Meditaciones 24 de septiembre

 

 

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24 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

La curación se produce a través de un cambio de conciencia, un profundo cambio del corazón. La curación se produce a través del perdón que nos otorgamos a nosotras mismas, el perdón hacia la vida y hacia Dios. La curación se produce cuando resignamos nuestras creencias acerca de lo que debería ser, y se predispone a aceptar, y finalmente agradecer lo que, simplemente, es.

 

 

NOVENA TRADICIÓN

CoDA, como tal, nunca debe adoptar una estructura organizada, pero podemos crear juntas de servicios o comités que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven

CoDA también tiene otras estructuras: Codependientes Anónimos Incorporados (CoDA), Recursos de Publicidad de CoDA (CoRE) y Servicio Mundial de Codependientes Anónimos Incorporado (CoDAWS).

Libro verde CoDa

 

24 de septiembre

Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Equilibrio

Hay un tiempo para trabajar y un tiempo para amar. Y esto hace que no quede tiempo para nada más.

Coco Chanel

Bueno, por lo menos Coco Chanel reconocía que una tiene que hacer algo más aparte de trabajar. ¿Cuántas de nosotras hemos desechado de nuestras vidas el amor, y lo hemos visto como algo de lo que se puede prescindir? Incluso si estamos casadas, actuamos como si el amor fuera un lujo que difícilmente nos podemos permitir. Nuestra enfermedad de hacer demasiado nos ha aislado cada vez más de nosotras mismas y de los demás.

Lo mismo que la naturaleza necesita equilibrio, las personas también lo necesitamos. Necesitamos tiempo para ser personas completas, y esto significa equilibrio.

Somos constantemente vaciadas. Por ello, necesitamos ser alimentadas y necesitamos tiempo para digerir el alimento. Trabajar y amar es mejor que sólo trabajar y... hay más cosas.

Un ser humano es multidimensional. El hacer humano puede ser a veces más como una línea dibujada que como una gema tallada.

24 de septiembre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

La mujer no debe temer a lo que se ha acumulado a su alrededor, sino reverenciar a la mujer que mora en su interior y que lucha por expresarse.

Margaret Sanger

Dejemos de sofocarnos a nosotras mismas. Atrevámonos, teniendo fe en que nuestro avance implica asumir riesgos. Por fortuna, tenemos el respaldo del programa y el apoyo mutuo para amortiguar la caída en caso de que se produzca. Pero lo que es más importante, tenemos el ejemplo y la inspiración de nuestras, compañeras, mientras contemplamos nuestros propios planes de autoaceptación.

Durante demasiado tiempo muchas de nosotras vimos pasivamente cómo otras personas avanzaban. Ya no tenemos por qué ser observadoras pasivas, pero la costumbre de la inacción, de la renuncia a tomar decisiones y de la responsabilidad, hacen que en ocasiones la pasividad nos resulte atractiva. Recordemos que es necesario hacer elecciones responsables, pues sólo ellas nos hacen posible realizar nuestras muy especiales contribuciones.

No todos los días despertamos con la fuerza necesaria para cumplir con nuestro papel. Pero esa fuerza estará a nuestro alcance tan pronto como la solicitemos. Cuando estamos solas, luchamos; sin embargo, tenemos un socio siempre disponible que nos suministra orientación, sabiduría y fuerza con sólo pedírsela.

Tengo mucho que ofrecer a otras mujeres y, al mismo tiempo, necesito el ejemplo de ellas. Toda expresión de mi propia fuerza aumentará la fuerza de otra mujer. Se lo daré.

24 de septiembre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Permitámonos tener necesidades

Podemos aceptarnos a nosotros mismos como gente que tiene necesidad, la necesidad de consuelo, de amor, de comprensión, de amistad, de un sano contacto. Necesitamos refuerzo positivo, alguien que nos escuche, alguien que nos dé. No somos débiles por necesitar estas cosas. Estas necesidades nos hacen humanos y sanos. Satisfacer nuestras necesidades –creer que merecemos satisfacerlas- nos hace felices.

Hay épocas, también, en que además de nuestras necesidades normales, estamos particularmente necesitados. En esas épocas, necesitamos más de lo que podemos dar. Eso también está bien.

Podemos aceptar e incorporar nuestras necesidades y nuestra parte necesitada, a todo nuestro ser. Podemos asumir la responsabilidad por nuestras necesidades. Eso no nos hace débiles o deficientes. Eso no significa que no nos estemos recuperando adecuadamente, ni tampoco significa que seamos dependientes de una manera enfermiza.

Hace gobernables nuestras necesidades y a nuestra parte necesitada. Nuestras necesidades dejan de controlarnos, y recuperamos el control. Entonces, nuestras necesidades empiezan a ser satisfechas.

Hoy aceptaré mis necesidades y mi parte necesitada. Creo que merezco satisfacer mis necesidades, y permitiré que eso suceda.