Meditaciones 3 de septiembre
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3 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Si no estamos embarcadas en nuestra recuperación, cuando pensamos que el tema es decidir si irnos o quedarnos, en realidad es ganar o perder. Irónicamente, es más fácil irse, si eso es finalmente lo que necesitamos hacer, después de tener ya en nuestro haber ciertos pasos dados en el camino de la recuperación, porque recuperarse no significa ganar: significa no jugar.
CoDA, como tal, nunca debe adoptar una estructura
organizada, pero podemos crear juntas de servicios o comités que sean
directamente responsables ante aquellos a quienes sirven
La Comunidad da las directrices a las juntas de
servicio formadas por servidores de confianza y el trabajo se hace de acuerdo
con éstas.
Libro verde CoDa
3
de septiembre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
En
contacto con un Poder
más
Grande que yo
Las
personas que dejan de soñar están perdidas.
Proverbio
de los aborígenes australianos
Si
hemos de tener alguna esperanza de estar en contacto con el proceso del
universo o con un poder más grande que nosotras, debemos aprender a ir más allá
de nuestras mentes racionales y lógicas y a dejarnos soñar.
Esto
no significa que exista un problema con nuestras mentes racionales y lógicas,
sino que tenemos problemas en conectar con una fuerza superior a nosotras
cuando nos dejamos conducir por nuestras mentes racionales.
Hay
muchas cosas en el universo que nos afectan y con las que estamos conectadas. A
veces, la única manera en la que podemos ser conscientes de esta conexión es
dejarnos soñar más allá de nuestro conocimiento.
Tenemos
mucho que aprender de todo lo que nos rodea; basta con abrirnos a lo que sea.
Admito
que todavía no conozco todo. El aprendizaje llega de muchas maneras.
3
de septiembre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo
comienzo:
La
satisfacción es algo inferior; qué cosa tan pura es la alegría.
Marianne
Moore
Generalmente,
el perfeccionismo da al traste con todas las esperanzas de lograr nuestra
propia satisfacción. Pero el programa está aquí para mostrarnos que somos
capaces de progresar. Podemos aprender a creer que realizamos una tarea tan
bien como necesitamos hacerla en este momento. Nuestro trabajo consiste en
esforzaros. El resultado forma parte de un plan mayor en el que no sólo
participamos nosotras.
Encontraremos
la alegría cuando consigamos aceptarnos a nosotras y a nuestros esfuerzos, y
cuando creamos que somos seres espirituales cuyas vidas tienen un propósito y
una dirección.
La
sabiduría que acompaña al crecimiento espiritual nos da la seguridad que hemos
buscado en muchas partes. Y cuando nos sintamos seguras, podremos confiar en
que los retos que afrontamos tienen un propósito y nos benefician.
Nos
acercamos cada vez más nuestra seguridad espiritual, un día a la vez, una
pequeña oración a la vez. Podemos prever alegremente nuestras muchas
responsabilidades y actividades, pues son oportunidades de lograr la seguridad
espiritual. Podemos confiar en nuestros crecientes recursos internos
simplemente pidiendo orientación y esperando pacientemente. Dicha orientación
llegará a nosotras.
Si
deseo lograr la seguridad que me da alegría, debo ejercitar mi capacidad de
orar. Hoy pediré orientación cuando realice cualquier actividad.
3
de septiembre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
El
poder de la palabra
Sé
que soy controladora, pero mi marido también lo es. Posiblemente él es más
controlador que yo. Cada vez que he estado dispuesta a dejarlo, cada vez que he
empezado a irme, él ha sabido decir las palabras exactas para detenerme. Y él sabía
que yo respondería. Él sabía decir exactamente lo que yo necesitaba escuchar
para quedarme ahí donde él quería que me quedara. Él sabía lo que estaba
haciendo, y sabía lo que yo haría, porque después de que empecé a recuperarme,
me lo confesó.
Anónimo.
Algunos
de nosotros somos así de vulnerables a las palabras. Un "te quiero"
dicho a tiempo. Un momento escogido para decir "lo siento". Una
disculpa expresada en el tono correcto de voz. Una palmadita en la cabeza. Una
docena de rosas. Un beso. Una tarjeta de felicitación. Unas cuantas palabras
que prometen un amor aún no manifestado pueden meternos en la negación. A veces
pueden mantenernos negando que se nos ha mentido, maltratado, o que se ha
abusado de nosotros.
!
¡¡Hay aquellos que deliberadamente se proponen dominarnos, controlarnos y
manipularnos a través de las palabras baratas!! ¡Conocen, entienden
perfectamente nuestra vulnerabilidad a unas cuantas palabras dichas a tiempo!
Penetran nuestra ingenuidad. ¡Saben lo que están haciendo! ¡Entienden el
impacto que tienen sobre nosotros!
No
tenemos por qué darles tanto poder a las palabras, aunque esas palabras sean
justamente las que queremos y necesitamos escuchar, aunque suenen tan bien,
aunque parezcan detener el dolor.
Tarde
o temprano llegaremos a darnos cuenta de que, si la conducta no está de acuerdo
con las palabras de una persona, estamos permitiendo que se nos controle, que
se nos manipule, que se nos engañe. Tarde o temprano llegaremos a darnos cuenta
de que es una charla barata, a menos que la conducta de la persona esté de
acuerdo con ella.
Podemos
llegar a exigir congruencia entre la conducta y las palabras de aquellos que
nos rodean. Podemos aprender a no ser manipulados, o dominados, por la charla
barata.
No
podemos controlar lo que hacen los otros, pero podemos escoger nuestras propias
palabras y nuestro propio curso de acción. No tenemos por qué dejar que la
charla barata, dicha a buen tiempo, nos controle, aunque las palabras que
escuchemos sean exactamente las que queremos oír para que cese nuestro dolor.
Hoy
dejaré ir mi vulnerabilidad a las palabras. Dios mío, ayúdame a confiar en mí
mismo para conocer la verdad, aunque se me esté engañando. Ayúdame a apreciar
aquellas relaciones donde hay congruencia. Ayúdame a creer que merezco
congruencia y verdad en la conducta y en las palabras de aquellos que me
importan
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