Meditaciones 4 de agosto
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4 de agosto, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Todas las mujeres inmersas en esta cultura son activamente estimuladas desde revistas y otros medios de comunicación a conducirse de muchas de las formas típicas de una relación adictiva y muy enfermiza.
Compasión
En
esta etapa de nuestra recuperación, podemos desarrollar un espíritu compasivo.
Antes
de realizar el trabajo de los pasos anteriores estábamos demasiado inmersos en
el resentimiento, la culpa y la autocompasión como para pensar en los demás.
Guías
para trabajar los Pasos
4 de
agosto
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Trabajo/Verdad
Yo fui educada para creer que lo único que
valía la pena hacer era añadir al mundo la suma de una información precisa.
Margaret
Mead
Vivimos en una época en que la información es
tan intensa y su intercambio tan rápido que la mente queda titubeante. Somos
bombardeadas constantemente con nuevos temas, nueva información científica,
nuevas ideas y nuevas posibilidades. ¿Dónde podemos colocarlas? ¿Cuál es
nuestro lugar en todo esto?
Como mujeres, muchas veces dejamos de lado
nuestro saber e intentamos adaptar nuestra información o nuestras percepciones
para que sean aceptables por los demás. Al hacerlo, nos quedamos sin el mundo
de nuestro conocimiento acumulado. La información correcta es importante en el
mundo. La información correcta procedente de una gran variedad de perspectivas
es esencial.
Yo
ocupo un lugar en el mundo y mi información es importante.
4 de
agosto, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Vulnerabilidad
He aprendido que cuanto más vulnerable me
permito ser, en realidad tengo más control de mí mismo.
Anónimo
Muchos de nosotros sentimos que sólo podemos
mostrar nuestro lado fuerte, confiado. Creemos que la cara que tenemos que
mostrarle al mundo debe ser siempre de educación, perfección, calma, fortaleza,
control. Aunque ciertamente es bueno y a menudo apropiado estar bajo control,
calmados y fuertes, todos tenemos otro lado, esa parte de nosotros que se
siente necesitada, que se asusta, que tiene dudas y que se enoja. Esa parte
nuestra que necesita cuidados, amor y que la tranquilicen de que las cosas van
a salir bien. Expresar estas necesidades nos hace vulnerables y menos que
perfectos, pero este lado nuestro también necesita de nuestra aceptación.
Permitirnos a nosotros mismos ser vulnerables nos ayudará a formar relaciones
duraderas. Compartir nuestra vulnerabilidad nos ayuda a sentirnos cerca de la
gente y ayuda a los demás a sentir cercanía con nosotros. Nos ayuda a crecer en
amor propio y en autoaceptación. Nos ayuda a convertirnos en agentes curativos.
Nos permite curarnos y ser accesibles a los demás.
Hoy me
permitiré ser vulnerable con los demás cuando sea seguro y apropiado hacerlo.
4 de
agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
El tiempo es un don precioso de Dios, tan
precioso que sólo se nos da momento a momento.
Amelia
Barr
¿Dónde está nuestra mente en este preciso
momento? ¿Estamos totalmente concentradas en la presente meditación, o estamos
divagando sobre nuestros proyectos para hoy por la tarde o quizás para mañana?
La sencilla verdad es que este momento es todo lo que Dios nos ha convencido
hasta ahora. Y Su designio es que vivamos plenamente cada instante, tal y como
se presenta. En él se encuentra la riqueza de nuestra vida. Cada momento
contribuye al diseño total que nos pertenece sólo a nosotras. No debemos
privarnos del placer potencial que encierra toda la experiencia debido a que
nuestros pensamientos se encuentren en otra parte. Nunca sabemos si un
determinado momento o si cierta situación son una puerta hacia nuestro futuro.
Lo que sí sabemos es que, con frecuencia, a Dios le cuesta mucho trabajo atraer
nuestra atención, y, para lograrlo, quizás permita que afrontemos una gran
cantidad de obstáculos que nos hagan recobrar el rumbo. Estar sintonizados con
el ahora, con este momento, nos garantiza una línea de comunicación directa con
Dios, así como una vida plena y sencilla. A medida que confiamos nuestros pasos
a la orientación divina nuestro propósito se aclara. ¡Qué terriblemente
complicada se vuelve nuestra experiencia cuando vivimos en el pasado, en el
presente y en muchos momentos futuros a la vez! Un paso, un momento, y luego el
siguiente paso y su momento.
¡Cómo
me libera la vida sencilla!
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