Meditaciones 20 de septiembre
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20 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
La recuperación de amar demasiado es para quienes lo desean, no para quienes lo necesitan. Muchas mujeres necesitan recuperarse de todas las grandes y pequeñas maneras que tienen de herirse a sí mismas y a los demás forzando resultados, intentando manejar y controlar hechos y personas, practicando la negación y permitiéndose ser omnipotentes. Pero pocas de nosotras deseamos trabajar sobre nosotras mismas más de lo que queremos trabajar sobre los problemas de otro. De manera que persistimos en intentar cambiar lo que no podemos, en lugar de hacerlo sobre lo que sí podemos cambiar.
El Amor
Al empezar a llenamos de amor nos
sentimos obligados a compartirlo, y lo hacemos alimentando nuestras relaciones,
construyendo otras nuevas, brindando desinteresadamente nuestra recuperación,
nuestro tiempo, nuestros recursos, y, sobre todo, nuestra propia persona a
aquellos que nos necesitan.
Guías para trabajar los Pasos
20 de septiembre
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado,
Anne Wilson Schaef
Control/Valor
Incluso las personas cobardes pueden soportar
la adversidad; sólo las personas valientes pueden soportar el suspense.
Mignon Mclaughlin
Antes de que empezáramos nuestro programa de
recuperación, nunca pensamos que tendríamos que tolerar el suspense de vivir.
Creíamos que si podíamos controlarlo todo —cómo nos ve la gente, cómo
evolucionan nuestros hijos, cómo progresa un cliente— estaríamos a salvo. A
medida que hemos empezado a abandonar nuestra ilusión de control, descubrimos
que la vida es ciertamente atemorizante a veces (por supuesto que también lo
era antes, pero simplemente no nos permitíamos sentir nuestros sentimientos al
respecto). También descubrimos que la vida posee el potencial de sorpresas
nunca soñadas y de momentos de suspense que vivimos con facilidad y que nos
sirven para evolucionar.
Siempre pensé que sufrir es tener verdadero
valor. Ahora veo que estar viva es una especie de valentía.
20 de septiembre, Meditación Diaria para
Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
¿Qué importa la forma en que me trata la vida?
Mi verdadera vida está en mi interior.
Angela L. Wozniac
Se dice que enseñamos a la gente cómo deben
tratarnos. La forma en que tratamos a los demás los invitan a tratarnos de
manera similar. Nuestra reacción ante las circunstancias externas de nuestra
vida puede verse alterada en gran medida por nuestra percepción de las mismas.
Y nosotras controlamos esa percepción. Ninguna experiencia tiene por qué
desmoralizarnos. Podemos apreciar cada situación por la aportación que a largo
plazo hace a nuestro crecimiento como mujeres felices y seguras. Ninguna
circunstancia externa nos ofrecerá eternamente la seguridad que todas
anhelamos. Y de la misma forma, ninguna puede interferir en forma adversa con
nuestro bienestar, más que brevemente y de vez en cuando. El programa nos da la
consciencia de que nuestra seguridad, nuestra felicidad y nuestro bienestar
residen en nuestro interior. Los momentos edificantes de nuestra vida pueden
incrementar nuestra seguridad, pero no pueden garantizarnos que ésta durará.
Sólo nuestra relación interna con nosotras mismas y con Dios puede
garantizarnos el don de la seguridad.
Los altibajos de mi vida me recuerdan que debo
ir a mi interior.
20 de septiembre, El lenguaje del adiós de
Melody Beattie
Espontaneidad
En la recuperación ¡Estamos aprendiendo a
dejarnos ir! Estamos aprendiendo a ser espontáneos. La espontaneidad puede
asustarnos a algunos de nosotros. Podemos temer la pérdida de control que
implica la espontaneidad. Podemos seguir operando aún bajo las reglas
codependientes que prohíben la espontaneidad: sé bueno; sé correcto; sé
perfecto; sé fuerte; no te diviertas; y estate siempre en control.
Podemos asociar la espontaneidad con el actuar
de una manera adictiva, compulsiva, autodestructiva o irresponsable. No es eso
de lo que estamos hablando en la recuperación. La espontaneidad positiva
implica expresar libremente lo que somos, de una manera divertida, sana, que no
nos lastima y que no infringe los derechos de los demás. Aprendemos a ser
espontáneos y libres a medida que nos vamos haciendo más conscientes y vamos
creciendo en autoestima. La espontaneidad surge a medida que se incrementa la
confianza y la fe en nosotros mismos, y nos vamos sintiendo más seguros de
nuestra capacidad de mantener límites sanos. Ser espontáneos está en relación
con nuestra capacidad para jugar y para lograr intimidad. Para llegar a todas
esas deseables acciones, necesitamos ser capaces de dejar ir nuestra necesidad
de controlarnos a nosotros mismos y de controlar a los demás, y entrar completa
y libremente en el momento presente.
Deja ir la tirante rienda con que te detienes a
ti mismo. ¿Qué importa si cometes un error? ¿Qué importa si te equivocas?
Saborea tus imperfecciones. Permítete ser un poquito necesitado, un poquito
vulnerable. ¡Corre un riesgo!
Podemos ser espontáneos sin hacernos daño a
nosotros mismos o a los demás. De hecho, todo el mundo se beneficiará de
nuestra espontaneidad.
Hoy tiraré el libro de reglas y disfrutaré de
ser como soy. Me divertiré un poco con el regalo de la vida, de mí mismo y de
los demás.

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