Meditaciones 27 de julio
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27 de julio, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Sin confianza en un Poder Superior, el miedo a la pérdida en una relación crece allí donde debería crecer el amor.
La
tolerancia y las relaciones tóxicas
Una compañera se dio cuenta de que enmendar significaba no tolerar abusos
nunca más y sintió que finalmente tenía permiso para alejarse de un hogar
destructivo.
Vivir limpios, Capítulo cinco, “La familia”
27 de julio
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson
Schaef
Perfeccionismo/Soledad
«Resulta que pertenece
a un tipo [de mujer americana] que yo solía encontrar... de las que van a
conferencias. Y, después de todo..., sorprendentemente, su energía...» Y
continuó diciendo: «Son perfectamente capaces de tener tres o cuatro hijos,
llevar la casa, estar al tanto del arte, de la literatura, de la música
—superficialmente, por supuesto, pero ¡por Dios, ya es algo! — y, además de
todo ello, mantener un empleo. Algunas han pasado también por dos o tres
maridos, sólo para evitar el estancamiento.»
Dodie Smith
Pone los nervios de
punta verse representadas por lo escrito. Hemos aprendido a salir adelante.
Hemos aprendido a ser «supermujeres». Así pues, ¿qué hay de extraño si no
podemos profundizar en nada? ¿Cómo podríamos hacerlo? Simplemente, no tenemos
tiempo. Nuestro mayor miedo es no saber suficiente o no ser suficiente. Nos
sentimos inadecuadas cuando no podemos hablar inteligentemente sobre casi
cualquier cosa y hacerlo todo. Nos gustaría tener más relaciones íntimas, pero
no tenemos el tiempo, porque somos mujeres “perfectas».
Somos mujeres «perfectas», y ser perfectas es aburrirnos a
nosotras mismas y a los demás.
27 de julio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día
un nuevo comienzo:
Para mantener una
lámpara encendida, debemos ponerle aceite.
Madre Teresa
Nuestra naturaleza
espiritual necesita alimento. La oración y la meditación encienden amorosamente
la llama que nos guía desde nuestro interior. Dado que somos humanas, con
frecuencia dejamos que la llama vacile o quizás que se apague. Y entonces
experimentamos la temida soledad. Por fortuna, algunos momentos de alejamiento,
o quizás incluso algunos instantes de silenciosa comunión con Dios, vuelven a
encenderla. Para la mayoría de nosotras la llama brilló débilmente o estuvo
apagada durante muchos años. La vacilación que quizás experimentamos hoy, que
experimentaremos mañana, o que sentimos ayer no durará, por lo que podemos
liberarnos de nuestros miedos. Podemos escuchar la voz de nuestro poder
superior en los demás. Podemos escuchar el mensaje también mientras lo
transmitimos. Alimentemos nuestra llama interior con los mensajes que recibimos
de nuestros semejantes. Dejemos que nuestro espíritu brote y caliente nuestros
corazones y los de los demás.
Todas tenemos una amiga cuya llama quizás vacile hoy. La
ayudaré a ella y, por tanto, me ayudaré a mí misma. Una llama constante es
capaz de encender de nuevo una llama vacilante.
27 de julio, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Deja ir
Deja de tratar con
insistencia de controlar las cosas. Nuestra labor no es controlar a la gente,
los resultados de los sucesos, las circunstancias, la vida. Quizá en el pasado
no pudimos confiar y dejar que las cosas sucedieran. Pero ahora podemos hacerlo.
La manera como se está desenvolviendo la vida es buena. Déjala que se
desenvuelva. Deja de empeñarte en hacer las cosas mejor, de ser mejor, de ser
más. Ser como somos y hacer las cosas como las hacemos es suficientemente bueno
para hoy. Ser como éramos y hacer las cosas como las hacíamos fue bastante
bueno ese día. Aligerémonos. Dejemos ir. Dejemos de esforzarnos tanto.
Hoy me dejaré ir. Dejaré de tratar de controlar todo. Dejaré
de tratar de ser mejor y de hacerlo todo mejor, y simplemente me dejaré ser.
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