Undécimo Paso
Undécimo Paso
Buscamos
a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con
Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer
su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
Luego,
entre mi oración de recuperación y el Padre Nuestro, he aprendido a hablar de las cosas que necesito. Le cuento a
Dios lo que me perturba. Le pido
que proteja a mis hijos.
Le pido que sane mis miedos. Le pido a Dios que me ayude con lo que
enfrento en ese día.
Hablo
de mis sentimientos con Dios.
Ser honesta con Dios no fue
fácil. A veces
aún no es fácil.
Ciertos días no me siento conectada, a mí misma, a otros, a Dios.
Algunos días mis oraciones son
sólo palabras sin sentimientos ni expresión.
Al principio casi no le contaba nada a Dios. Ahora, a veces sigo y sigo sin parar.
Antes de la
recuperación de la codependencia, pedí a Dios mucho control y que
cambiara a otras personas. He
dejado de hacer eso, por lo menos
la mayor parte del tiempo.
Pasé por un largo periodo de desesperación porque Dios no contestaba mis peticiones de
control y de cambio de otros.
Me preguntaba si Dios se había ido. Comencé a preguntarme
cuál sería la voluntad de Dios para mi vida porque otros no hacían lo que yo quería o esperaba que hicieran. Las
cosas no sucedían como yo había planeado.
Paulatinamente comprendí que la voluntad de Dios era que yo aceptara mis circunstancias actuales, aunque el plan de Dios fuera diferente al mío. Pero aprendí también que la voluntad de Dios era que yo aprendiera a no ser víctima y a cuidarme a mí misma, sin importar lo que estuviera sucediendo. La voluntad de Dios significaba aprender a confiar en Dios y en mí misma.
Undécimo Paso de CoDA
1
Comentarios
Publicar un comentario