Undécimo Paso

Undécimo Paso
 Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
Aprendí que la voluntad de Dios es que yo sienta y acepte mis emociones en vez de disculparme por sentirlas.
La voluntad de  Dios a veces  quiere decir poner mis límites y saber defenderme  en vez de pedir a Dios que cambie a las personas que me lastiman.
A  veces  la voluntad  de  Dios significa que  yo pida perdón. Siempre, estoy aprendiendo, significa que yo me acepte y me cuide.
Además  de la disciplina  de la oración matutina, rezo durante el día.   A veces hablo  de lo que me molesta.  A veces grito pidiendo ayuda.
Pido guía  y dirección cuando me siento insegura.  Y entre más recuerdo agradecer, sin importar qué sucede, todo sucede mejor.
Rezar nos transforma.  Oraciones de agradecimiento transforman nuestra vida  y  nuestras circunstancias.   La  gratitud convierte  la energía negativa  en positiva.  Crea  aceptación y realza  lo mejor de cualquier circunstancia.
Algunos días me envuelven las ocupaciones cotidianas antes de tener tiempo para  rezar.   No  me  gustan  esos  días,  pero  estoy aprendiendo a confiar que, aun en esos días, Dios no me abandona ni me abandonará.
Paulatinamente  entrego más partes de mí misma a Dios. Aprendo a confiar en  Dios.  Esa confianza  no quiere decir  que jamás sentiré dolor, estrés o  situaciones que no  me gustan. Sí significa que puedo confiar que lo que sucede es para bien.
Undécimo Paso de CoDA



Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre