Meditaciones 2 de septiembre
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2 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Para quienes se están recuperando de amar demasiado, la relación sexual debe basarse en el verdadero interés por el otro y en la excitación que produce la intimidad compartida, y no en la lucha por conquistar a un amante imposible.
CoDA, como tal, nunca
debe adoptar una estructura organizada, pero podemos crear juntas de servicios
o comités que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven
Esta tradición protege
la organización de los servicios de CoDA para atender las necesidades
cambiantes de la Comunidad al estipular que CoDA, como tal, nunca debe adoptar
una estructura organizada.
Libro verde CoDa
2
de septiembre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Alegría
/ Control
Buscando
el jardín de mi madre, encontré el mío.
Alice
Walker
Una
de las grandes alegrías de la vida es hallarse a la búsqueda de algo y
encontrar una cosa distinta.
Antes
de empezar nuestra recuperación, éramos tan controladoras que las sorpresas nos
aterrorizaban, incluso aunque fueran maravillosas. Simplemente, no queríamos
nada que no hubiéramos planificado, estructurado y que no estuviera bajo
control. Ahora nos damos cuenta de que intentar controlarlo todo ha sido una de
las maneras de robarnos a nosotras mismas la alegría de vivir.
No
es de extrañar que la vida parezca sombría a veces: la hemos hecho así. No es
que no existiera el potencial para la alegría, sino que estábamos demasiado
ocupadas y en actitud de controlarlo todo para darnos cuenta.
La
pura alegría de lo inesperado puede ser para mí una fuente de asombro.
2
de septiembre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo
comienzo:
Si
tuviera que descubrir algo divino, describiría lo que sucede entre las personas
cuando realmente se unen. Surge una especie de chispa que hace que todo valga
la pena. Cuando una siente esa chispa, percibe una sensación positiva en las
entrañas.
June
L. Tapp
Qué
afortunadas somos al poder experimentar esa chispa divina entre nosotras y con
todas las mujeres en recuperación. El programa nos da la oportunidad de
experimentar la divinidad en todos los momentos de nuestra vida, comenzando por
hoy. Lo único que se nos pide es estar aquí, unas con otras, y compartir
plenamente nuestro ser. La vulnerabilidad nos resulta más fácil conformar, nos
damos cuenta de que podemos confiar unas en otras, que podemos compartir
nuestras penas, que es bueno sacudir, espolear y seguir, primero a ti, luego a
mí y después a ella.
¡Qué
emocionante es dejar de competir! El programa nos unes y esta unión nos
fortalece a todas, aunque también puede eludirnos. Y esto suele suceder cuando
nos olvidamos de estar aquí, en presencia de las demás siempre que tenemos
oportunidad de estarlo.
Necesito
que esas chispas alimenten mi crecimiento individual y colectivo. Hoy seré
parte de una experiencia divina.
2
de septiembre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Desapeguémonos
de los hijos con amor
Una
cosa es soltar a mi marido y dejar que él sufra las consecuencias. Pero ¿Cómo
soltar a mis hijos? ¿No es diferente con los hijos? ¿No tenemos
responsabilidades como padres?
Un
miembro de Al-Anón
Tenemos
otras responsabilidades diferentes para con nuestros hijos y para con otros
adultos. Somos económicamente responsables de nuestros hijos; somos
responsables de satisfacerles sus necesidades físicas y materiales.
Necesitamos
enseñarles a nuestros hijos a bastarse por sí mismos, desde cómo atarse los
zapatos hasta cómo hacer planes sociales. Necesitan nuestro amor y nuestra
guía. Necesitan que se les haga respetar consistentemente los límites, una vez
que los hemos establecido. Necesitan un ambiente de apoyo y cariño para crecer.
Necesitan ayuda para aprender valores.
Pero
nosotros no tenemos la responsabilidad de controlar a nuestros hijos.
Contrariamente a la creencia popular, el controlar no funciona. Funciona la
disciplina y el cariño si se les combina. La vergüenza y el sentimiento de
culpa interfieren con el aprendizaje de nuestros hijos y con nuestro papel de
padres. Necesitamos responderles a nuestros hijos de una manera responsable y
hacerlos responsables de sus acciones de acuerdo con su edad. Sólo necesitamos
hacer nuestro mejor esfuerzo.
Podemos
dejar que nuestros hijos sigan su propio proceso de vida; nosotros podemos
tener el nuestro y podemos cuidar de nosotros mismos durante ese proceso.
Busquemos el equilibrio. Busquemos la sabiduría. No busquemos tener el control,
sino adueñarnos de nuestro poder como personas que somos, como padres.
Hoy
Dios mío, ayúdame a encontrar un equilibrio adecuado de responsabilidad con mis
hijos. Ayúdame a educarlos con cariño y disciplina en vez de aplicar el
control.
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