede en nuestra vida es una oportunidad de aprender. A menudo, esos momentos de frustración se convierten en momentos de alegría y de creatividad.

¡Qué extraordinaria experiencia de mirar hacia atrás y sentir realmente que podemos celebrar nuestras vidas – todas ellas!

Estar recuperándonos y volver a nuestro ser espiritual nos proporciona una vía de reconocimiento.

Hoy tengo la oportunidad de caminar por el sendero del reconocimiento.

20 de noviembre,

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

La clave para liberar nuestro potencial no es la fuerza ni la inteligencia, sino el esfuerzo constante.

Liane Cordes.

 Quizás la perseverancia sea nuestro bien más valioso. Conforme avanzamos en la realización de un proyecto, éste pierde su poder sobre nosotras. Nuestra confianza y nuestras capacidades crecen a la par de nuestro avance en el proyecto, preparándonos también para el siguiente.

Tenemos algo especial, algo exclusivamente nuestro que ofrecer en esta vida. Y también tenemos el potencial para ofrecerlo con éxito. Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de él. Muchas de nosotras obstaculizábamos nuestro desarrollo con el miedo al fracaso, la baja autoestima y supuestas ineptitudes. Pero el pasado no tiene por qué torturarnos más.

La ayuda que nos permite descubrir nuestras capacidades para el éxito está a nuestra disposición. Nuestras habilidades están listas para que las aprovechemos, y las metas y los proyectos esperan nuestro reconocimiento. Cualquier compromiso que hagamos con una tarea que atraiga nuestro interés estará reforzado por el compromiso de Dios con nuestros esfuerzos. Tenemos un socio. Nuestros esfuerzos siempre se duplican cuando los hacemos, es decir, cuando realmente los llevamos a cabo.

Hoy no retrocederé ante ningún proyecto.

Perseveraré y lo concluiré. Me sentiré completa.

20 de noviembre,

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Deseos y necesidades

A muchos de nosotros nos han lavado el cerebro para pensar que no podemos tener lo que queremos en la vida. Esa es la creencia del mártir. Nace de la privación y del miedo.

Identificar lo que queremos y necesitamos, y escribirlo luego, pone en movimiento una poderosa cadena de eventos. Indica que estamos asumiendo la responsabilidad de nosotros mismos, que le estamos dando permiso a Dios y al universo para proveer nuestros deseos y necesidades.

La creencia de que merecemos tener un cambio en el carácter, en una relación, una nueva dimensión en una relación que ya existe, una posesión, cierto nivel de salud, de vida, de amor o de éxito, es una fuerza poderosa para que suceda eso que deseamos.

Frecuentemente, cuando nos damos cuenta de que queremos algo, ¡ese sentimiento es Dios que nos está preparando para recibirlo!

Escucha. Confía. Dale poder a lo bueno en tu vida prestando atención a lo que quieres y necesitas. Escríbelo. Afírmalo mentalmente. Reza por ello. Luego, déjalo ir. Dáselo a Dios y ve qué sucede. Los resultados pueden ser mejores de lo que pensabas.

Hoy prestaré atención a lo que quiero y necesito. Me daré tiempo para escribirlo, y luego lo dejaré ir. Empezaré a creer que merezco lo mejor.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre