Meditaciones 30 de septiembre
30 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Todo reto generado por una situación dada es también un reto espiritual. Cuanto más grande es el reto, tanto mayor es la posibilidad de crecimiento espiritual.
El
discernimiento y la autonomía
Al
madurar en recuperación, aprendemos a evaluar con sensatez cómo tomamos
decisiones, depositamos nuestra confianza y cumplimos con nuestras
responsabilidades.
Los
principios que nos guían, Cuarta Tradición, texto inicial
Repasaré
mi proceso personal de toma de decisiones y tendré más criterio para ver cómo
contribuyo a formar la conciencia de mi grupo. Tener capacidad de discernir con
sensatez, tanto yo como mi grupo, es un objetivo digno
Un
principio para cada día
30 de septiembre
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado,
Anne Wilson Schaef
Miedo/Trabajo
Es bueno trabajar. Trabaja con amor y piensa en
hacerlo a gusto. Es fácil e interesante. Es un privilegio.
No hay nada duro en ello, excepto tu vanidad
ansiosa y tu miedo al fracaso.
Brenda Ueland
Nuestro trabajo y la capacidad de hacerlo son
dones que poseemos. Hacer nuestro trabajo es algo sencillo. Simplemente lo
hacemos. Nuestro trabajo no es difícil, complicado, ni constituye una condena.
A veces hacemos todo esto. Cuando somos capaces de concentrarnos en nuestro
trabajo y lo hacemos paso a paso, normalmente queda bien hecho. Cuando nos
abrumamos viendo todo lo que nos queda por delante y no lo descomponemos en
pequeñas partes, empezamos a sentirnos inadecuadas e incapaces de completar la
tarea. Entonces aplazamos las decisiones a medida que nuestra ansiedad y
nuestros miedos se introducen en nuestro mecanismo de acción.
Cuando realizo mi trabajo paso a paso, se me
hace fácil. Afortunadamente, de todas maneras, sólo puedo ir paso a paso.
30 de septiembre,
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día
un nuevo comienzo:
Las aves cantan después de la tormenta; ¿Por
qué la gente no puede sentirse igualmente libre para disfrutar lo que tiene?
Rose Fitzgerald Kennedy
Nosotras elegimos las vidas que llevamos.
Elegimos la tristeza o la felicidad, el éxito o el fracaso, el miedo o la
esperanza emocionada. Hacemos elecciones en todo momento, seamos o no
conscientes de ellas.
El día de hoy me pertenece totalmente para disfrutarlo o para temerle. La decisión es mía en todo momento.
30 de septiembre,
El
lenguaje del adiós de Melody Beattie
Una víctima no
No eres una víctima
! ¡Cuán inculcada puede estar nuestra auto
imagen como víctima!
! ¡Cuán habituados estamos a sentirnos
desgraciados e impotentes! La victimización puede ser un velo gris que nos
rodea, atrayendo aquello que nos victimará y haciendo que generemos los
sentimientos de victimización.! ¡La victimización puede ser tan habitual que
incluso podemos sentirnos victimados por las cosas buenas que nos suceden!
¿Tienes un coche nuevo? Sí, suspiramos, pero no corre tanto como yo esperaba, y
después de todo, costó tanto...
! ¡Tienes una familia tan bonita! Sí,
suspiramos, pero hay problemas. Y hemos tenido épocas tan difíciles...
! ¡Bueno, ciertamente tu carrera va bien! ¡Ah!
suspiramos, pero hay que pagar tal precio por el éxito. Todo ese papeleo
adicional....
He aprendido que, si disponemos nuestra mente
para ello, tenemos una increíble, casi aterradora capacidad para descubrir la
desgracia en cualquier situación, aun en la más maravillosa de las
circunstancias.
Con los hombros caídos, la cabeza gacha, vamos
por la vida llevándonos sofocones. Acaba ya con eso. Quítate el velo gris de la
desesperación, de la negatividad y de la victimización. Arrójalo; deja que se
lo lleve el viento. No somos víctimas. Podemos haber sido victimados. Podemos
haber permitido que se nos haya victimado. Podemos haber buscado, creado o
recreado situaciones que nos victimaron. Pero no somos víctimas. Somos libres
de pararnos al calor de la autorresponsabilidad.
¡Fija un límite! ¡Maneja la ira! ¡Dile a
alguien no, o para eso!
¡Salte de una relación! ¡Pide lo que necesites!
Elige y responsabilízate de ello. Explora opciones. ¡Date a ti mismo lo que
necesitas! Quédate erguido, con la cabeza en alto, y reclama tu poder. ¡Reclama
tu responsabilidad hacia ti mismo!
Y aprende a disfrutar de lo bueno.
Hoy me rehusaré a pensar, a hablar, a
expresarme o a actuar como víctima. En vez de ello, alegremente reclamaré la
responsabilidad que tengo conmigo mismo y me concentraré en lo que es bueno y
correcto en mi vida.

Comentarios
Publicar un comentario