Undécimo Paso
Undécimo Paso
Buscamos
a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con
Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer
su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
Me
lleva de donde estoy a donde me dirijo; me ayuda a confiar en ambos
lugares. Me lleva
a través de cada
día. Si miramos fijamente el
laberinto de nuestra
vida, podemos fácilmente confundirnos con todos
los caminos, corredores, puertas
y opciones. Este Paso nos ayuda a
enfocarnos en los detalles del camino presente, y nos permite caminar con
confianza por el laberinto.
Dejarse llevar no significa que no meneemos el barco.
Sólo significa que lo podemos hacer por fin.
Al escucharnos a nosotros mismos y a Dios,
sabremos cuándo es hora de
hacerlo y tendremos el poder necesario.
La discusión que tenemos de
si podemos cuidar de nosotros mismos
no es con Dios: es
con nosotros mismos. Nuestro siguiente paso es decidir cuál es la
mejor manera de cuidarnos y pedir ayuda a Dios.
Hay
momentos para derrotarnos, momentos para
soltar, momentos para rendirnos. Hay
momentos para esperar y
momentos para tomar acción. Hay momentos para ser tiernos y cuidadores,
momentos para dar y momentos para
recibir. Hay momentos para dar nuestra
opinión, para ejercer nuestro poder y
para cuidar de nosotros mismos. Al trabajar este Paso sabremos en qué momento
nos encontramos.
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Undécimo Paso de CoDA
Josef Sudek
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