Meditaciones 16 de septiembre
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16 de septiembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Cuando hemos realizado progresos significativos en un aspecto dado, muchas veces la vida nos enfrenta a una prueba destinada a demostrar si hemos aprendido realmente nuestra lección, una especie de examen final que debemos aprobar al final del ciclo escolar para poder acceder al nivel siguiente de nuestra educación. Por ejemplo, cuando finalmente has roto con un hombre, si te vuelve a llamar puedes sentir la tentación de demostrarle – y demostrarte- que la relación está realmente terminada. Esta es una jugada peligrosa. Para aprobar este examen, no se espera de ti que lo veas y sobrevivas con el corazón intacto. Lo que espera de ti es que evites volver a verlo.
Ejercer
la buena voluntad
“Cuando
practicamos la vida en armonía con nuestro mundo, nos volvemos más sabios a la
hora de elegir nuestras batallas. Aprendemos dónde podemos usar nuestra energía
para marcar una diferencia y dónde debemos soltarla”.
Vivir
limpio, Capítulo 3, “Despertar a nuestra espiritualidad”
Adoptaré
una postura de buena voluntad hacia los demás compartiendo mi experiencia, no
dictando resultados, y demostrando apertura a las sugerencias de los demás.
Un
principio espiritual por día
16
de septiembre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado Anne Wilson Schaef
Estar
obsesionada
Creo
que cuando la gente dice «mejor y más grande», debería decir «más grande y
peor».
Marie
Elizabeth Kane (13 años)
Las
mujeres que hacemos demasiado hemos abrazado la expectativa cultural de más,
más, más. Queremos más dinero, más poder, más reconocimiento, más aceptación,
más... Llegamos a estar obsesionadas por obtener cualquier cosa que creemos que
debemos tener. A medida que progresan nuestras adicciones, disminuyen nuestros
valores. Es fácil ver cómo una alcohólica o una drogadicta hacen cualquier cosa
para obtener su dosis. Pero las adictas al trabajo y a cuidar de los demás se
vuelven casi tan moribundas como aquéllas cuando su dosis se ve amenazada. La
piedra angular de cualquier comportamiento adictivo es la pérdida de contacto
con nuestra propia moral y nuestra espiritualidad. Llegamos a estar en
«bancarrota espiritual». Llegamos a ser «más grandes y peores».
Es
un alivio saber que la recuperación de cualquier adicción está garantizada con
sólo hacer el trabajo que necesito hacer. Realmente no quiero ser una «mala
chica».
16
de septiembre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Venganza
No
importa cuánto tiempo llevemos en recuperación, no importa qué sólido sea
nuestro fundamento espiritual, podemos sentir aún un abrumador deseo de
castigar a otra persona o de desquitarnos de ella. Queremos venganza. Queremos
que la otra persona sufra como nos ha hecho sufrir a nosotros. Queremos ver que
la vida le dé a esa persona su justa recompensa. De hecho, nos gustaría
ayudarle a la vida a hacerlo. Esos son sentimientos normales, pero no tenemos
que actuar conforme a ellos. Esos sentimientos son parte de la ira que
sentimos, pero no es nuestra labor administrar justicia. Podemos permitirnos
sentir la ira. Es útil ir un paso más profundo y dejarnos sentir los otros
sentimientos: el daño, el dolor, la angustia. Pero nuestra meta es liberar esos
sentimientos y acabar con ellos. Podemos hacer responsable a la otra persona.
Podemos responsabilizarla. Pero no es nuestra responsabilidad ser juez y parte.
Buscar venganza activamente no nos ayudará. Nos bloqueará y nos retendrá
Aléjate. Deja de jugar el juego. Desengánchate. Aprende tu lección. Dale
gracias a la otra persona por haberte enseñado algo valioso. Y acaba con ello.
Ponlo detrás, con la lección intacta. La aceptación ayuda. Lo mismo el perdón,
no del tipo que invita a la persona a que nos use otra vez, sino un perdón que libere
a la otra persona y lo deje en libertad de seguir un camino diferente, al
tiempo que nosotros nos liberamos de nuestra ira y resentimiento. Que nos
libera para seguir nuestro propio sendero.
Hoy
estaré tan enojado como tenga que estar, con la meta de acabar mis asuntos con
los demás. Una vez que haya liberado mi dolor y mi ira, me esforzaré por
perdonar sanamente, perdonar con límites. Entiendo que los límites, aparejados
con el perdón y la compasión, me llevarán hacia delante.
16
septiembre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Anhelo
hablar de la intensa inspiración que me dan las vidas de las mujeres fuertes.
Ruth
Benedict
Cada
día que elegimos cuidadosamente nuestra conducta y nuestras actitudes, nos
ofrecemos como ejemplos para quienes nos rodean. A nosotras, como mujeres en
recuperación, nos alientan los éxitos de las demás. Antes de descubrir este
programa ninguna de nosotras enfrentó con mucho éxito sus experiencias. En la
mayoría de los casos no teníamos la estructura que proporcionan los Pasos.
Nuestra vida carecía de dirección. Con demasiada frecuencia íbamos pasivamente
de hombre en hombre, de trabajo en trabajo, de juerga en juerga. Cuando
trabajamos con los Pasos nunca tenemos dudas acerca de cuál es la forma de
proceder en cualquier situación. Los Pasos nos proporcionan los parámetros que
aseguran nuestro crecimiento, nos ayudan a ver dónde hemos estado y nos
impulsan hacia las metas que pueblan nuestros sueños. Hemos cambiado y
continuaremos haciéndolo. El pasado ya no tiene porqué atormentarnos. Podemos
encarar el futuro con confianza. Obtendremos toda la fuerza necesaria para
cumplir con nuestro destino y nuestros pasos allanarán el camino a las mujeres
que vienen detrás.
¡Benditos
sean los Pasos! Responden a todas mis preguntas y satisfacen todas mis
necesidades
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