Meditaciones 21 de agosto
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21 de agosto, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Desgraciadamente, muchas de nosotras preferimos el estancamiento del status que al desafío de realizar cambios que podrían mejorar la calidad de nuestra vida.
(Octavo Paso)
Ya hemos hablado
mucho de buena voluntad en este paso, especialmente de llegar a estar
dispuestos a enmendar. Pero para trabajar este paso nos hace falta cierta dosis
de buena voluntad que sin duda no tiene nada que ver con hacer enmiendas. Antes
que nada, necesitamos la buena voluntad de hacer la lista. Al margen de cómo
nos haga sentir poner determinado nombre en la lista, debemos hacerlo. También
es necesaria la buena voluntad de practicar otros principios espirituales
relacionados con este paso.
Guías para trabajar los Pasos
21
de agosto
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Deber
El
deber debería ser un subproducto.
Brenda
Ueland
El
pensamiento de adicción desemboca normalmente en poner el carro delante de los
bueyes. Una de las habilidades fascinantes de la adicción es que nos permite
tomar algo relativamente neutro, o incluso positivo, y deformarlo poco a poco,
hasta que se convierte en algo horrendo. No hay nada de malo en el deber. Basta
con no dejar que el deber oscurezca nuestros sentimientos e intuiciones llenas
de claridad. El deber no puede ponerse antes que nuestra claridad interna.
Cuando lo hace, se convierte en un tirano. El deber tiene que seguir a nuestra
claridad, lo mismo que hacer cosas por las personas que queremos tiene que ser
una expresión de amor, en lugar de una conducta ritualizada. El deber tiene que
ser un derivado de lo que realmente somos, de lo que valoramos y de lo que es
importante para nosotras.
¡El
deber ritualizado es una vergüenza!
21
de agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Cada
nuevo día me deshago del pasado y descubro los nuevos comienzos que me han sido
concedidos.
Angela
l. Wozniak
No
podemos volver a vivir lo que ya pasó. Y los minutos o las horas que nos
empantanamos en lo que fue o en lo que se debió ser, se los robamos al
presente. El día de hoy se abre ante nosotras lleno de promesas,
garantizándonos oportunidades de crecimiento y también la ayuda espiritual que
necesitamos para manejar cualquier situación que se nos presente. Si el día de
hoy nos plantea algún reto, demos gracias por él. Nuestros retos son dones que
nos indican que estamos listas para lograr una nueva consciencia y una nueva
percepción de nuestra feminidad. Los retos nos fuerzan a pensar creativamente,
a recurrir a los demás y nos obligan a cambiar. Sin los retos nos
estancaríamos, disfrutaríamos muy poco de la vida y no le aportaríamos nada. Cada
vez que afrontamos valerosamente una situación nueva y nos atrevemos a abrir
una nueva puerta, realizamos una contribución especial que sólo nosotras
podemos dar. Lo que hoy debemos hacer es cerrar la puerta al ayer. Entonces
estaremos listas y dispuestas a avanzar.
El
día de hoy espera mi presencia total. Recibiré sus dones.
21
de agosto, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Desapeguémonos
en las relaciones
Cuando
al principio nos vemos expuestos al concepto del desapego, muchos de nosotros
lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos pensar que desapegarse
significa que a uno no le importan los demás. Podemos creer que, al controlar,
al preocuparnos, y al tratar de forzar las cosas a que sucedan, estamos
demostrando cuánto nos importan. Podemos creer que el controlar, el
preocuparnos y el forzar las cosas, de alguna manera afectarán el resultado que
deseamos. Controlar, preocuparse y forzar no funcionan. Aunque tuviéramos
razón, el controlar no funciona. En algunos casos, puede impedir el resultado
que esperamos. A medida que practicamos el desapego con la gente en nuestra
vida, empezamos lentamente a aprender la verdad. Desapegarse, y de preferencia
desapegarse con amor, es una conducta en las relaciones que sí funciona.
También aprendemos algo más. El desapego -el dejar ir nuestra necesidad de
controlar a la gente- mejora todas nuestras relaciones. Le abre la puerta al
mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel de frustración y nos libera a
nosotros mismos y a los demás para vivir en paz y armonía. Desapegarse quiere
decir que nos importamos nosotros mismos y que nos importan los demás. Nos
libera para tomar las mejores decisiones posibles. Nos capacitan para fijar los
límites que necesitamos establecer con la gente. Nos permite tener nuestros
sentimientos, dejar de reaccionar e iniciar un posible curso de acción. Alienta
a los demás a hacer lo mismo. Le permite a nuestro Poder Superior entrar en
escena y obrar.
Hoy
confiaré en el proceso de desapegarme con amor. Entenderé que no solo estoy
dejando ir; estoy dejando ir las cosas y dejando actuar a Dios. Estoy amando a
los demás, pero también me estoy amando a mí mismo.
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